Este artículo se publicó hace 5 años.
Maltrato animalUn cazador de EEUU mata al animal nacional de Pakistán y causa la indignación en el país
Bryan Kinsel Harlan pagó 110.000 dólares para matar al ejemplar, durante años en peligro de extinción. Las autoridades, sin embargo, defienden este tipo de práctica. La foto del cazador junto al cadáver del animal ha dado la vuelta al mundo.
Madrid-
Rabia, enfado e indignación. Esto es lo que han sentido muchos ciudadanos de Pakistán y del resto del mundo al ver la fotografía de un cazador de Estados Unidos junto al cadáver de Astor Markhor, una cabra salvaje y animal nacional de Pakistán.
"Fue un tiro fácil y cercano. Me complace tomar este trofeo", se jactó el cazador
Bryan Kinsel Harlan, cazador y empresario de Texas, pagó 110.000 dólares para viajar a la región de Gilgit-Baltistán, en el Himalaya, y matar al animal, que durante años estuvo en peligro de extinción. Pese a los trabajos de recuperación, se trata de un animal todavía protegido, salvo si tienes el suficiente dinero como para comprar un permiso de caza.
Pese a todo, Harlan no dudó en posar sonriente junto al animal en cuestión y grabar la cacería para mostrar a todo el mundo el momento en el que mata al animal.
Ola de indignación
"Fue un tiro fácil y cercano. Me complace tomar este trofeo", se jactó Harlan tras los hechos. Unas declaraciones que han desatado una ola de indignación en el país y que han plagado las redes sociales de comentarios reclamando al Gobierno que ponga límite a la caza.
Entre otras reacciones, destaca la de la organización animalista PETA, que recuerda a Harlan que "las cabras son individuos gentiles, no trofeos". Sin embargo, las autoridades parecen dispuestas a permitir el sacrificio de este animal a cambio de un módico precio. Lo justifican, sin embargo, alegando que los permisos de caza que otorgan sirven para disuadir a los cazadores furtivos y la conservación respetuosa de la fauna.
Animal en peligro
La población de este especial mamífero asiático ha ido disminuyendo como resultado de la deforestación, los ejercicios militares y la caza furtiva. En 2011, solo quedaban aproximadamente 2.500 marjores en la región.
Harlan es el tercer estadounidense que a acude a Pakistán para cazar a este majestuoso animal
Pakistán prohibió la caza local, lo que ayudó a salvar a la especie de la extinción en 2015, cuando la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cambió su estatus de "especie en peligro de extinción" a "casi amenazadas".
Sin embargo, sigue permitiendo que los extranjeros cacen no más de 12 machos por temporada en "áreas de conservación comunitaria". Gracias a estas medidas, dicen, un 80% del dinero recaudado con los permisos va destinado a la población local empobrecida. El resto es para las agencias gubernamentales.
Harlan es el tercer estadounidense que a acude a Pakistán para cazar a este majestuoso animal. Se trata de un práctica cada vez más habitual, donde cualquier individuo que esté dispuesto a pagar grandes sumas de dinero puede obtener un permiso que, a día de hoy, muchos pakistaníes consideran inconcebible.
El 21 de enero Dianda Christopher Anthony, también estadounidense, cazó un Astore Markhor pagando un total de 105.000 dólares. En el mismo mes, el 16 de enero, su compatriota John Amistoso, cazó otro ejemplar en el área de Bunji, pagando el permiso de 100.000 dólares, según informa el periódico paquistaní Dawn.
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