Sid Hamed Bouziane se casa el sábado con una española en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), pero eso no impedirá que sea deportado a Argelia a pesar de que allí está amenazado de muerte.

Este joven de 28 años, que permanece recluido en un CIE de Málaga, ha visto denegada su solicitud de asilo en España. 'Mi vida se ha acabado', le confesó ayer a su abogado, José Cosín. A pesar de que en el centro lo están tratando 'muy bien', asegura Cosín, 'Bouziane está muy asustado' porque el caso ha trascendido incluso a la prensa argelina y el gobierno 'es consciente de su traición'.

El abogado ha presentado un recurso ante la denegación del derecho de asilo por parte de la subdelegación del Gobierno en Málaga con el objetivo de ganar tiempo. 'Vamos a intentar recopilar pruebas', explica, 'y si tengo que coger un avión e ir a Argelia a por ellas, pues iré'. Ayer se reunió con el subdelegado, Hilario López Luna, y éste tenía 'una actitud positiva'. 'Dice que va a hacer todo lo posible por dar más tiempo al proceso', asegura Cosín.

Por el momento, tienen hasta el próximo martes para obtener una respuesta por el recurso interpuesto. 'Si es positiva, eso significa libertad. Si es negativa, entonces recurriríamos la decisión ante la Audiencia Nacional', explica. De todas maneras, a partir de ese momento la deportación ya sería ejecutable. Lo importante, para el abogado, es que López Luna les dé más tiempo para reunir las pruebas necesarias. 'Deportarlo significa condenarlo a muerte', sentencia.

Cosín y Bouziane no están solos en su batalla legal. Los indignados de Málaga han hecho suya la lucha del argelino por conseguir el asilo en nuestro país y ayer propusieron a todo el movimiento 15-M que realizaran concentraciones delante de los CIE o de las delegaciones del Gobierno a lo largo y ancho del país. Varias ciudades como Madrid, Valencia o Córdoba secundaron la convocatoria.

El próximo sábado, 13 de agosto, Candela se casará con Bouziane en el CIE de Málaga. Su matrimonio no servirá para que el joven logre quedarse, ya que se produce después de la orden de deportación.

Bouziane es el menor de una familia muy numerosa. Según su propio testimonio, sus cuatro hermanos mayores pertenecían al grupo A.I.S. (Ejército Islámico de Salvación), que luchaba contra el régimen argelino hasta que en el año 2000 abandonó las armas y sus miembros fueron amnistiados por el gobierno. Sin embargo, algunos formaron una facción salafista contra el régimen y continuaron la lucha. A tres de sus hermanos los mató el Estado argelino y el cuarto se encuentra en paradero desconocido, explica Cosín.

El abogado cuenta que los servicios secretos argelinos recurrieron entonces a Bouziane para infiltrarse en el grupo armado y lo retuvieron en tres ocasiones, en una de ellas pasó algunos días sin comer. Finalmente se vio obligado a aceptar las órdenes de infiltrarse para que lo soltaran, momento que aprovechó para coger una patera y cruzar el mar hasta llegar a nuestro país, en el año 2008. En Argelia ha dejado a su madre y a sus dos hermanas, cuya situación 'ha empeorado aún más' desde que su caso saltase a la prensa de su país.