Líderes europeos debaten sin España el futuro de Ucrania ante la llegada de Trump

La antesala del Consejo Europeo de invierno ha estado eclipsada por la minicumbre organizada por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, para debatir sobre el futuro de Ucrania ante el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. A la cita asisten mandatarios de Alemania, Polonia, Francia, Países Bajos, Dinamarca y Polonia, pero no España.

A su llegada a la reunión, el presidente ucraniano Gitanas Nauseda, detalló que había un número limitado de participantes, entre ellos la primera ministra danesa en representación de los países bálticos. "Necesitamos una estrategia clara de Europa sobre la guerra en Ucrania. Y nuestra prioridad es cumplir, apoyar a Ucrania tanto como sea posible, porque es demasiado difícil negociar desde el lado más débil. Ucrania debería mantener la iniciativa en esta guerra para tener aún más éxito en el campo de batalla", afirmó. El canciller alemán, Olaf Scholz, explicó que el encuentro versaría sobre "cómo hacer todo lo posible" para que Ucrania pueda "fiarse" de que no se la dejará sola.

Desde Moncloa restan importancia a la ausencia de Sánchez y explican que estas reuniones limitadas son frecuentes y se celebran desde el inicio de la invasión rusa en el marco del G7 y de países fronterizos como Polonia. Aunque los neerlandeses, por ejemplo, que sí han asistido, no forman parte de esta ecuación. El presidente del Gobierno español ya mantuvo recientemente una conversación telefónica con su homólogo ucraniano.

"He llegado a Bruselas para mantener importantes negociaciones con nuestros socios europeos. Europa necesita una posición firme y unida para garantizar una paz duradera. Cada cuestión fundamental que afecta a Europa –y poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania es sin duda una de ellas– requiere un trabajo coordinado y eficaz de las naciones europeas. Durante esta visita, me reuniré con líderes y jefes de gobierno de Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Países Bajos, Polonia y República Checa, así como con el Secretario General de la OTAN, el presidente del Consejo Europeo y el presidente de la Comisión Europea", aseguraba Zelenski a través de X en su aterrizaje a la capital comunitaria.

Tampoco asistió a esta reunión el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, con el que el ucraniano ha mantenido choques dialécticos fuertes en los últimos días. "No responderemos a ninguna provocación. Hay una propuesta de alto el fuego sobre la mesa. Tómenla o déjenla. Es su responsabilidad", afirmó el líder del Fidesz ante unas declaraciones de Zelenski en las que le afeaba su interés en ejercer como mediador entre Kiev y Washington. "¿Quién en Europa tiene esta experiencia [militar]. Nadie. ¿Tiene Orban este Ejército? No. ¿Cómo pondrá presión sobre Putin? ¿Con bromas, sonrisas? Que siga así", aseguró en declaraciones que recoge el medio lituano Ukrainska Pravda. "No dejaré a gente como él que gestione esto", agregó.

El centro de la cena celebrada en la residencia de Rutte lo marca el envío de una misión de paz a Ucrania, una iniciativa del presidente francés Emmanuel Macron que está cada vez más presente en el debate europeo sobre el futuro cercano de Ucrania. El plan está todavía en pañales, no cuenta con detalles como el alcance de la misión, el número de efectivos o el control de mandos. Es todavía un "debate conceptual". Pero el consenso sí que se vertebra en que no habrá tropas combatiendo en suelo ucraniano y no se materializará hasta que no se avance en las negociaciones de paz. "Faltan elementos para dar paso tan preciso", una fuente diplomática. El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó a su llegada al Consejo Europeo que la contienda está entrando en una "fase decisiva para dejar de matarse".

Inmigración y Siria

Tras reunirse con los líderes de los Balcanes Occidentales el miércoles, los 27 líderes de Estado y de Gobierno se darán cita en la tradicional cumbre europea. Los europeos mantendrán un encuentro con Zelenski para preparar el terreno ante la llegada de Trump. En los pasillos de Bruselas se ha instaurado la máxima de que hay que redoblar el apoyo a Ucrania para que llegue lo más fuerte posible a una mesa de negociación que cobra fuerza. El futuro presidente norteamericano ha fijado la paz en Ucrania como una de sus prioridades de la agenda exterior y está calibrando planes para ejercer presión sobre Putin y Zelenski para que se sienten a dialogar.

El tema migratorio será uno de los platos fuertes del menú. El modelo Meloni ya se abre paso en Europa. "Deberíamos seguir explorando posibles vías para avanzar en la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE, especialmente con vistas a una nueva propuesta legislativa sobre el retorno", asegura Von der Leyen en una carta enviada a los líderes poco antes de la celebración del Consejo Europeo. La conservadora propondrá a comienzos del próximo año una nueva reforma de la Directiva de retornos y se abre ya a implementar la externalización del asilo. Algo que Roma ya hace con Albania a pesar de los múltiples reveses judiciales. Los países más antiinmigración, Suecia, Dinamarca, Italia, los Países Bajos y Austria se reunirán en los márgenes de la cumbre europea para debatir sobre esta fórmula de establecer hubs fuera de Europa, algo a lo que España se opone.

La dimensión exterior de la cumbre de invierno estará marcada por la crisis en Siria. La UE ya aboga por intensificar los contactos con los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) a los que insta a respetar a las minorías, alejarse de la radicalización y respetar el Estado de Derecho. Pero de momento no calibran eliminar a la organización de su lista negra de entidades terroristas. "Los rusos no pintan nada y no tienen lugar en un país donde no les quieren", agrega una fuente europea sobre la presencia de buques rusos en Latakia. De la cita no se esperan decisiones revolucionarias sobre la postura europea ante la volátil situación que vive Damasco.