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La Audiencia Nacional condena a Hernández Moltó a dos años de prisión y a una multa de 30.000 euros por falsear las cuentas de CCM

El juez concluye que el expresidente de la entidad y su mano derecha "taparon o maquillaron unas pérdidas galopantes" en 2008. Ninguno de los dos tendrá que ir a la cárcel al no tener antecedentes penales.

El expresidente de Caja Castilla La Mancha (CCM) Juan Pedro Hernández Moltó (d) y a el exdirector general Ildefonso Ortega (i), en el juicio en la Audiencia Nacional por la presunta maniobra contable con las que ocultaron las millonarias pérdidas de la entidad del ejercicio 2008. EFE/Fernando Alvarado

PÚBLICO / AGENCIAS

MADRID.— La Audiencia Nacional ha condenado al expresidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, a dos años de prisión y a pagar una multa de 29.970 euros por un delito societario de falsedad contable. El que fuera su número dos en la entidad, el exdirector general Ildefonso Ortega, ha sido condenado a la misma pena.

El tribunal absuelve a Moltó y Ortega del delito societario de administración fraudulenta del que venia acusándoles el ministerio fiscal. 

Moltó ha sido hallado culpable de alterar la cuenta de resultados de Caja Castilla-La Mancha para que reflejará beneficios inexistentes en el cierre del ejercicio de 2008. La entidad tuvo que ser rescatada en 2009 con 9.000 millones de euros, muy al principio de la crisis. De hecho, Caja Castilla-La Mancha fue la primera de las muchas cajas de ahorro que tuvieron que ser rescatadas en los años siguientes. 

Según la Audiencia Nacional, este falseamiento era un medio idóneo para causar un perjuicio económico a cualquier tercero que se relacionara con la entidad bancaria.

La sentencia del juez del Juzgado Central de lo Penal, José María Vázquez Honrubia, considera acreditado que los dos acusados conocían en 2008, y así se reflejó en consejos de administración anteriores, las pérdidas y la difícil situación económica de la entidad y para ello utilizaron un "ardid contable, en el sentido mas propio de engaño, disimulo o artimaña o si se prefiere treta o tergiversación". El juez concluye que Moltó y Ortega taparon o maquillaron unas "pérdidas galopantes" relativas a valores cotizados. En opinión del juez, las cuentas eran falsas "al no haber existido jamás un beneficio de 93 millones de euros".

No obstante, también considera que no existe "la certeza" de que el vaciamiento de la caja se debiera a una "acción voluntariamente intencional" de los acusados. 

La sentencia también establece que a pesar de los requerimientos del Banco de España, los condenados "reflejaron las pérdidas en la partida o estado del patrimonio neto y no en la cuenta de pérdidas y ganancias en definitiva en la cuenta de resultados". También destaca que tanto Hernández Moltó como Ortega sabían que el Banco de España consideraba la entidad como "no viable", por lo que todo el "calendario" fijado por ambos para la gestión de la caja carecía de sentido.

Y así, señala la sentencia, se hizo constar el 31 de diciembre de 2008 que la entidad tenía ganancias, cuando su situación financiera era tan crítica que tuvo que ser intervenida tres meses después.

Lo que resulta claro para el juez es que ambos acusados son coautores de puesto que realizaron todo "conjuntamente y de mutuo acuerdo".

Aunque no hay duda de que fue Ortega quien configuró el artificio contable, ello no exime de responsabilidad a Hernández Moltó, quien asumió dicho artificio en su condición de presidente y representante de la caja.

Asimismo, el juez señala que los créditos concedidos por CCM lo fueron sin observar las prácticas bancarias habituales y advirtiéndose "en principio cierto trato de favor" en algunos casos, ya que ciertos préstamos resultaron total o parcialmente impagados.

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