De romper relaciones a sentar a Israel en el banquillo: los pasos de Sudáfrica para denunciar el genocidio en Gaza
La Corte Internacional de Justicia inicia este jueves sus sesiones sobre los bombardeos israelíes en la Franja.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) acoge este jueves las primeras sesiones sobre la denuncia de Sudáfrica contra Israel por el genocidio en Gaza. El principal órgano judicial de Naciones Unidas escuchará los razonamientos del país africano, que reclama la imposición de medidas cautelares contra el Estado judío. Pretoria acusa a Tel Aviv de violar la Convención contra el Genocidio por las atrocidades contra civiles cometidas en la Franja.
El organismo, que de momento no entrará en el fondo del caso en las audiencias de esta semana, acogerá el 19 de febrero otras sesiones sobre "las consecuencias legales derivadas de las políticas y prácticas de Israel en el territorio palestino ocupado". Son dos casos distintos y los únicos que la Corte tiene en su calendario.
Ambos son totalmente independientes de la investigación que está llevando a cabo la Corte Penal Internacional (CPI). Este tribunal, también con sede en La Haya, tiene una jurisdicción separada de la Corte de la ONU y basado en un tratado diferente, el Estatuto de Roma, por el que se juzga a individuos por crímenes internacionales. La CIJ resuelve disputas entre Estados.
Sudáfrica presentó su denuncia ante la CIJ el 29 de diciembre. Pero ya en noviembre el presidente del país, Cyril Ramaphosa, anunció que había pedido a la CPI que investigue los abusos de Israel, después de lamentar un "castigo colectivo" sin "precedentes en la historia".
Antes de la denuncia y sus reclamaciones ante los tribunales, Sudáfrica levantó la voz contra Israel en pleno auge de los bombardeos contra el enclave palestino. A principios de noviembre, retiró a su embajador y a su misión diplomática en Israel. Ya entonces lanzó una condena contra el "genocidio" en la Franja.
A finales del mismo mes, Israel decidió, por su parte, llamar a consultas a su embajador en Sudáfrica mientras criticaba los comentarios de los dirigentes del país africano. Desde Pretoria se insistía en que no se podía "sentar y mirar las acciones genocidas del régimen israelí".
En respuesta, Sudáfrica rompió relaciones con Israel. "La Asamblea Nacional de Sudáfrica ha acordado en su mayoría (...) solidarizarse con el pueblo de Palestina, que está actualmente experimentando una limpieza étnica y el genocidio a manos del Estado terrorista de Israel", anunciaba en un comunicado el parlamento sudafricano. La moción salió adelante con 248 votos a favor de hasta cuatro partidos y 91 en contra.
El Ejecutivo sudafricano ha sido históricamente un firme defensor de la causa palestina y el partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA), a menudo ha vinculado esa causa con su propia lucha contra el régimen segregacionista del apartheid (1948-1994). La simpatía por la causa palestina se remonta a tiempos de Nelson Mandela, que en 1997 aseguró que la libertad del pueblo sudafricano "está incompleta sin la libertad de los palestinos".
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