Este artículo se publicó hace 4 años.
Vulnerables coronavirusLa pandemia aflora el hambre: las peticiones de ayuda para comer crecen hasta un 50% en las grandes ciudades
Los ayuntamientos registran una avalancha de peticiones de ayudas de emergencia y de reparto domiciliario de alimentos de hogares a los que la 'hibernación' de la actividad económica por el coronavirus ha dejado sin recursos para subsistir.
Zaragoza--Actualizado a
La pandemia y las recetas para tratar de atajarla han hecho aflorar el hambre y la escasez que siguen sufriendo amplios sectores de la sociedad española, que está comenzando a sumergirse en una crisis de magnitud y consecuencias tan inciertas como inquietantes cuando todavía no ha salido de la anterior: más de 16.000 familias han pedido en los últimos días algún tipo de ayuda pública para poder comer en las grandes ciudades, a los que se suman casi otras 8.000 a las que ha sido necesario transferirles el valor de las becas de comedor de sus hijos para garantizar su correcta alimentación.
El parón de la economía ha cortado en seco los ingresos de miles de trabajadores precarios, un colectivo que supera los tres millones de miembros y al que se añaden más de 300.000 falsos autónomos. Y eso, en un país que vive al día, en el que una de cada cuatro familias bajo el umbral de la pobreza y en el que los analistas cifran por encima del 30% del PIB el peso de la economía sumergida, produce las consecuencias de las que ya habían advertido expertos en desigualdad como Gustavo García, de la Asociación de Directores de Servicios Sociales: "Las familias precarias van a tener problemas de subsistencia", decía. "Estamos hablando de gente que está pasando hambre y que tiene que racionar lo poco que tiene, y de familias con niños", añadía.
Ese pronóstico ha comenzado a cumplirse con toda su crudeza, especialmente en las principales ciudades del país, en las que miles de familias han comenzado a pedir ayuda a los ayuntamientos para poder comer, con datos escalofriantes como el aumento de hasta el 50% de las ayudas de emergencia para alimentación de Zaragoza o el incremento del 30% en la demanda de packs de comida domiciliaria de Barcelona.
Público ha recabado datos sobre cómo se está manifestando esta realidad en las cinco principales ciudades del país. Al ayuntamiento de la sexta, Bilbao, le fue imposible atender la solicitud de información.
Madrid: casi medio millar de llamadas de auxilio diarias
El grueso de las llamadas de auxilio recibidas entre el 19 y el 30 de marzo en el teléfono de atención municipal 010, algo más de cuatro de cada cinco, casi 470 al día, eran para pedir el envío de comida a domicilios que no podían acceder a ella (2.785) o directamente solicitaban ayuda económica (2.852) por carecer de medios de subsistencia. El resto fueron, principalmente, consultas sobre alojamiento, temas jurídicos, dependencia y teleasistencia.
Y no se trataba únicamente de ancianos que no podían salir de sus casas para hacer la compra, ya que, según los datos facilitados por el área de Bienestar Social del consistorio madrileño, casi el 70% de las peticiones eran de familias, mientras que las de los mayores solo supusieron el 17%.
Las demandas se resuelven en un plazo máximo de 48 horas, tras contactar con los solicitantes un trabajador social que decide qué recurso se asigna a esa familia. "En estos momentos, la demanda de ayuda económica en muchos casos se canaliza a través de contratos de comida a domicilio, aunque los profesionales evalúan caso por caso", explicaron fuentes municipales, que añadieron que en unos días comenzará el reparto de 2.000 tarjetas prepago a familias en situación de vulnerabilidad para que puedan adquirir alimentos y productos de primera necesidad.
El volumen de menús repartidos a domicilio cada día por el ayuntamiento ya supera los 9.500, una cifra que incluye la de los afectados por el cierre de los comedores de los centros de mayores.
Barcelona: comida para más de mil adultos y 5.000 niños
El Ayuntamiento de Barcelona ha aumentado en un 30% los servicios de distribución domiciliaria de comida, las de acompañamiento y las de comedores sociales, que han alcanzado un volumen de 4.800, con un crecimiento de más de un millar tras el inicio de la crisis del coronavirus.
El Ayuntamiento de Barcelona ha aumentado en un 30% la distribución de comida a domicilio
Paralelamente, los nueve centros de servicios sociales vienen atendiendo una media de más de un millar de consultas diarias, en su inmensa mayoría relacionadas con la falta de recursos, con aumentos del 20% de un día para otro, señalaron fuentes municipales.
A estas líneas de trabajo se les suma el reparto de 5.100 tarjetas-monedero con el importe de las becas de comedor de otros tantos alumnos de 44 centros educativos de la ciudad, que han dejado de comer a mediodía en ellos y cuyas familias carecen de recursos para garantizar su nutrición.
València: más de 600 comidas diarias para 'sin techo' y chabolistas
El Ayuntamiento de València aprobó entre en 16 y el 27 de marzo 844 ayudas de urgencia por un importe de 340.222 euros para cubrir necesidades básicas como alimentación, ropa, medicamentos y alojamiento, con una tramitación exprés (petición telefónica y tramitación en 24 horas) desde el lunes 23.
Paralelamente, el consistorio reparte desde el día 16 una media de 210 packs de comida diarios a los sin techo de los polideportivos de El Carme, el Cabanyal y el Llit del Túria, en una línea de trabajo que incluye la entrega de otros 400 en asentamientos chabolistas de la ciudad, donde Cruz Roja distribuye otros tantos kits de higiene. Eso suma casi 10.000 atenciones en las dos semanas y media de confinamiento y parón de la actividad económica por el estado de alarma, mientras el servicio de reparto domiciliario de comida para vecinos que no pueden procurársela atiende a 484 hogares, con un aumento de 36 (8%) en la última semana.
Por otro lado, los trabajadores de los servicios sociales están contactando una a una con las 1.600 familias cuyos hijos disponían de becas de comedor municipales para efectuarles ingresos bancarios de 200 euros por menor para garantizar su nutrición durante la crisis del coronavirus.
Sevilla: 4.500 personas auxiliadas
"Se han podido atender hasta ahora desde el inicio de la crisis sanitaria a más de 3.000 unidades familiares o personas sin recursos con los dispositivos municipales, y aproximadamente a otras 1.500 a través de los programas cofinanciados con otras entidades, sin incluir al banco de alimentos", explican fuentes del Ayuntamiento de Sevilla, que destacan dos líneas de actuación: la puesta en marcha de un programa de garantía alimentaria para 1.200 hogares con menores en coordinación con la Junta tras el cierre de los comedores escolares, y la atención, con comida y alojamiento, a 700 personas sin hogar en centros municipales, en hostales y en tres polideportivos habilitados para acogerlos estos días.
Se han reforzado los Servicios Sociales con una mayor atención al ciudadano
También "se han reforzado los Servicios Sociales con una mayor atención al ciudadano con el objetivo de atender a todas las familias que requieran de garantía alimentaria por haber entrado en situación de vulnerabilidad", indicaron las mismas fuentes.
Esas acciones se suman a otras que funcionan todo el año como el plan de ayudas directas para gastos domésticos, el de garantía alimentaria para menores y una serie de acuerdos con distintas entidades sociales que, con un importe de 665.000 euros para comedores y cátering, permite distribuir 1.500 menús cada día en barrios desfavorecidos.
Zaragoza: se doblan las solicitudes de ayuda
En Zaragoza se han duplicado las solicitudes de ayudas urgentes de familias en situación de vulnerabilidad para alimentación: el ayuntamiento concedió entre el 16 y el 30 de marzo un total de 1.673, con un importe de 436.850 euros, cuando en el mismo periodo del año anterior se habían otorgado algo menos de la mitad (813) y por una cuantía inferior (187.100).
Según explicaron fuentes municipales, el nivel de aprobación de las solicitudes alcanza el 95%, ya que en esas dos semanas se presentaron 1.747, en línea con el 93% del año pasado, lo que revela un aumento notable de las familias con problemas de subsistencia tras el inicio del confinamiento y el parón de la actividad económica por el estado de alarma a raíz del coronavirus.
Esta línea de trabajo se suma a otras como el reparto domiciliario de 580 menús para personas en situación vulnerable que desarrolla todo el año La Caridad, al que se van a añadir en los próximos días las 190 que se encontraban en lista de espera, y la distribución de packs de comida para el medio millar de ancianos que utilizaban los comedores de los centros de mayores, un servicio al que se están sumando medio centenar de usuarios cada día.
"El confinamiento está teniendo efectos muy importantes y nuestra prioridad es dar respuesta a las necesidades básicas de quienes más lo necesitan", señaló el concejal de Acción Social y Familia, Ángel Lorén, que añadió que "ante el cierre [de la atención] presencial de los centros municipales, hemos adaptado la gestión por vía telemática con una gran eficiencia en la tramitación de las ayudas".
Zaragoza en Común (ZeC) denunció este martes que el dispositivo diseñado por el equipo de gobierno PP-C’s mantenga abiertos solo tres de los dieciocho centros de servicios sociales de la ciudad "en un momento crítico como el actual" y que en ellos, según denunció la concejal Luisa Broto, "solo desarrollen su tarea diariamente, y de manera rotatoria, una quinta parte de los profesionales de estos centros (39 de los más de 200) y el resto carezcan de instrumentos para poder trabajar telemáticamente". Ese trabajo "de mínimos", anotó, está suponiendo "un colapso en la atención de esos centros" pese al esfuerzo de los profesionales.
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