FRÁNCFORT.- Los bancos de la zona euro fijarán sus propios objetivos para reducir los 900.000 millones de euros en préstamos morosos alcanzados tras la crisis financiera, y solo la falta de cumplimiento tangible será sancionada, mostró el lunes una nueva guía orientativa del Banco Central Europeo.

El BCE está intentando que los bancos, particularmente en economías más débiles como la italiana, reduzcan su carga de morosidad, que está pesando en el crecimiento económico al limitar la capacidad para aumentar los préstamos nuevos.

Bajo la nueva guía, a los bancos se les pedirá que fijen un objetivo numérico para los niveles de préstamos morosos que desean alcanzar en uno y tres años, además de seguir otra serie de indicaciones orientativas. No cumplir con el objetivo podría acarrear "medidas supervisoras" del BCE, como requerimientos más altos de capital.

Pero el BCE dijo que la nueva guía no sería vinculante. Solo desviaciones "significativas" de los objetivos podrían activar acciones del banco central y solucionar el problema llevaría más de tres años en muchos casos.

Los analistas señalan que esto sugiere que el BCE está incrementando la presión sobre los bancos, en vez de forzarlos a tomar acción, para evitar que sus beneficios se vean demasiado afectados. "Parte del compromiso es la evaluación de si los bancos están cerca de cumplir con las guías o si se mantienen lejos del objetivo", dijo Sharon Donnery, vicegobernadora irlandesa que presidió el grupo de trabajo del BCE sobre morosidad.

"Si hay diferencias significativas, entonces obviamente debatiremos con los bancos cómo pueden acercarse a cumplir con los objetivos, particularmente en el marco de tiempo en el que eso se iba a producir", añadió.