Más del 60% de los productos de Nestlé no son saludables

La multinacional alimentaria Nestlé admitió este lunes que está trabajando para actualizar su estrategia de nutrición y salud, después de que el Financial Times publicara un informe interno de la compañía en el que se establece el 60% de sus productos como poco saludables.

El informe, según informa el mismo medio, llevaba circulando desde principios de 2020 por la directivos de la empresa. En él se comprobaba que gran parte de sus alimentos eran pocos recomendados para la salud de los consumidores, por lo que barajan trabajar en la reducción de sal y azúcar de sus productos.

Dentro del dicho documentos no habían sido analizados sus productos de nutrición médica, los alimentos para mascotas, productos para bebés o cafés, entre los que entran las marcas Nescafé, Nespresso y Starbucks. El porcentaje podría ser mayor tras el análisis de estos.

En los productos de confitería, el 99% de los productos y helados también se queda fuera de la etiqueta de saludables

En concreto, el 63% de los alimentos no alcanzan el nivel saludables. La cifra es peor si ponemos el foco solo en las bebida, donde el 96% de ellas no pasan el filtro, sin contar el café. En los productos de confitería, el 99% de los productos y helados también se queda fuera de la etiqueta de saludables. Sin embargo, el 82% de las aguas y el 60% de los lácteos llegan a dicho nivel.

"Hemos hecho mejoras importantes en nuestros productos, pero nuestra cartera todavía tiene carencias respecto a las definiciones de salud en un panorama donde la presión regulatoria y las demandas de los consumidores no dejan de crecer", explica el informe, según Financial Times.

En España, el Ministerio de Consumo esta en proceso crear un etiquetado para los alimentos llamado Nutri-Score, donde calificará a los alimentos de mayor a menor grado de saludables a través de una categoría numérica y por colores (de la A a la E y del verde al rojo). Sin embargo, este etiquetado tiene un debate abierto, no solo entre las empresas, sino también entre científicos y nutricionistas que aportan argumentos sobre que este sistema de calificación no es justos con algunos alimentos, por ejemplo, con el aceite de oliva.