bogotá
La paz de Colombia sufrió su más duro golpe este jueves con el anuncio del que fuera jefe negociador de la guerrilla de las FARC, Luciano Marín, alias Iván Márquez, de que vuelve a las armas como cabeza de un grupo de disidentes en respuesta a la "traición del Estado" al acuerdo de paz La Habana.
Lo hizo en un manifiesto grabado en un video de 32 minutos de duración que en la práctica da al traste con 1.008 días de esperanza transcurridos desde la firma de la paz, el 24 de noviembre de 2016 hasta hoy.
Los nuevos vientos de guerra sorprendieron a los colombianos de madrugada porque aunque en la cabeza de la mayoría rondaba el temor a una ruptura, dado el paradero desconocido de Márquez y sus críticas al "error" que en su opinión fue la dejación de armas, definida hoy como un paso "ingenuo" de las FARC, la confirmación fue un balde de agua fría.
Hasta ahora las disidencias estaban conformadas por unos 1.800 miembros repartidos en pequeños grupos en distintas regiones del país, bajo las órdenes de mandos medios pero sin una estructura monolítica como la que tuvieron las FARC y sin un jefe de peso, situación que puede empezar a cambiar con el anuncio de Márquez y compañía. La Fundación Paz y Reconciliación estima que 1.400 son exguerrilleros y los otros 400 proceden de nuevas campañas de reclutamiento.
Cuando se firmó la paz, algo más de 7.000 guerrilleros dejaron las armas, a los que se suma un número similar de milicianos (colaboradores en las zonas urbanas) y combatientes que estaban presos, de manera que si la disconformidad con la paz crece la cifra de disidentes también puede aumentar.
Nueva forma de lucha armada
"Esta insurgencia no se levanta de las cenizas como el ave fénix para seguir operando en las profundidades de la selva remota", afirmó Márquez en su manifiesto, en el que subraya que no tiene como objetivo soldados ni policías "respetuosos de los intereses populares", sino "esa oligarquía excluyente y corrupta, mafiosa y violenta que cree que puede seguir atrancando la puerta del futuro de un país".
Eso indica que pueden cambiar la estrategia de guerra de guerrillas que durante más de medio siglo hicieron las FARC al Estado colombiano por una lucha armada más táctica, que no implique la confrontación directa, similar a la que libra el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y que dificulta el accionar militar.
"En dos años, más de 500 líderes y lideresas del movimiento social han sido asesinados, y ya suman 150 los guerrilleros muertos"
El manifiesto de Márquez deja muchas incógnitas por su lenguaje casi críptico, como cuando afirma: "Una nueva modalidad operativa conocerá el Estado. Sólo responderemos a la ofensiva" o la advertencia de que van a "entrarle duro a la corrupción", como parte de un proyecto para "levantar de las ruinas esta república".
En la arquitectura de ese proceso reservan un papel central al "movimiento social y político colombiano" para alcanzar "un gran acuerdo nacional" que impulse una asamblea constituyente, un nuevo gobierno y otro diálogo de paz para llegar a un acuerdo más amplio. "Un nuevo acuerdo de paz sin más asesinatos de líderes sociales y de excombatientes guerrilleros, en el que las armas sean verdaderamente retiradas de la política y colocadas lejos de su uso, no entregadas", expresó Márquez. "En dos años, más de 500 líderes y lideresas del movimiento social han sido asesinados, y ya suman 150 los guerrilleros muertos en medio de la indiferencia y la indolencia de un Estado", dijo el jefe rebelde.
Quién es quién en el vídeo de Márquez
Los siguientes son los líderes de las FARC que según distintas fuentes aparecen en el vídeo rodeando a Márquez.
1. Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez.
El ex número dos de las FARC, 'Iván Márquez' durante el vídeo en el que anuncia la vuelta a la lucha armada en Colombia.-
El número dos de las FARC encabezó el equipo negociador de la guerrilla en los diálogos de La Habana y fue uno de los cinco senadores designados por el partido político en el que se convirtió ese grupo tras la firma del acuerdo de paz en 2016.
En abril de 2018, luego de que Santrich fuera detenido a petición del Gobierno de Estados Unidos, que lo acusa de narcotráfico tras la firma de la paz, Márquez decidió irse a Miravalle, una comunidad de exguerrilleros en el departamento del Caquetá (sur), alegando falta de garantías de seguridad y no asumió escaño senatorial.
Desde entonces se había sabido de él solo por las cartas en las que criticaba el incumplimiento del acuerdo por parte del Gobierno y alegaba que había sido un "error" entregar las armas antes de la implementación total de lo pactado.
2. Seuxis Paucias Hernández, alias Jesús Santrich.
El exlíder de las FARC, Jesús Santrich, abandonaba la prisión La Picota, justo antes de ser recapturado. REUTERS
Miembro del Estado Mayor de las FARC y uno de los jefes del Bloque Caribe, formó parte del equipo negociador de esa guerrilla. El pasado 29 de junio abandonó a sus escoltas cuando visitaba el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en el departamento del Cesar (norte).
Santrich no acudió el 10 de julio a la indagatoria en la Corte Suprema de Justicia a la que había sido citado en su proceso por narcotráfico, ausencia que llevó al alto tribunal a ordenar su captura.
El lío judicial de Santrich se remonta al 9 de abril de 2018 cuando fue detenido en Bogotá junto con otros tres hombres, entre ellos Marlon Marín, sobrino de Márquez, quien viajó a Estados Unidos como "testigo protegido" para delatar a sus cómplices.
En mayo pasado la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), encargada de juzgar los crímenes cometidos con ocasión del conflicto, concedió a Santrich la garantía de no extradición con el argumento de que las pruebas aportadas por EEUU eran insuficientes.
Entonces, la JEP ordenó a la Fiscalía que lo dejara en libertad tras permanecer 416 días preso, lo que le permitió asumir el 11 de junio un escaño por la FARC en la Cámara de Representantes.
3. Hernán Darío Velásquez, alias El Paisa.
Fotografía fechada el 23 de septiembre de 2016 de Hernán Darío Velásquez, alias "El Paisa". EFE/Archivo
Fue el jefe de la columna móvil Teófilo Forero, una de las más sanguinarias de la antigua guerrilla.
En la fase final de los diálogos de paz estuvo en Cuba pero no compareció a ninguna de las citaciones de la JEP.
En agosto de 2018 se estableció en el ETCR de Miravalle donde se dejó ver en fotografías con Márquez y meses después también desapareció por lo que el pasado 5 de julio las autoridades reactivaron las órdenes de captura en su contra.
Pese a que Velásquez perdió beneficios, la JEP no lo expulsó del sistema porque no se había probado que hubiera vuelto a las armas, una conducta "muy grave" para quien ha firmado el acta para acogerse a la justicia transicional.
La audiencia se realizó porque Velásquez no atendió las citaciones de la JEP en las que se le pedía información sobre las actividades realizadas cuando era guerrillero y las acciones de reincorporación que realizó en la zona veredal a la que fue trasladado.
4. Henry Castellanos, alias "Romaña".
El comandante guerrillero Henry Castellanos, alias Henry Castellano, alias Romaña, habla con Efe el 8 de marzo de 2017, en la Zona Veredal de La Playa, municipio de Tumaco (Colombia). EFE/Archivo
Miembro del Estado Mayor de las FARC y comandante del Bloque Oriental y del Frente 53, fue uno de los guerrilleros más temidos por los secuestros masivos en la década del 90, conocidos como "pescas milagrosas". La revista Semana lo calificó como "El zar del secuestro" en un amplio reportaje.
Estuvo en Cuba durante los diálogos pero en agosto de 2018 renunció a la escolta que le proveía el Estado.
Por no atender las citaciones de la JEP el pasado 6 de junio se le abrió un "incidente de verificación de cumplimiento".
Según Semana, Romaña estaba al cargo de la comisión de finanzas de las FARC en el departamento de Cundinamarca y fue el segundo al mando de una estructura mixta conformada por los frentes 31, 51, 53, 54, 55 y la columna móvil Che Guevara, del Bloque Oriental , entocnces dirigido por el comandante Mono Jojoy, abatido en la Operación Sodoma el 22 de septiembre del 2010 en un bombardeo a uno de sus campamentos en La Macarena Meta. La misión de esta estructura es recaudar fondos por medio del secuestro y realizar acciones en Bogotá para generar inestabilidad.
5. José Manuel Sierra, alias Zarco Aldinever.
Considerado la mano derecha de alias El Paisa, antes de la firma de la paz se hizo fuerte con la producción y venta de cocaína. Se le acusa de narcotráfico, extorsión y concierto para delinquir.
Fue el comandante del frente 53, ubicado en la zona de Meta, con influencia sobre el Sumapaz, en Bogotá. Se le consideró el hombre de confianza de Mauricio el Médico, excomandante del Bloque Oriental, que hoy desde la legalidad lidera la búsqueda de desaparecidos, explica el diario colombiano El Espectador.
Se sumó a la guerrilla con 15 años, originario de Villavicencio, en el Meta, según la inteligencia colombiana. Tiene procesos abiertos por reclutamiento, actividades relacionadas con la extorsión en Cundinamarca y Meta y, según recuerdan los medios colombianos, fue uno de los nueve comandantes involucrado en el secuestro de Edson Páez Serna, estudiante de la Universidad de San Martín, cuya familia pagó un rescate de 200 millones de dólares a las FARC, aunque nunca fue entregado.
6. Gener García Molina, alias Jhon 40.
Antes de la firma de la paz controló el negocio del narcotráfico en el sur y este del país tras la muerte en un bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) al campamento de Tomás Medina Caracas, conocido como "Negro Acacio".
Una vez abandonó el espacio territorial del departamento del Caquetá, en el que lideró la reincorporación a la vida civil de los exguerrilleros, se alió con alias Gentil Duarte, otro exjefe de las FARC que se apartó del acuerdo de paz incluso antes de la firma.
Bajo el mando de John 40, uno de los cuadros medios más controvertidos de las FARC y miembro clave del grupo que, ahora se confirma, ha logrado rearmar Duarte, la disidencia del Frente 33 se ha expandido y ha recuperado rutas del narcotráfico y reclutado a nuevos integrantes, según el medio digital colombiano La silla vacía.
7. José Vicente Lesmes, alias Walter Mendoza.
Este guerrillero formó parte de la negociación de paz y está considerado uno de los alzados en armas más cercano a Iván Márquez.
Su zona de influencia es el departamento del Cauca, uno de los más afectados por el conflicto armado en el suroeste del país. Fue comandante del bloque occidental Alfonso Cano de las FARC y, a juzgar por sus declaraciones en una entrevista con Público 2017, su vuelta a las armas ha sido una decisión coherente con sus palabras.
"Entregaremos las últimas armas cuando se construyan las instalaciones, cuando se aplique la ley de amnistía y de justicia especial para la paz, cuando el último guerrillero preso por delitos políticos salga de la cárcel y, sobre todo, cuando haya garantías políticas y de seguridad para nosotros”, enumeraba en la zona veredal de desmovilizados de La Elvira.
8. Alberto Cruz Lobo, alias Enrique Marulanda.
Es uno de los 13 hijos del fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, conocido como Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo".
Su rastro se perdió en agosto de 2017 en Mesetas, en el departamento del Meta (centro), donde se estableció en 2016. Según un informe publicado por El Tiempo, se habría perdido desde el pasado 8 de Agosto en la región de Mesetas, en el departamento del Meta.
Aunque no tuvo un papel relevante dentro de la organización, ha sido un miembro activo de ella, nació en su seno, se formó entre guerrilleros y siempre ha estado vinculado al grupo insurgente.
9. Olivio Merchán Gómez, alias El loco Iván.
Durante 30 años estuvo en las filas de las FARC, en donde se hizo célebre por escapar en dos ocasiones de las cárceles La Modelo y La Picota, de Bogotá, las más conocidas del país.
Su acercamiento con el narcotráfico comenzó cuando trabajó recolectando hojas de coca en el municipio de Lejanías, en el departamento del Meta (centro), y posteriormente pasó a la guerrilla. En julio de 2018 se perdió su rastro.
10. Julio Enrique Rincón Rico, alias "Nelson Robles".
Fue comandante del Frente 55 de las FARC, que operaba en el departamento de Cundinamarca (centro).
11. Algunos medios colombianos identifican a Germán Silva Hernández, alias Ariel o La Frita, como el décimo primer exlíder de las FARC en retomar las armas, sin dar detalles de su historial delictivo.
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