Alrededor de 60 personas han muerto y más de 100 están heridas, como consecuencia de una nueva oleada de atentados en Irak, según ha informado la policía iraquí.

Se trata de la cadena de violencia más grave en Irak desde que se anunciara, el pasado lunes, la muerte de los dos líderes terroristas más buscados en el país, Abu Ayub al Masri y Abu Omar al Bagdadi. 

En Bagdad, cerca de 52 personas han fallecido a causa de varias explosiones que han dejado también un centenar de heridos.

Los ataques más graves, causados por dos coches-bomba, se produjeron en el barrio chií de Sadr City, en el este de la capital, donde murieron 39 personas y otras 56 resultaron heridas, según informaron fuentes policiales.

En el distrito de Amin, en el noroeste de Bagdad, hubo otros 8 muertos y 14 heridos al estallar un coche-bomba y un artefacto, cerca de un santuario chií. En el barrio de Hurriya, cerca de una mezquita chií, murieron 3 personas más y otras 14 resultaron heridas por otro coche-bomba. Hubo una decena de heridos más en los barrios capitalinos de Zafaraniya y Rahmaniya.

Poco antes, nueve personas morían y otras diez resultaban heridas cuando varios artefactos explosivos estallaron en el barrio de Al Kalideya, en la provincia de Anbar a 60 kilómetros al oeste de la capital iraquí, según fuentes policiales.

Las fuentes explicaron a Efe que las explosiones se registraron en la casa de un agente de la policía iraquí y en la de uno de los jueces en la región, de los que no se sabe si están muertos. Además, hubo graves daños materiales en las dos viviendas y en las casas vecinas.

Las fuentes agregaron que las fuerzas de seguridad iraquíes acordonaron el lugar de las explosiones, impidieron por completo la circulación en el área y comenzaron la búsqueda a los atacantes.