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Irán ejecuta en la horca a otros tres manifestantes que protestaron contra el régimen tras la muerte de Mahsa Amini

En lo que va de año, las autoridades iranís han asesinado a más de 200 personas, siete de ellas por la oleada de protestas.

Una persona sostiene durante una manifestación en Turquía un retrato de Mahsa Amini, cuya muerte fue el detonante de las protestas en Irán
Una persona sostiene durante una manifestación en Turquía un retrato de Mahsa Amini, cuya muerte fue el detonante de las protestas en Irán.  Bulent Kilic / AFP

El régimen de Irán ha ahorcado este viernes a Saleh Mirhashmi, Majid Kazemi y Saeed Yaqoubi, tres de los manifestantes condenados a muerte por participar en las protestas que se extendieron por el país desde el pasado mes de septiembre, cuando la Policía iraní acabó con la vida de Masha Amini por no portar el velo. Los tres habían sido condenados por "enemistad con dios" y, según la versión oficial de las autoridades de Teherán, por asesinar a tres miembros de las fuerzas de seguridad. 

Los tres jóvenes fueron ejecutados en la horca en la ciudad de Isfahan, en el centro del país asiático. El juicio en el que se dictaminaron las condenas duró cuatro días y se utilizaron confesiones forzadas. Con este dato se eleva a siete el número de manifestantes asesinados por el régimen iraní tras las multitudinarias protestas.

En los últimos días se han producido varias llamadas de activistas y grupos defensores de los derechos humanos que trataban de frenar las ejecuciones. También se han convocado pequeñas concentraciones nocturnas frente a la cárcel en la que estaban presos los tres condenados, aunque ninguno de los dos movimientos ha tenido éxito.

La muerte de Masha Amini bajo custodia policial ha despertado un sinfín de críticas y reacciones en todo el mundo. La joven fue arrestada por no llevar bien puesto el velo islámico. Las protestas se han convertido en el mayor movimiento social contra el régimen iraní en décadas. Las persecuciones y la censura, especialmente en las universidades, no han cesado desde entonces.

De hecho, más de 500 personas han muerto desde entonces como consecuencia de la fuerte represión estatal. El alcance de las protestas y concentraciones se ha reducido a raíz de la opresión iraní. La única manifestación que perdura es el rechazo de muchas mujeres a utilizar el velo islámico, pese a los intentos de las autoridades por reimponer el uso de dicha prenda.

Más de 200 ejecuciones en lo que va de año

Irán es el país del mundo que más veces aplica la pena de muerte. En 2022, las autoridades de Teherán han ejecutado a un total de 576 personas, lo que supone un aumento de más del 40% con respecto al año anterior. En lo que va de 2023, el país ha asesinado a 209 personas. El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos ha condenado los hechos en numerosas ocasiones y estima que, cada semana, 12 personas son ejecutadas en alguna ciudad iraní.

La ONU condena las ejecuciones

Varios expertos de la ONU en derechos humanos han condenado este viernes al unísono la ejecución de los tres jóvenes arrestados durante las protestas pacíficas que se produjeron en los últimos meses. Según el organismo, el proceso judicial no fue limpio y se utilizó la tortura para obligar a los acusados a confesar crímenes que no habían cometido.

"Las ejecuciones de estos hombres aumentan nuestras preocupaciones de que las autoridades iranís siguen teniendo poco respeto por el derecho internacional. La pena de muerte ha sido aplicada tras un juicio que no ha cumplido los estándares internacionales de la justicia", señalaron los expertos, que también han criticado la poca transparencia del régimen de Irán

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