Una iniciativa marca los feminicidios con placas para denunciar que en el Reino Unido una mujer es asesinada cada tres días
La ministra de Seguridad y Violencia contra las Mujeres, Jess Phillips, se propone reducir a la mitad la violencia de género en una década.
Londres--Actualizado a
Cada año, hacia el 8 de marzo, la diputada laborista Jess Phillips pide a la Cámara de los Comunes que le extiendan el tiempo adjudicado porque va a leer el nombre y apellido de las mujeres asesinadas por hombres en el último año. La duración regular de la intervención no es suficiente para la funesta lista que pronuncia desde 2015 dentro de las artesonadas paredes y techos del viejo hemiciclo, conocido como la madre de los parlamentos.
"Leer el nombre de las asesinadas para registrarlo es la única forma de que se incluyan en los anales de este país, puesto que sus vidas importan", explicó Jess Phillips al inicio de su iniciativa. En su última intervención reconoció: "Es una honra pronunciar sus nombres en esta cámara, pero estoy abatida y cansada, porque nada cambia". Desde el pasado mes de julio, tras el triunfo laborista, Jess Phillips es la ministra (secretaria de Estado en la jerarquía española) de Seguridad y Violencia contra las Mujeres y Niñas con un programa que intentará reducir a la mitad la violencia contra las mujeres en una década, es decir, en 2034.
En 2021 fueron asesinadas 147 mujeres; en 2022, 118; en 2023, 98.
La triste lectura anual de Jess Phillips, rodeada de diputadas laboristas que le hacen corrillo, incluye unos 142 nombres y apellidos, la media de 2009 a 2023, de mujeres muertas por violencia machista, según las cifras recogidas por Femicide Census y avaladas por estamentos oficiales. Cada tres días, una mujer muere a manos y arma de un hombre en Reino Unido cuya población alcanza los 67 millones de habitantes. En 2021 fueron 147 muertas; en 2022, 118; en 2023, 98. La misma fuente contabiliza que una de cada cuatro mujeres británicas sufre violencia doméstica.
Las cifras de violencia de género en Reino Unido están por encima de las de España, que ocupa otro vergonzoso lugar en el macabro ranking. Con una población de 46 millones, un hombre mata a una mujer cada seis días en España, una media de 62 asesinadas al año de 2003 a 2023, a tenor de los datos del ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. La frialdad y frecuencia de las estadísticas dista mucho del dolor humano y el traumático impacto que produce una muerte en el entorno familiar de la víctima.
La magnitud de la tragedia ha generado la formación de varias organizaciones en Reino Unido para combatir la violencia de género y apoyar a familias en duelo. Killed Women (Mujeres asesinadas), junto a Centre for Women's Justice, Refuge, Women's Aid, Advocacy After Fatal Domestic Abuse o Imkaan -para mujeres y niñas de raza negra o minoría étnica-, es una de las asociaciones formadas para pedir cambios al Gobierno en favor de una mayor seguridad para las mujeres en general y las vulnerables en particular.
Killed Women ha lanzado una campaña para exteriorizar las muertes machistas. Para ello utilizan las placas azules colocadas en edificios en memoria de famosos personajes allí nacidos o residentes. Pero en este caso, junto al nombre de la víctima reza lo siguiente: "Killed here" (asesinada aquí) y la sentencia de prisión al convicto asesino, uno de los cambios que exigen al Gobierno. A día de hoy, los jueces tienen en cuenta si la muerte se produjo "en casa" y si el arma ya estaba allí, a diferencia de ser transportada al escenario del crimen. Estas dos consideraciones (casa y ubicación del arma) derivan en penas de prisión menores.
"Mi hija quiso acabar la relación; él acabó con su vida"
Dos mujeres, Julie Devey y Carole Gould, madres de dos jóvenes asesinadas, Poppy Devey y Ellie Gould, por sus novios o exnovios, fundaron Killed Women en 2022. Hoy han incorporado a otras madres, hijas, hermanas, amigas, tías, sobrinas o conocidas y conocidos de víctimas. Algunas acuden al Parlamento a escuchar el 8 de marzo la lista de víctimas que recita Jess Phillips para dejar constancia para el futuro de la identidad de las muertas.
La agenda reivindicativa de la organización apunta también a reformar las prácticas policiales. Una investigación de la baronesa Louise Casey a raíz de la muerte de Sarah Everard a manos del policía Wayne Couzens, concluyó que la Policía de Londres "es institucionalmente racista, sexista y homófoba". Casey resalta el caso de Jan Mustafa, encontrada en el congelador de un depravado sexual al cabo de un año de la denuncia de su desaparición. "La Policía nunca se tomó en serio a la familia", concluye la investigación del caso de la desaparecida.
Según Femicide Census, el 57% de los feminicidios en Reino Unido se produjeron cuando ellas quisieron romper la relación
Otra de las peticiones de Killed Women radica en que a los asesinos con precedentes de coacción a sus víctimas les deberán caer sentencias más largas que a los que carezcan de actitudes intimidatorias. Según Femicide Census, un 57% de las mujeres asesinadas por sus parejas en Reino Unido lo han sido cuando ellas han querido romper la relación y separarse de la pareja. Es el caso de las dos fundadoras de la organización citada.
"Mi hija quiso acabar con la relación de pareja, y él acabó con la vida de ella, y con la nuestra, que ha quedado destrozada", explica Julie Devey a los medios británicos. Poppy Devey murió en diciembre de 2018; en abril de 2019 el juicio a su novio estableció que él le dio 49 cuchillazos, que resultaron más de cien heridas en el cuerpo. La sentencia de prisión fue de 15 años y 310 días. En opinión de la madre, "de haberla matado fuera de casa con un cuchillo que hubiese llevado con él, la pena de cárcel sería de 25 años".
La campaña para colocar placas azules provisionales ha coincidido con la presentación de la Ranee's Law (ley Raneem, nombre de una asesinada mientras llamaba al 999) por parte de la secretaria de Estado de Interior (ministra en la jerarquía española), Yvette Cooper. El Gobierno laborista incorporará especialistas en violencia de género al teléfono de urgencias 999, aumentará los castigos a quienes incumplan las órdenes de alejamiento e incluirá en éstas las coacciones. "Las víctimas deben saber que la Policía está para tratarlas con la seriedad y la urgencia que merecen", ha remarcado Yvette Cooper.
"Las víctimas deben saber que la Policía está para tratarlas con la seriedad y la urgencia que merecen", ha remarcado Cooper
Las nuevas medidas contra los asesinatos machistas han llegado tarde para la familia de John Hunt, presentador de tele y comentarista de carreras de caballos. Su esposa y dos hijas han sido asesinadas con una ballesta por Kyle Clifford, exnovio de Louise Hunt. Kyle compareció el pasado martes, 17 de septiembre, ante un juzgado del norte de Londres, acusado del triple asesinato, ocurrido cuando fue a recoger sus pertenencias a casa de su exnovia.
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