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Bruselas aprueba una batería de medidas contra la ingeniería fiscal de las grandes empresas

La Comisión Europea plantea que los Estados miembros puedan gravar los beneficios que las multinacionales producen en su territorio pero derivan a filiales en paraísos fiscales

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, durante la rueda de prensa en la que ha presentado las medidas para evitar la elusión fiscal de las grandes empresas. REUTERS/Francois Lenoir

Francesco Guarascio / REUTERS

BRUSELAS.- La Comisión Europea propuso el jueves permitir a los países de la UE gravar los beneficios empresariales en algunas circunstancias incluso aunque el dinero haya sido transferido a otro lugar, como un paraíso fiscal, para evitar esos desembolsos.

Dentro de una disputa por la responsabilidad y la transparencia de las empresas, la Comisión propone una serie de medidas para atajar algunas de las formas más habituales de elusión fiscal empleadas por empresas multinacionales para reducir el pago de impuestos. Las empresas advirtieron de que las medidas podrían dañar la competitividad y desalentar las inversiones.

Las grandes empresas evitaron legalmente un pago de impuestos por valor de 70.000 millones de euros al año en Europa, estimó un estudio del Parlamento Europeo, mientras que en el mundo se calcula que las pérdidas por este concepto son de entre 100.000 y 240.000 millones de dólares.

"Miles de millones de euros se pierden cada año con la elusión fiscal. Esto es inaceptable y vamos a actuar para atajarlo", dijo el comisario de la UE encargado de la fiscalidad, Pierre Moscovici, en un comunicado en el que pidió "una fiscalidad justa y efectiva para todos los europeos".

En respuesta a unas críticas similares en Reino Unido, Google acordó la semana pasada pagar 130 millones de libras en impuestos retrasados, pero muchos lo consideraron demasiado poco frente a los beneficios que la empresa obtiene en el país.

Las grandes empresas evitan pagar 70.000 millones en impuestos al año en la UE gracias a artimañas fiscales 

Entre las propuestas de la Comisión, que tendrían que ser aprobadas por todos los miembros de la UE, hay una para disuadir a las multinacionales de transferir sus beneficios desde empresas matrices a filiales en países con menos impuestos, o sin ellos. Los países de la UE tendrían la capacidad de gravar los beneficios generados en su territorio después de que hayan sido transferidos a otro lugar, siempre que la tasa impositiva efectiva del país donde se hayan transferido los beneficios sea menos del 40% de la del país original.

Los resquicios que permiten a las empresas usar dividendos o plusvalías para evitar el pago de impuestos (conocido como ingeniería fiscal) se terminarían y los desequilibrios nacionales en el tratamiento fiscal de algunos instrumentos complejos también serían eliminados, dijo el Ejecutivo de la UE.

También se pondría un límite a la cantidad de interés que una empresa se puede deducir de sus ingresos sujetos a impuestos. Actualmente las empresas pueden transferir deuda a filiales en países que permiten deducciones más altas.

Las medidas propuestas tratan de convertir en normas vinculantes algunas guías voluntarias de actuación contra la elusión fiscal acordadas por el G-20 de las principales economías mundiales y por miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

"Estas importantes propuestas cerrarán una serie de los escandalosos agujeros que han permitido a las empresas evadir y evitar impuestos en Europa", dijo en un comunicado Michael Theurer, legislador liberal en la UE encargado de la elusión fiscal.

Protestas de los empresarios

Las empresas tendrán que revelar sus datos sobre impuestos, beneficios, ingresos y otros datos financieros a las administraciones de todos los países donde operan, los cuales luego intercambiarán datos entre ellos, según la propuesta. Al aumentar la transparencia, se espera la medida que la medida desaliente los esquemas fiscales extremos, pero carece de una revelación totalmente pública que podría exponer a las empresas a una vigilancia mayor. La Comisión no descartó que se pudiera proponer esto en el futuro.

Markus Beyrer, jefe del grupo de presión de empresas de la UE BusinessEurope, dijo que las propuestas podrían dañar los negocios. "La UE no debe actuar como uno solo en implementar el acuerdo (de guías voluntarias) BEPS, y no debe minar la competitividad de la industria de la UE o dañar el atractivo europeo como destino de inversiones", dijo en un comunicado. 

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