Este artículo se publicó hace 4 años.
Petróleo y coronavirusContinúan las turbulencias en el mercado mundial de petróleo: el Brent se desploma por debajo de los 20 dólares
Arabia Saudí plantea adelantar el recorte de la producción acordado para el mes de mayo para intentar cambiar la tendencia a la baja de los precios.
El mercado de petróleo a nivel mundial vive días oscuros, con una caída de precios que no alcanza su suelo y con un recorte de la producción diaria acordada por la OPEP+ que, pese a sus esfuerzos, puede haber llegado demasiado tarde para paliar los efectos del descenso de la demanda provocada por la covid-19.
Hacía 18 años que el Brent no caía por debajo de la barrera de los 20 dólares
Este martes el mayor damnificado ha sido el barril de Brent, la unidad de medida estándar que se utiliza en Europa para los intercambios comerciales de crudo. Según los últimos datos consultados a las 15:45, el precio se sitúa en en 20,02 dólares por unidad, lo que supone un ligero repunte respecto a la tendencia que había mantenido a lo largo del día, cuando ha roto por primera vez en 18 años la barrera de los 20 dólares y ha caído hasta los 18,19 dólares.
Esta jornada sombría para el mercado petrolero no es sino el enésimo golpe que encaja desde que comenzara la crisis del coronavirus. De hecho, el Brent cotizaba el pasado tres de enero a 68,71 dólares, mientras que a día de hoy tiene dificultades para mantenerse por encima de los 20, lo que se traduce una caída acumulada en estos meses de más del 72%.
El pronunciado descenso en el consumo global de petróleo causado por la covid-19, que ha paralizado la mayor parte de las actividades económicas a lo largo del mundo, ha provocado un exceso de oferta que la demanda del mercado no ha podido absorber.
No es para menos, ya que se ha disminuido el consumo mundial de petróleo en cerca de 11 millones de barrilles diarios, según ha informado la Agencia Internacional de Energía (AIE). Además, pronostican una una caída que llegará a los 29 millones de barriles en el mes de abril.
Ante estas fúnebres predicciones, la OPEP+ anunció un recorte en la producción diaria de 9,7 millones de barriles diarios que comenzará en mayo. El problema es que puede que estas medidas lleguen demasiado tarde y que no sirvan para enmendar las decisiones de las semanas previas al acuerdo. Especialmente las tomadas por Rusia y Arabia Saudí, que iniciaron una guerra de precios al negarse en un principio a reducir el número de barriles que ponían en el mercado.
Visto el destrozo, fuentes del país del golfo pérsico ya han insinuado que podrían adelantar el recorte y que entre en vigor en el menor tiempo posible. "Algo se tiene que hacer sobre esta sangría", ha sostenido una fuente oficial saudí a EFE. "Pero podría ser un poco tarde", ha añadido.
Ventas en negativo y problemas de stock de EEUU
La situación fue aún más dantesca en el mercado estadounidense, que toma como referencia el West Texas Intermediate (WTI). El WTI para entrega en mayo, cuyo plazo para la compra y la venta se cerraba ayer, entró incluso en terreno negativo, una situación inédita.
El Texas cerró el lunes en -37,6 dólares y lucha por volver a valores positivos
El Texas para entrega en mayo cerró el lunes en -37,6 dólares por barril y hoy, antes de la apertura formal del mercado, sigue cotizando en negativo, en torno a -2 dólares, aunque en algunos momentos de la madrugada ha entrado en terreno positivo.
Sin embargo, el precio del WTI para entrega en junio, el que acapara ahora mayor volumen de negociación, cotiza a 15 dólares por barril, un nivel bajo, puesto que a principios de año se negociaba a más de 60 dólares, pero muy alejado de los -37,6 dólares de los contratos para entrega en mayo.
Para comprender el desplome histórico del WTI es necesario añadir al análisis dos factores más: la falta de capacidad de almacenamiento, sobre todo en EEUU, y el hecho fundamental de que los contratos del Texas para entrega en mayo vencen hoy.
La semana pasada, los inventarios de crudo de EEUU registraron el mayor incremento semanal de su historia, probablemente porque las empresas que extraen petróleo de esquisto (shale oil) no han dejado de producir pese a la caída de los precios.
La drástica caída de la demanda y el limitado recorte de la oferta han hecho que la capacidad de los depósitos de crudo situados en Cushing (Oklahoma), el epicentro de la industria petrolera estadounidense, esté al límite.
En esta situación, y ese es el elemento clave de lo ocurrido ayer, se produce hoy el vencimiento de los contratos para entrega en mayo, lo que implica recibir el petróleo adquirido a través de contratos de futuros.
Muchos inversores que no tenían capacidad para almacenar el crudo adquirido han intentado colocarlo en el mercado, lo que ha provocado una espiral vendedora e incluso ha llevado a parte de ellos a pagar con tal de quitarse de encima el petróleo.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.