MADRID
La Agencia Tributaria ha publicado en noviembre los datos oficiales del Impuesto sobre Sociedades pagado por las empresas españolas correspondiente al ejercicio 2017. Estos datos suelen generar informaciones inexactas sobre las cargas fiscales que soportan las empresas en España, por cuanto se confunde los resultados contables con las bases imponibles. Para saber cuál es el tipo efectivo real que paga a Hacienda una empresa por sus beneficios a través del Impuesto sobre Sociedades, se debe utilizar siempre el dato de cuotas líquidas desembolsadas en relación con las cifras de bases imponibles de cada sector empresarial, no respecto de resultados contables, que no corresponden necesariamente a beneficios reales gravables. La base imponible para una persona jurídica o física es la suma de beneficios o rentas obtenidos tras descontar todas las reducciones o deducciones que permite la ley. El resultado “contable” es eso, algo meramente “contable” pero no “real” a la hora de calcular los gravámenes a pagar, porque de esta cifra no se han depurado cosas como, entre otras, los impuestos ya abonados por beneficios conseguidos en otros países distintos de España, que no pueden ser pagados de nuevo aquí aunque aparezcan en un resultado global “contable”.
Según la Agencia Tributaria, el conjunto de las empresas españolas soportó un tipo efectivo del 21,59 por ciento sobre su base imponible total, que fue de 102.290 millones de euros. Por sectores, las entidades financieras fueron las más gravadas; dentro de él, las compañías de seguros pagaron un 23,32 por ciento y las entidades de crédito un 22,19 por ciento. Por su parte, las empresas no financieras pagaron un 21,47 por ciento, algo menos que las financieras. La base imponible total por beneficios obtenidos en España de las entidades aseguradoras fue de 5.238 millones y la de los bancos, de 3.731 millones de euros. Las entidades no financieras consiguieron bases imponibles por 93.319 millones.
Los cálculos que la Agencia Tributaria hizo públicos hace unos días fueron tomados sobre los pagos a Hacienda de 1,5 millones de empresas no financieras, así como de las algo menos de 500 entidades aseguradoras (282) y de crédito (203) que hay en España. La agencia no entra en detalles por contribuyentes concretos, pero de acuerdo con los datos de cargas impositivas publicados en los últimos informes anuales auditados de los principales bancos (accesibles en sus sitios web oficiales y en la CNMV), los seis bancos principales en España soportaron en 2018, de modo agregado, los siguientes tipos impositivos: Grupo Santander 34,4%, BBVA 27,2%, Bankinter 27%, CaixaBank 25,4%, Bankia 24,2% y Sabadell 20%. Todos ellos están obligados a presentar sus cuentas consolidadas globales en su país matriz, España, pero cada uno de ellos paga en España sólo los impuestos de los beneficios conseguidos aquí. Como es natural, en los demás países también declaran y desembolsan los impuestos correspondientes a las ganancias obtenidas en esos países. Esto no ocurre con todas las grandes corporaciones del mundo: no es un secreto que “monstruos” tecnológicos internacionales, como Google o Amazon, se las arreglan para no pagar ni en España ni en otros países los impuestos que corresponderían a los beneficios obtenidos aquí y allá.
A la vista de estos datos, Santander es el banco con mayor carga fiscal de Europa y su negocio se desarrolla en alrededor de un 80% fuera de España. En total, en 2018 el Grupo Santander pagó por impuestos sobre el beneficio un total de 1.728 millones en Europa y 1.695 en Latinoamérica, además de 29 millones en Estados Unidos y otros 6 en el resto del mundo. En conjunto, el Grupo Santander pagó 3.458 millones en todo el mundo. Sólo en España, Santander obtuvo el año pasado un beneficio neto de 1.458 millones de euros y sus abonos a Hacienda por Impuesto de Sociedades sumaron 464 millones. Los países donde Santander pagó más dinero por Sociedades fueron Brasil (998 millones de euros) y el Reino Unido (537 millones). Otros mercados del Santander cuyas Haciendas locales recibieron pagos por Sociedades por encima de los 100 millones fueron Alemania (119), Argentina (118), Chile (202), México (322) y Polonia (228). Todos los datos pueden ser consultados en el informe anual 2018 del Grupo. Santander está adherido desde 2010 al Código de Buenas Prácticas Tributarias en España impulsado por la Agencia Tributaria, durante el período gubernamental encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero, y al “Code of Practice on Taxation for Banks” en el Reino Unido.
Pero para entender la carga fiscal que soportan actualmente los bancos, hay que recordar también que las legislaciones sobre el IVA discriminan a las entidades financieras respecto de las demás, puesto que no pueden recuperar el IVA que pagan con las facturas de sus proveedores. Además, también están los desembolsos anuales a los sistemas públicos de previsión social, es decir, las cotizaciones a la Seguridad Social por empleados a cargo del empleador (Santander tiene 202.000). Por estos dos conceptos, este grupo desembolsó en todo el mundo en 2018 un total de 3.599 millones de euros, de los cuales 1.301 se pagaron en España.
En consecuencia, por Sociedades, IVA no recuperable y cotizaciones sociales, el Grupo Santander pagó en España un total de 1.765 millones a las arcas públicas en 2018.
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