Este artículo se publicó hace 4 años.
Björn HöckeEl ultra que ha desatado un terremoto político en Alemania
Björn Höcke pertenece al ala más ultra de la formación Alternativa para Alemania, y ha sido el protagonista de la ruptura del cordón sanitario contra la extrema derecha.
Laura Cruz
Fráncfort-
Acontecimiento "imperdonable". Así calificaba Angela Merkel lo ocurrido en Turingia el miércoles, cuando su partido, CDU, votó al candidato liberal como presidente del Land de Turingia junto con la extrema derecha (AfD). Se rompía así un cordón sanitario que duraba ya más de cinco años. Las declaraciones de la canciller provocaron la dimisión del liberal Thomas Kemmerich, que llegó por sorpresa a la presidencia de Turingia habiendo obtenido únicamente un 5% de los votos, frente al 31% que consiguió el izquierdista Bodo Ramelow, presidente desde hace 5 años de este Estado federado. Kemmerich salió investido con 45 votos, uno más que Ramelow, el voto del polémico líder de AfD en Turingia, Björn Höcke.
Höcke es famoso en todo el país por representar al ala más radical de la formación de extrema derecha. Su foto felicitando y estrechando la mano al liberal Thomas Kemmerich copaba ayer las portadas de toda la prensa alemana y las comparaciones con una foto de Hitler estrechando la mano al presidente Paul von Hindenburg, quien luego le nombró canciller, se compartían masivamente por las redes sociales. Algunos diarios, como el histórico Spiegel, incluso han titulado: "¿Quién nos ha decepcionado? Los liberales".
AfD consiguió el segundo puesto en las elecciones de Turingia del 27 de octubre, obteniendo así un resultado histórico para su partido con un 23,4% de los votos. Esto colocó a CDU en la tesitura de tener que decidir si dejaba que gobernase el izquierdista Ramelow, que ya tenía un acuerdo con los Verdes y los Socialdemócratas para constituir un tripartito. Sin ese pacto, no había posibilidad de otro acuerdo de gobierno que no incluyese a AfD.
Höcke es el más temido de los políticos ultraderechistas
Höcke es el más temido de los políticos ultraderechistas y es famoso por sus polémicas declaraciones en un discurso público en Dresde a principios de 2017, en el que calificó el monumento a las víctimas del Holocausto nazi como "un monumento a la vergüenza", lo que le valió una denuncia penal de Die Linke, el partido de su adversario Ramelow.
En un discurso público en Dresde calificó el monumento a las víctimas del Holocausto nazi como "un monumento a la vergüenza"
La Oficina federal para la protección de la Constitución, historiadores y sociólogos alemanes coinciden en calificar la ideología de Höcke como extremoderechista y sus orígenes familiares atestiguan que el antisemitismo se respiraba en su entorno más cercano, pues su padre era suscriptor de la revista Die Bauernschaft fundada por el histórico negacionista del Holocausto Thies Christophersen.
Höcke formó parte en su juventud de la Junge Union, las juventudes de CDU. Este profesor de instituto se manifestó en 2010 en Dresde con neonazis, como documenta Barbara Lubich en su película Come together. El motivo de esta manifestación anual es la condena del bombardeo del 13 al 15 de febrero de 1945 por parte de los aliados, menos de dos meses antes de que se produjese la capitulación nazi.
Hay dudas sobre si Höcke ha escrito bajo el seudónimo Landolf Ladig en la revista neonazi Volk in Bewegung & Der Reichsbote, dirigida por el histórico ultra Thorsten Heise. Aunque Heise lo ha desmentido, se negó a firmar una declaración jurada de que Landorf Ladig no era Höcke. El sociólogo Andreas Kemper asegura que es "casi incuestionable" que hay una gran similitud entre los textos de Ladig y el transfondo de los discursos de Höcke. Thorsten Heise fue candidato del NPD, el partido neonazi alemán, y organiza festivales ultras en Sajonia. También es vecino de Höcke, aunque no han aclarado si les une algún tipo de amistad, pese a que hay vecinos suyos que afirman que sí.
El Parlamento alemán multó en agosto a AfD Turingia con 34.198 euros por un encuentro organizado por Höcke en 2017 en Kyffhäuser que no fue declarado en su contabilidad y para el que se usaron fondos del partido por valor de más de 17.000 euros. Höcke ha tenido también discrepancias con su propio partido debido a sus actitudes abiertamente ultraderechistas. Su mayor enfrentamiento se produjo con Bernd Lucke, quien en 2015 abogó por su expulsión del partido, cosa que finalmente no se llevó a cabo.
AfD, un ente con varias corrientes
En ocasiones, grandes pesos del partido como Jörg Meuthen, su actual líder central, calificaron algunos discursos de Höcke como "absoluta majadería". AfD es un ente con varias corrientes que nació en 2013 y ya se ha escindido. En 2017, poco antes de las elecciones al Bundestag, Frauke Petry abandonaba el liderazgo y la militancia de su partido político debido a la negativa de AfD a ofrecerse a pactar con CDU. Sus escándalos, como el supuesto desfalco financiero de Alexander Gauland o la publicación de que Alice Weidel tenía en su casa a una refugiada trabajando a la que pagaba con dinero negro, han sido la tónica todos estos años.
A finales de 2019 en el congreso de AfD se desechó la idea de que Höcke pudiese ascender para ser uno de los líderes centrales del partido, ya que se quería dar una imagen más suave
A finales de 2019 en el congreso de AfD se desechó la idea de que Höcke pudiese ascender para ser uno de los líderes centrales del partido, ya que se quiso dar una imagen más suave e incluso algunos miembros de AfD declararon que no descartaban la posibilidad de pactar algún día con CDU. Esta estrategia de fagocitación está funcionando electoralmente, pues los democristianos van cayendo en votos en cada elección, mientras que AfD consigue cada vez más sufragios, sobre todo en los Estados del este de Alemania. Tanto es así, que el líder CDU Turingia, Mike Mohring, ha declarado ya que no desea que haya una repetición electoral tras la dimisión de Kemmerich.
El temor a que Höcke pueda arrasar en las urnas es más que palpable. La difusión de una carta suya, enviada al liberal Kemmerich a principios de noviembre pidiendo un "pacto de los partidos civiles" contra el tripartito de izquierdistas, verdes y socialdemócratas, dejó en entredicho la afirmación de CDU, quien afirma que no ha pactado nada con la ultraderecha y que votó a Kemmerich en la tercera ronda porque era un candidato de centro que no se había presentado en las anteriores votaciones de investidura pero sí en la tercera. Höcke advierte a través de las redes sociales, utilizando la democracia en su beneficio: "Una democracia que es chantajeable no es una democracia".
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