El Tribunal Superior valenciano (TSJCV) ha accedido a la pretensión del president Francisco Camps para que declaren como testigos en el caso su escolta, su chófer y el contable de Orange Market, Cándido Herrero, ya imputado en la causa que se sigue en Madrid.

La decisión del tribunal contradice la adoptada por el instructor del caso, el juez José Flors. Camps había solicitado que en la audiencia preliminar donde se debe oír a las partes sobre la procedencia de la apertura del juicio oral se practicaran una serie de diligencias, entre ellas, la toma de declaración como testigos a su escolta y a su conductor oficial, así como al considerado jefe de la trama Gürtel, Francisco Correa, además de otras pruebas.

Ahora, el TSJCV sostiene que 'no es inútil' la comparecencia del escolta y el chófer en la llamada audiencia preliminar, donde debe decidirse si se abre juicio o no a Camps y a los otros tres imputados por recibir trajes. Lo que digan, aduce el tribunal, 'podría en general tener alguna influencia a la decisión que se deba adoptarse entre abrir el juicio o el sobreseimiento'.

La decisión del TSJCV no tendrá efectos inmediatos. Y ello porque el tribunal ya ordenó hace dos semanas acumular todo lo relativo a los trajes en un solo proceso. Es decir, unir la investigación sobre quienes recibieron los trajes y la de aquellos que los pagaron: Francisco Correa, ÁlvaroPérez y Pablo Crespo, el trío que presuntamente capitaneaba la red corrupta. Acumular implica suspender la audiencia preliminar prevista. Contra esa resolución del TSJCV, recurrieron el PP y los imputados. Ahora, el tribunal debe decidir si revoca su propia decisión.