La Guardia Civil ha accedido a la petición de una aspirante al cuerpo, embarazada en el momento del examen teórico de acceso, y ha permitido por primera vez que se examinara en otra fecha y que conserve la antigüedad, ya que hasta el próximo año no podrá presentarse a las pruebas físicas.

Según han indicado fuentes del instituto armado, se trata de V.M.J., una mujer embarazada que pasó el primer filtro y tenía que presentarse a las pruebas de la fase escrita —conocimientos, idiomas y psicotécnico— el pasado 8 de julio.

Un día antes, la mujer tuvo serias complicaciones en el embarazado y tuvo que ser hospitalizada.

Por ello, envió un correo electrónico a la Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil, en el que pedía el aplazamiento de su examen para una fecha próxima, algo que nunca se había producido, ya que, en todo caso, se posponían para la convocatoria del año siguiente.

Ya el día 10 de julio, V.M.J. dio a luz y volvió a reiterar su petición de hacer el examen en la convocatoria de este año.

La asesoría jurídica de la Guardia Civil decidió estudiar el caso para ver si podía ofrecerse una solución alternativa que no vulnerara el principio de igualdad de todos los aspirantes.

Así, la asesoría se remitió a una sentencia de la Sala Tercera de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo, que daba la razón a una recurrente en un caso similar.

La Guardia Civil estimó por tanto la petición de V.M.J. y la Jefatura de Enseñanza buscó una nueva fecha y ubicación para que la parturienta realizara el examen, que lógicamente fue diferente al que pusieron a los otros candidatos pero de similares características y grado de dificultad.

V.M.J. ha aprobado, pero tendrá que realizar las pruebas físicas en la convocatoria de plazas 2019-2020. Si las supera, se le conservará la antigüedad de un año, han indicado las mismas fuentes.