Era la crónica de una muerte anunciada. No se celebrará un cara a cara entre los candidatos a la Junta de Castilla-La Mancha, el presidente, José María Barreda, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Ambos partidos no llegaron ayer a un acuerdo en la primera y única reunión que han mantenido para negociar las condiciones en las que se de-sarrollaría el encuentro.

'Ha quedado demostrado que De Cospedal teme más un debate con el presidente Barreda que una vara verde', afirmó Santiago Moreno, representante socialista en la negociación a la salida de la reunión. Para los socialistas, la falta de acuerdo no fue una sorpresa: 'Ha ocurrido lo que todos esperábamos', se lamentó Moreno. A lo largo de la campaña, el PSCM había denunciado en diversas ocasiones que los conservadores han puesto 'todas las trabas y excusas posibles para evitar el cara a cara'. A su juicio, la actitud esquiva del PP se debe a la incapacidad de su candidata: 'Cospedal no quiere debatir con Barreda porque no tiene un proyecto que confrontar, porque no conoce nuestra región ni las inquietudes de sus ciudadanos'.

Como si se estuviera disputando un partido de tenis, la culpa de por qué no hay debate salta de un campo a otro. Los representantes del PP acusan a los socialistas de negarse a incluir tres bloques de temas sobre los que discutir en el encuentro: 'La corrupción, la Caja Castilla La Mancha y otros escándalos de la región'.

La pelota vuelve al otro campo. Los socialistas argumentan que no se han negado a debatir sobre ningún tema. Simplemente, recomendaron que los tres asuntos propuestos por el PP se agruparan en un sólo bloque, denominado 'calidad democrática'. E insisten en que la ausencia de consenso era premeditada: 'Los representantes del PP han venido con la clara voluntad de no llegar a ningún acuerdo para que este cara a cara se produjera', afirmó Moreno.

En la batalla más disputada de la campaña, la lucha electoral por el feudo socialista de Castilla-La Mancha, ambas formaciones han medido cada movimiento de sus candidatos. Y el debate era parte de la estrategia. El PSOE fue el primero en lanzar el envite y lo ha mantenido hasta el final: 'No puedo dar más facilidades. Reitero mi ofrecimiento para hacerlo donde, cuando y como quiera la candidata del PP', afirmó ayer Barreda en Guadalajara tras conocer la ruptura de negociaciones. Horas después, en Ciudad Real, aseguró que Cospedal 'se siente insegura' y, por eso, 'no se atreve' a realizar ese cara a cara con él.

Cospedal: el paro no es una 'maldición bíblica' que no se pueda parar

La candidata del PP no se ha pronunciado al respecto en toda la campaña. Sin embargo, la correspondencia mantenida entre ambos partidos para organizar el debate muestra las evasivas y los retrasos del PP.

Cospedal volvió ayer a dar la callada por respuesta. Durante un acto público en La Puebla de Almoradiel (Toledo) centró su discurso en el plano económico, tal y como ha venido haciendo durante toda la campaña. Esta vez, recriminó a los socialistas evadir su responsabilidad sobre el desempleo. Rechazó, en esta línea, que el paro sea una 'maldición bíblica' y que no se pueda hacer nada para ponerle freno.

Eva Almunia (PSOE) promete 400 millones para empleo y formación

La promesa electoral de la jornada tuvo un precio: 400 millones de euros. La idea fue de Eva Almunia, candidata socialista a presidir la Diputación de Aragón, que se comprometió a reorientar los presupuestos para crear un plan de empleo y reactivación de la economía, dotado con esa cantidad. Almunia aseguró que, de esa partida, 200 millones de euros estarían destinados a formación.

Este plan beneficiaría, principalmente, a dos colectivos. Por un lado, ayudaría a los emprendedores que quisieran abrir un negocio en Aragón, ya que, según Almunia, el aumento del empleo pasa por crear nuevas empresas. Y, por otro, a los trabajadores poco cualificados. La candidata socialista apuntó el dato de que el 85% de los parados en Aragón tiene estudios básicos y 'muy pocos empleos van a ir para personas que no tienen cualificación profesional y formación'.

Griñán busca el apoyo en los barrios para impedir que el PP gane en Sevilla

José Antonio Griñán, el presidente de la Junta de Andalucía, acompañó ayer al candidato del PSOE a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, a un nuevo barrio de corazón socialista en busca del puñado de votos que impediría al PP quedarse con la capital de Andalucía. 'No hemos querido sacar la campaña de los barrios en Sevilla', dijo Griñána los periodistas. Y menos aún después de las últimas encuestas, que colorean el mapa de azul. Azul oscuro casi negro para el PSOE.

Feijóo justifica que Baltar dé 3.000 euros en un mitin por ser 'una deuda privada'

Carme Chacón, en Alcosa, José Bono, en la Macarena, Zapatero, en Miraflores, o la exministra Bibiana Aído, hoy, en Cerro-Amate. Todos han pedido el voto en distritos donde el PSOE sabe que puede despertar, o al menos desvelar, a su electorado sin morir en el intento. Queda aún Felipe González, que mañana echará el telón también en Cerro-Amate. El tirón del expresidente supondrá un alivio a las contracturas socialistas en la jornada de reflexión de una campaña a la que le han sobrado días. En 2007, el PSOE obtuvo 84.366 votos en sus cinco feudos Norte, Macarena, San Pablo-Santa Justa, Cerro-Amate y Este-Alcosa-Torreblanca, 37.597 más de los alcanzados por el PP. Más sangre socialista, imposible. Pero más desencanto en casa cuatro años después, imposible también, informa Olivia Carballar.

Fernández (PSOE): 'Cascos está incubando el huevo de la serpiente'

La entrada de Álvarez-Cascos en la puja electoral por Asturias y su acusación de un pacto secreto entre PSOE y PP le han ganado la enemistad de sus rivales políticos. El candidato socialista en el Principado, Javier Fernández, advirtió ayer de que Cascos, que aseguró que se presentaría a las generales en 2012, pretende iniciar en Asturias un proyecto de extrema derecha. Fernández alertó de que el exvicepresidente está 'incubando el huevo de la serpiente'.

Ya con la vista puesta en el final de la campaña, los principales partidos recrudecieron ayer sus acusaciones mutuas de corrupción con una ofensiva que, por encima de todo, ensucia la imagen de la política. El PSOE centró su mirada en el Ayuntamiento de Oviedo y pidió al fiscal del Tribunal de Cuentas que recurra el archivo de una investigación sobre la expropiación de un palacete. Un informe apunta a la existencia de un pacto oculto para cerrar el acuerdo. El propietario, una empresa inmobiliaria, llamada Comamsa, tasó el edificio en 63 millones de euros. Como el Ayuntamiento no podía hacerse cargo, ofreció, a cambio, permiso para construir un gran aparcamiento en el centro de la ciudad.

El PP, por su parte, volvió a exigir al presidente saliente de la región, Vicente Álvarez Areces, explicaciones parlamentarias de la imputación de su exconsejero de Educación y de su número dos en un caso con cinco detenidos por adjudicaciones irregulares de contratos del departamento. Entre tanto encono, la candidata popular, Isabel Pérez-Espinosa, encontró tiempo para un reconocer un ámbito de consenso. Espinosa elogió a la consejera socialista de Justicia, María José Ramos, por 'aplicar sin sectarismos y por encima de las ideologías un buen plan' contra la violencia machista, informa Raúl Álvarez.

A tres días de las elecciones, las promesas han dejado paso al flirteo político por los pactos para formar Gobierno. Pero hay algunos que se resisten. Roberto Jiménez, candidato socialista a la Presidencia de Navarra, contestó ayer en RNE a la propuesta de Nafarroa Bai de formar una coalición después de los comicios del 22 de mayo. 'Las prácticas del pacto y la butaca son más de lo mismo', afirmó Jiménez, quien insistió en que 'lo fundamental ahora mismo, lo que toca, son las propuestas'.

Los deseos de cambio político en Navarra, donde gobierna UPN, planean en la campaña. El martes fue Patxi Zabaleta, líder de Nafarroa Bai, quien lanzó su apuesta. Zabaleta afirmó que NaBai y PSN son 'agentes principales del cambio' y ofreció a Jiménez un preacuerdo: 'conformar un Gobierno de cambio'. Ayer, Jiménez tomó nota de la propuesta, pero dejó su decisión para después del 22-M.

Para Mariano Rajoy fue 'una anécdota' y para el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, 'el pago de una deuda privada'. Los dirigentes del PP manifestaron ayer su apoyo al presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, quien repartió 3.000 euros en billetes de 50 entre los asistentes a un mitin en Xinzo de Limia (Ourense).

El presidente de Galicia cree que Balta 'se justificó debidamente' y calificó la denuncia del BNG de 'difamación'. Las respuestas no se hicieron esperar. El secretario xeral del PSdeG, Manuel Pachi Vázquez, afirmó que Baltar 'es un caso perdido' y que Feijóo 'está entrando en ese camino sin retorno de la vergüenza para toda Galicia'.

Tampoco convenció la justificación de Feijóo al portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, quien se lamentó de que aún no hubiera expulsado a Baltar por una actitud que considera 'predemocrática'.

País Valencià

'Excepcional, emocionante y maravilloso'. Así definió ayer Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, el mitin central del partido en la plaza de toros de la ciudad, el pasado martes. La presencia del líder nacional del partido consagró el optimismo dentro del mismo. Si durante toda la campaña ya sonreían las encuestas, las balsámicas muestras de apoyo de Rajoy sacaron la espinita de la escasez de apoyos nacionales en la campaña de los conservadores.

El apoyo sin fisuras de Rajoy agrandó todavía más la figura de Camps ante sus compañeros de partido. El poder interno del presidente valenciano no tiene contestación, al menos mientras su situación judicial está imputado en el caso Gürtel no se agrave. Los aplausos en el mitin de anoche en L'Alcora cuando hizo su entrada en el acto pusieron en pie a los asistentes y provocaron el emocionado recibimiento de Alberto Fabra: 'Aprovecho para felicitarte, ayer supiste hacernos ver que somos un gran partido'. El alcalde de Castellón parecía estar pidiendo perdón por haber figurado en las quinielas de sucesión cuando, en la pasada primavera, la cúpula nacional del partido dejó en el aire la proclamación de Camps como candidato.

Francisco Camps se sumó a la satisfacción que otros compañeros de partido habían mostrado por el acto del martes. La plaza de toros, dijo, se convirtió en 'el centro de la alegría y el optimismo', informa Belén Toledo.