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Un informe independiente critica a la filial británica de Sabadell por su crisis informática

El fallo, producido en abril de 2018, dejó a millones de clientes sin acceso a sus cuentas durante semanas y dio pie a un aumento de los ataques fraudulentos.

Una mujer entra en una sucursal del banco TSB en Londres. REUTERS/Neil Hall

Lawrence White y Iain Withers/Reuters

Una investigación ha descubierto que un fallo en el sistema informático del banco británico TSB que bloqueó en abril de 2018 el acceso a las cuentas de casi 2 millones de clientes y redujo a la mitad el beneficio de su matriz Sabadell el año pasado fue causado por realizar una migración de la plataforma informática bancaria antes de haberla probado adecuadamente.

El informe del bufete de abogados Slaughter & May concluyó que el consejo de administración de TSB no había "comprendido plenamente el alcance y la complejidad" del nuevo sistema antes de que se produjera el fallo, lo que obligó al entonces consejero delegado de la filial del Sabadell en Reino Unido, Paul Pester, a dejar el cargo tras las críticas de clientes y políticos.

El informe también reveló que Sabis, la unidad informática de Sabadell, no estaba preparada para operar la nueva plataforma, y que no había probado tampoco uno de los dos centros de datos de los que dependería la nueva plataforma antes de su lanzamiento.

Un portavoz de Sabadell dijo que ha apoyado plenamente a TSB durante todo el proceso.

TSB, que fue adquirida por Sabadell en 2015, tuvo que contratar a más de 2.100 personas el año pasado tras la fallida migración de los datos de los clientes a la nueva plataforma informática gestionada por su matriz. El fallo dejó a los clientes sin acceso a sus cuentas durante semanas y dio pie a un aumento de los ataques fraudulentos.

La crisis informática ha arrojado una larga sombra sobre el banco, que intenta enderezar el rumbo bajo la dirección de su nueva consejera delegada, Debbie Crosbie, quien presentará su estrategia para el banco la próxima semana.

Sin embargo, la entidad ha sido criticada por el largo retraso en la publicación del informe de Slaughter & May que había encargado, teniendo que hacer frente ahora a una investigación sobre el fallo informático por parte de los reguladores financieros británicos, quienes tienen el poder de imponer una multa sin límite en la cuantía a TSB.

Cruce de acusaciones

Paul Pester, que renunció a bonificaciones por valor de 2 millones de libras (2,59 millones de dólares), se marchó en septiembre del año pasado tras las críticas de parlamentarios sobre su gestión de la crisis.

En un comunicado publicado el martes, Pester criticó el enfoque de Slaughter & May en su investigación e intentó culpar de los fallos a Sabis, el brazo informático de Sabadell. "Si estas conclusiones son correctas, Sabis se la jugó haciendo pruebas en sólo uno de los dos nuevos centros de datos de TSB, decisión que fue ocultada tanto a mí como al resto del consejo de administración de TSB", dijo.

El presidente de TSB, Richard Meddings, dijo a la prensa antes de la publicación del informe que el banco no estaba de acuerdo con las conclusiones del bufete de abogados en cuanto a la culpabilidad del fallo.

Slaughter & May señala en el informe que, si bien TSB ha defendido una interpretación restrictiva según la cual el fallo se debió a cuestiones técnicas, se han identificado problemas más amplios en el proceso de toma de decisiones del consejo y en las comunicaciones con Sabadell.

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