El Congreso de los Diputados gastó en el primer semestre del año más de 2,8 millones en viajes internacionales y en desplazamientos de diputados en territorio nacional, según los últimos datos de la Cámara.

En concreto, entre el 1 de enero y el 30 de junio, la Cámara ha facturado 2.525.773,18 euros en viajes de sus señorías dentro del país para el desarrollo de su actividad tanto parlamentaria como estrictamente política.

Esta cantidad incluye billetes de avión, tren y autobús, así como indemnización por kilometraje en vehículo privado, además de los gastos de gestión, cancelaciones, cambios y billetes emitidos pendientes de utilización. La cifra es 43.375 euros superior (1,5%) a los 2.482.397,69 euros que se facturaron por los mismos conceptos en el primer semestre de 2017.

La Cámara ofrece esta información de forma trimestral y desglosada en tres conceptos: lo gastado en los viajes de sus señorías a sus circunscripciones, lo destinado a cubrir desplazamientos para actos políticos y lo invertido en viajes institucionales.

En total, entre enero y junio se destinaron 1,65 millones a sufragar los viajes a las circunscripciones, 202.988 euros a la asistencia a actos políticos y 1.398,55 euros a actividades oficiales. Por este último concepto no se ha producido ningún gasto en el segundo trimestre.

A estas cifras hay que sumar los 327.967,36 euros que ha facturado el Congreso en concepto de viajes fuera de España. La Cámara baja lleva realizadas más de medio centenar de salidas internacionales en los primeros meses del año, pero de momento sólo tiene contabilizado el coste económico de las 37 que se hicieron el primer trimestre, por los que se han facturado un total de 327.967,36 euros. Dos de estos desplazamientos no conllevaron gasto alguno.

108.650 euros, el viaje más caro

El mayor gasto lo ha representado el viaje a Estrasburgo (Francia) de la delegación española a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, realizado a principios de enero, que ha supuesto a la Cámara el desembolso de 108.650,06 euros.

Los viajes para acudir al Plenario de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, aunque casi todos tienen como destino Bruselas o Estrasburgo, suelen ser los de mayor presupuesto ya que se trata de la delegación más numerosa de las Cortes Generales.

Detrás aparecen dos viajes a Estados Unidos realizados en febrero: uno a Nueva York de la delegación española en la Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP), que costó 39.656,55 euros, y otro a Washington y Carolina del Sur que protagonizó la delegación española de la asamblea parlamentaria de la OTAN, que supuso un gasto de 20.248,16 euros.

Otro destinos de viajes parlamentarios internacionales en los primeros cuatro meses del año han sido Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), Tallín (Estonia), Valparaíso (Chile), Sofía (Bulgaria), Copenhague (Dinamarca). Estambul (Turquía), Doha (Catar), Moscú (Rusia), Ammán (Jordania), Maputo (Mozambique), Vilna (Lituania), Baku (Azerbaiyán), Riad (Arabia Saudí), y El Cairo (Egipto).

Primera legislatura sin dieta fija

En esta legislatura, la Mesa del Congreso que preside Ana Pastor acordó eliminar las dietas que venían cobrando los diputados por viajes oficiales en el extranjero y sustituirlas por un sistema de abono de gastos debidamente justificados.

Antes los diputados recibían una dieta fija de 150 euros por cada día que estuvieran en el extranjero por un viaje oficial "expresamente autorizado" por la Mesa. La Cámara decidió eliminar esa indemnización diaria y, en su lugar, los diputados deben pasar factura de los gastos que hagan en su viaje para que, una vez justificados, el Congreso se haga cargo de ellos. Esta medida, en cambio, no se adoptó en el Senado, que mantiene la dieta diaria.