Mariano Rajoy y Josep Antoni Duran i Lleida rivalizaron ayer por momentos en buscar el asidero mínimo que permita la abstención de CiU en la votación de investidura, posición que satisface las necesidades de ambas partes en el doble frente del Congreso y el Parlament de Catalunya, donde el Gobierno de Artur Mas depende del voto del PP.

'Estoy dispuesto a hablar' fue lo máximo que obtuvo Duran sobre el pacto fiscal, cuestión que Rajoy despachó inicialmente sin miramientos. 'Mi prioridad para Catalunya es crear empleo y recuperar el crecimiento', afirmó Rajoy tras el alegato del portavoz de CiU en defensa de un nuevo modelo de financiación. 'España nos está haciendo más pobres', afirmó el dirigente nacionalista tras subrayar que 'en Catalunya nadie entiende' tener 'un déficit fiscal estructural anual superior a 16.000 millones de euros'.

Duran mostró su sintonía en términos generales sobre los planes de Mariano Rajoy para estimular el crecimiento y crear empleo, incluida la necesidad de una 'reforma profunda' del mercado laboral, pero topó abiertamente ante el 'tufo recentralizador' de sus ideas sobre la reforma de la Administración, en especial sobre el intento de armonización normativa a través del sistema de 'reconocimiento de licencias y permisos' anunciado por el candidato.

Como estaba previsto, sin embargo, el pacto fiscal marcó la distancia entre Duran y Rajoy, al que el dirigente nacionalista llegó a referirse como 'presidente' ante la evidencia de la mayoría absoluta del PP. El portavoz de CiU se esforzó por presentar la cuestión como una necesidad que trasciende los intereses de Catalunya. 'España no saldrá de la crisis sin Catalunya y Catalunya difícilmente actuará de locomotora sin un pacto fiscal que reduzca el déficit estructural que padecemos', afirmó Duran. El portavoz de CiU recordó que este desfase se mantiene desde hace 25 años de forma constante en torno al 8% u 8,5% del PIB, a pesar de la última reforma de 2009.

Conocedor de antemano de la postura inamovible de Rajoy, Duran enfatizó el tono de la demanda. 'Nadie entiende la etérea, confusa y nada transparente política de solidaridad (...) que permite que quien más aporta sea también quien más deba recortar', afirmó tras recordar que la Generalitat está aplicando ya en 2011 un drástico recorte del gasto por una suma de 2.635 millones. 'Una sexta parte de los 16.000 millones de déficit fiscal anual de Catalunya con el Estado', apostilló.

Duran emplazó reiteradamente a Rajoy a 'mojarse' y conceder al menos 'una mínima satisfacción' atendiendo la reclamación de los 1.450 millones a cuenta del Fondo de Competividad, defendida en su momento por el PP. 'Con eso me conformaría', llegó a afirmar el portavoz de CiU, quien también pidió al candidato abonar al menos un anticipo de la partida de los 759 millones de deuda pendiente a cuenta de la disposición adicional tercera del Estatut sobre inversiones en infraestructuras. 'Si la ley les da la razón, tengan la absoluta seguridad de que cumpliré la ley', concedió Rajoy por dos veces, decidido a arrancar la abstención de CiU.