Este artículo se publicó hace 2 años.
Italia permite a dos barcos con más de 500 migrantes desembarcar tras obligarles a navegar durante un día con mal tiempo
Las naves Geo Barents y Humanity 1 se encontraban frente a las costas de la isla italiana de Sicilia, pero el Gobierno de Meloni optó por concederles entrada a los puertos de Salerno y Bari, lo que obligó a los barcos a seguir navegando.
Roma-Actualizado a
Dos barcos humanitarios con un total de 509 migrantes rescatados en el Mediterráneo central llegaron este domingo a los puertos italianos indicados para desembarcar, después de navegar durante más de un día en condiciones meteorológicas adversas.
La Geo Barents, fletada por Médicos Sin Fronteras, llegó al puerto de Salerno, al sur de Nápoles, con 248 migrantes a bordo, después de que se evacuara a una madre que dio a luz a un bebé y a un joven de 14 años con fuertes dolores abdominales.
La Humanity 1, de la organización alemana SOS Humanity, entró por su parte en el puerto de Bari (sur) con otros 261 inmigrantes salvador en el mar, entre estos 40 mujeres, tres embarazadas, y 93 menores de edad de los que 67 viajaban solos.
Hasta el viernes las dos embarcaciones humanitarias se encontraban frente a las costas de la isla italiana de Sicilia (sur) a la espera de que les asignaran un puerto seguro al que llevar a estas personas, rescatadas días antes en aguas internacionales.
Sin embargo las autoridades italianas optaron por concederles dos puertos -Salerno y Bari- que se encuentran en territorio peninsular y que obligaba a los buques y a los 509 inmigrantes rescatados a navegar durante más de un día en condiciones meteorológicas duras.
"Hemos navegado desde hace casi 40 horas a toda velocidad y en condiciones meteorológicas adversas, con vientos muy fuertes y olas de hasta tres metros de altura. La travesía fue agotadora", señalaron desde la Humanity 1.
El Ministerio del Interior italiano explicado que esta elección de puertos responde a la necesidad de no saturar más la red de centros de acogida de Sicilia y que se ha asignado puerto rápidamente, al contrario que otras veces, por la inminencia de un temporal.
De este modo, fuentes del Ministerio sostienen que el Gobierno, de la ultraderechista Giorgia Meloni, no ha dado marcha atrás en su política contra las ONG que salvan inmigrantes en el mar, a las que acusa de fomentar el flujo migratorio desde África con su sola presencia.
A principios de noviembre, dos semanas después de llegar al poder, Meloni y su vicepresidente, Matteo Salvini, iniciaron el pulso contra las ONG, precisamente contra la Geo Barents y la Humanity 1, para forzar un debate europeo y repartir en el continente a los solicitantes de asilo que llegaran a sus costas.
Con un decreto prohibieron su acceso a los puertos italianos pero estas lo desobedecieron y, una vez atracadas en el puerto de Catania (sur), se las impuso un desembarco selectivo, es decir, solo se permitía bajar a tierra a los inmigrantes vulnerables.
Al final se consintió el desembarco total de ambas naves pero una, la Ocean Viking fletada por la organización SOS Méditerranée, tuvo que poner rumbo a un puerto francés por el rechazo italiano, lo que le valió a Meloni una primera crisis con París.
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