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Explotación sexual "En España se esclavizan mujeres de casi todas las partes del mundo", según un informe de la Fiscalía

Estas 289 víctimas, procedentes de más de 60 países, han sufrido algún tipo de explotación sexual, explotación laboral o mendicidad.

El Plan Integral contra la Trata de Mujeres y Niñas con Fines de Explotación Sexual cifra en 900 las víctimas acreditadas en todo el país en 2014.

efe

Un estudio de la Fiscalía de Extranjería concluye que en España existe un alto índice de trata sexual y que "se esclavizan mujeres procedentes de prácticamente todas las partes del planeta".

Con motivo del Día contra la Trata de Personas la Fiscalía ha realizado un informe que añade que desde 2012 han sido identificadas en España víctimas de más de 60 países, siendo lo más comunes Nigeria, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Ucrania, China, Paraguay y Colombia.

La Fiscalía de Extranjería ha registrado cerca de 600 investigaciones de trata de seres humanos en España desde el año 2012, entre las que destacan por encima de todo las relacionadas contra la explotación sexual, más del 86 por ciento, seguidas a gran distancia de la explotación laboral, por debajo del 9 por ciento, y la mendicidad, algo menos del 3 por ciento.

Por debajo del uno por ciento estarían los matrimonios forzosos, la extracción de órganos y otras actividades delictivas relacionadas con la trata de personas. Según los datos de la Fiscalía Nigeria es actualmente el país de África de donde procede la mayor parte de las víctimas de trata que son explotadas sexualmente en España, que "se ha convertido en un país de destino para la comisión de delitos contra la trata de seres humanos".

Del estudio de las diligencias de seguimiento abiertas en 2017 en la Unidad de Extranjería resulta que de las 289 víctimas que constan identificadas, 114 son de origen africano, siendo 113 de ellas de nacionalidad nigeriana, entre las cuales se encuentran 14 menores.

La mayoría provienen del Estado de Edo (Benín City) y son captadas con engaño, con falsas promesas de desarrollar un trabajo provechoso, de tal forma que la víctima cuando accede se compromete a pagar una cantidad "desorbitante" de dinero, entre 30.000 y 50.000 euros, que deberá satisfacer en los plazos que le señalen una vez obtenga rendimientos por su trabajo.

El acuerdo migratorio y el compromiso adquirido se sellan con prácticas de vudú o yuyú que garantizan no solo la devolución por parte de la víctima de la deuda contraída sino también no denunciar a los traficantes. Una vez realizada la práctica se les traslada a España "con suerte en avión y con peor suerte en patera siguiendo la ruta de Libia o desde Marruecos", relata la Fiscalía.

En el marco de este informe el fiscal de Extranjería, Joaquín Sánchez-Covisa, declara sobre estas víctima que "se logra su captación abusando de su patente necesidad, escasísima formación y evidente pobreza y son vendidas, torturadas, golpeadas, marcadas, humilladas, amenazas y coaccionadas de todas la maneras imaginables para vencer su resistencia a ser explotadas".

Por ello estima que "es prioritario rescatar a la víctima por encima del buen éxito de la investigación". La Fiscalía advierte de la complejidad de investigar la trata de seres humanos por el crimen organizado y la vulnerabilidad de las víctimas y lamenta que "a pesar de existir indicios más que suficientes de comisión del delito casi un 48 por ciento de las investigaciones acaban siendo archivadas de manera provisional".

Explica que las causas de estos archivos son que no se ha probado fehacientemente la participación de los investigados, que los autores se encuentran ilocalizables, a veces en el extranjero, y que las víctimas identificadas una vez liberadas acaban por no acudir a la sede judicial a ratificar la denuncia o a declarar sobre los hechos enjuiciados

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