Este artículo se publicó hace 7 años.
La OCDE alerta de las dificultades de "garantizar una pensión decente" en España
El organismo, preocupado por el alto desempleo y los largos periodos de inactividad, avisa de las desigualdades en los ingresos de los pensionistas españoles, en particular de los que tengan un nivel educativo menor y de las mujeres.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha puesto en su punto de mira a los pensionistas españoles y a sus ingresos cada vez más desiguales. El organismo ha publicado este miércoles un nuevo informe en el que alerta de que en España, debido a las carreras laborales irregulares (con menores periodos de cotización y menores derechos a una pensión), "será particularmente difícil garantizar una pensión decente", sobre todo, a las personas con bajo nivel educativo y a las mujeres.
Para la OCDE, que insta a los políticos a actuar "urgentemente" para afrontar los retos que plantean el envejecimiento de la población y la evolución del mercado laboral, la situación en España es especialmente preocupante. El país se convertirá a mediados de siglo en el segundo más envejecido de la OCDE, después de Japón, un fenómeno que agravará el escenario para la futura tercera edad y que amenaza sus avances en el terreno económico.
El organismo considera alarmante el alto nivel de desempleo y de inactividad, cuyas consecuencias afectan a la financiación del sistema de pensiones. El organismo recuerda que la tasa de paro sigue siendo el doble de la que había antes de la crisis, y que es muy superior entre los que tienen un bajo nivel de educación (26%) que entre los que disponen de estudios superiores (11%).
En paralelo, entre los jóvenes de 15 a 29 años, el porcentaje de "ninis" -ni trabajan ni están en el sistema educativo ni en proceso de formación- todavía se sitúa en el 22%, seis puntos porcentuales más que antes de la crisis. En este contexto de dificultades de inserción laboral de los jóvenes, la fractura entre generaciones se ha agudizado más en España que en otros países de la OCDE: los ingresos del grupo de 60 a 64 años se han incrementado un 25% más que en el de 30 a 34 años, frente a una media del 1 % en los 35 países miembros de la organización.
Pero el problema de la exclusión del mercado laboral afecta también a los activos de mayor edad, como lo pone en evidencia el porcentaje de los que tienen un empleo en el grupo de 55 a 64 años: un 49% en España frente al 59% de media en la OCDE. Por todos esos elementos, la organización considera fundamental favorecer el inicio de la vida activa con una transición "suave" entre el sistema escolar y el laboral, limitar el impacto de las pérdidas de empleo y luchar contra el paro de larga duración.
Los autores del informe advierten de que en términos generales las desigualdades económicas y sociales entre los mayores corren el riesgo de agravarse conforme lleguen a la edad de jubilación las generaciones que han experimentado recorridos laborales más "irregulares". El cambio se producirá a partir de los nacidos en los años 1960 y lo sufrirán sobre todo las personas con menor nivel educativo, cuya esperanza de vida es notablemente inferior: a los 25 años, casi 8 años menor que la de un joven con estudios universitarios.
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