El periodista Pablo González lleva tres semanas preso en Polonia sin que su familia y su abogado hayan podido contactar con él

El periodista Pablo González cumplió este lunes 21 días incomunicado en una prisión de Polonia acusado de ser espía ruso. Pese a que está encarcelado en un territorio de la Unión Europea, ni su familia ni su abogado defensor han podido hablar aún con el reportero. Tampoco hay fecha para que su letrado pueda visitarlo.

Su abogado Gonzalo Boye denunció la situación en las redes sociales este lunes.

"Polonia es miembro del Consejo de la Abogacía Europea (CCBE), yo también y cuento con mi credencial. ¿Por qué las autoridades polacas piden otros requisitos para que pueda visitar a Pablo González?", escribió el letrado por Twitter.

El Gobierno español tampoco ha pedido explicaciones públicamente a Polonia por la detención de González. De hecho, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, viajó al país la semana pasada y se reunió con su homólogo polaco. En las declaraciones públicas que realizó desde la frontera con Ucrania ni siquiera menciono al reportero español.

Esta situación provoca que ni siquiera el letrado de González conozca los cargos concretos que pesan sobre el periodista. Aunque, según se ha conseguido saber, las autoridades polacas acusan a González de haber realizado actividades para Rusia utilizando su estatus periodístico. "Como resultado, pudo moverse libremente por Europa y el mundo, incluidas las zonas afectadas por conflictos armados y áreas de tensión política", consta en el comunicado oficial del Gobierno polaco.

Diputados como Jon Iñarritu o Jaume Asens han recordado la situación de Pablo González este lunes también por las redes sociales. De hecho, el parlamentario vasco ha llegado a denunciar que el el Ministerio de Asuntos Exteriores "no ha denunciado esta irregularidad", en referencia a la incomunicación que sufre el reportero en prisión.