El Gobierno de Milei niega los 30.000 desaparecidos en la dictadura militar de Argentina
El Ejecutivo neoliberal ha emitido un vídeo donde se afirma que el número es "inventado". La publicación coincide con el Día de la Memoria, cuando organizaciones sociales, de derechos humanos, gremiales y políticas conmemoran 48 años del sangriento golpe militar en el país.
Madrid--Actualizado a
El Gobierno de Javier Milei ha negado este domingo oficialmente la cifra de los 30.000 desaparecidos durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), tras difundir un video en redes sociales donde se afirma que el número es "inventado". La publicación fue realizada esta mañana, cuando organizaciones sociales, de derechos humanos, gremiales y políticas se preparaban para conmemorar 48 años del sangriento golpe militar en el país, a raíz del cual desaparecieron miles de personas, y otras tantas fueron perseguidas y asesinadas.
En el Día de la Memoria, la Casa Rosada (sede del Poder Ejecutivo), bajo el mando del presidente neoliberal, emitió un documental corto en el que un exguerrillero afirmó haber inventado el número mientras estaba exiliado en Holanda y lo calificó como "un gran negocio".
Luis Labraña, exguerrillero de distintas organizaciones paramilitares, como Montoneros, dijo que "fue un gran negocio el de los desaparecidos", pero el número "fue gestado en Holanda". "Fuimos a ver a la mujer del primer ministro y algunas diputadas para pedirle dinero para las Madres de Plaza de Mayo, que habían venido porque querían poner un local para tener para reclamar a sus hijos", comenzó a contar Labraña.
Según su versión, en ese momento había alrededor de 4.000 personas desaparecidas y las Madres, al presentar esa cifra, les dijeron que no podían hablar de genocidio y les pidieron que volvieran más adelante cuando tuvieran más. En ese sentido, el exguerrillero comentó que mientras se discutían se determinó un número: "Dijeron barbaridades y alguien dijo 30.000, como diciendo: 'bueno, ya córtenla', pongan 30.000. Fui yo".
Esa cifra se convirtió en un consenso social tras el regreso de la democracia y fue sostenida por distintas fuerzas políticas y todas las organizaciones de derechos humanos del país, entre ellas las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. De acuerdo con el relato de Labraña, difundido por el Gobierno de Milei, esto "fortaleció el odio y empezó a oscurecer la verdadera historia".
En este contexto, la vicepresidenta Victoria Villarruel ha afirmado que "los derechos humanos son para todos. La Memoria también. Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del terrorismo. Los responsables de estos crímenes no pueden quedar impunes. No fueron 30.000", escribió en su cuenta de X.
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