Este artículo se publicó hace 3 años.
Un tribunal chino desestima el primer caso de #Metoo, y amenaza con acabar con este incipiente movimiento en el país
Los jueces argumentan falta de pruebas que corroboren los hechos, y dan la puntilla, de paso, al movimiento después de tres años de lucha social y judicial.
Marisa Kohan
Madrid-
Nunca ha sido fácil para las mujeres chinas denunciar los abusos sexuales que han sufrido. Pero el movimiento #Metoo que estalló con fuerza en gran parte del mundo occidental tras las denuncias de abusos sexuales por parte del productor cinematográfico, Harvey Weinstein, parecía haber abierto una rendija de esperanza para otras mujeres de países que, como China, no suelen tener fácil acceso a justicia por este tipo de abusos.
Así lo creyó Zhou Xiaoxuan (más conocida en redes sociales como Xianzi), que hace tres años denunció en las redes sociales el abuso sexual que había sufrido en 2014, cuando tenía 25 años y era becaria en una cadena de televisión. El denunciado era Zhu Jun, un conocidísimo presentador de la televisión pública, que, según el testimonio de la joven, la besó a la fuerza y la manoseó.
Zhou había intentado denunciarlo cuando ocurrieron los hechos, pero desistió cuando la Policía le dijo que no podría hacer nada contra él por su fama. Poco después contó su abuso en una red social.
Su denuncia en redes se hizo viral en China y provocó una oleada de testimonios similares, en donde muchas mujeres contaron casos de abusos sexuales que habían sufrido. Ente ellas, muchas mujeres jóvenes. También los diversos juicios por el caso Zhou-Zhu, que tuvieron lugar en los últimos tres años, fueron seguidos por una gran multitud de personas, que se agolpaban a las puertas de los juzgados.
Sin embargo, este pasado martes un tribunal desestimó el caso, argumentando falta de pruebas que corroboraran los hechos y dando la puntilla, de paso, al incipiente movimiento #Metoo en el país asiático.
"La evidencia proporcionada por la demandante Zhou fue insuficiente para probar su argumento de que fue acosada sexualmente por el acusado Zhu", afirmó en un comunicado el Tribunal Popular del Distrito de Haidian de Beijing, agregando que el caso "no pasará a juicio".
La decepción fue máxima. "No puedo hacer nada más ... estos últimos tres años de mi vida han sido tan duros, no puedo hacer otros tres años", dijo en unas declaraciones tras el juicio Zhou Xiaoxuan, quien, no obstante, afirmó que tiene intención de recurrir.
Solo 34 de los más de 50 millones de sentencias entre 2010 y 2017 entran dentro de la clasificación de acoso sexual
El año pasado China adoptó una nueva legislación anti acoso pero pocas son las personas que se animan a denunciar. Según una ONG local que atiende estos casos, solo 34 de los más de 50 millones de sentencias judiciales entre 2010 y 2017 entran dentro de la clasificación de acoso sexual. De todos ellas, solo dos fueron presentadas por víctimas que denunciaron a presuntos acosadores, siendo desestimados por "falta de pruebas".
Tres años de lucha
A Zhou le queda aún enfrentarse a otro juicio, por la demanda separada que interpuso el famoso presentador contra ella por dañar su reputación y su bienestar. En los últimos tres años la mujer también ha tenido que hacer frente a diversas acusaciones por parte de su presunto abusador, que la acusó de tener un trastorno mental y la obligó a demostrar ante los tribunales que la denuncia no tenía fundamento y que estaba cuerda.
Durante los tres años de proceso y recopilación de pruebas, Zhou confesó a distintos medios que se vio obligada a revivir una y otra vez lo que le había sucedido y que tuvo que contarlo en distintas instancias, lo que le supuso "una tortura y humillación".
Cuando Zhou comenzó con su denuncia pública, en 2018, muchas mujeres se animaron a denunciar en redes sociales los abusos que habían sufrido. De hecho, tal como recoge una nota de la BBC, el mismo año en que Zhou decidió denunciar su caso, una universidad de la Beijing despidió a un profesor tras haber sido acusado de abusar sexualmente a una exalumna. Unos meses más tarde, un conocido fundador de una organización benéfica también renunció al cargo después de haber sido demandado por acosar a una joven voluntaria durante un evento de recaudación de fondos celebrado en 2015. Pero hasta ahora ninguna denuncia había tenido tanto eco mediático como el caso de Zhou Xiaoxuan.
Muchas mujeres y hombres apoyaron la mujer, sobre todo porque la censura mediática china intentó frenar la denuncia.
Diversos medios se han hecho eco de que el Gobierno chino ha comenzado a cerrar en los últimos tiempos cuentas vinculadas al #MeToo y de activistas feministas, en un intento de aplacar el movimiento de denuncia. Entre ellas la cuenta de la joven Zhou en la red social Weibo.
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