¿Un gesto para seguir forzando su marcha? ¿El clásico enfado de un jugador que se siente en forma y pelea por ser el máximo goleador de la Premier? ¿O su necesidad de brillar mucho para que Florentino Pérez despeje sus dudas sobre su fichaje?

El desaire verbal de Cristiano Ronaldo a Ferguson y el lanzamiento violento de la sudadera que le entregaron cuando su entrenador le cambió en el minuto 60 provocaron un silencio tenso en Old Trafford, que estaba en pie aplaudiendo al portugués, autor del primer tanto de su equipo en el derbi de Manchester. La escena siguió en el banquillo. A Ferguson se le encendió la cara mientras mascaba chicle con nerviosismo. Una fila más abajo, el extremo luso torcía el gesto, aunque al poco se llevó las manos a la cara en un gesto que pareció de arrepentimiento.

Ronaldo está rápido, fino en el regate y afilado con el gol. Perseguido por las lesiones en la primera mitad de la temporada, ahora ha entrado en ese estado de forma que le llevó el pasado ejercicio a firmar cerca de 40 goles y a difuminar la nítida frontera natural que va del extremo al goleador, del 7 que es al 9 que se reafirma.

Sus ocho tantos en menos de un mes han devuelto al United a la senda de los títulos. Cinco de esos goles han sido fuera de casa y decisivos para que su equipo distancie al Liverpool y le pueda pelar al Barça la Copa de Europa.

El propio Ferguson reconoce que Ronaldo se ha encendido en el último tramo de la temporada, y en ello se escuda para quitar hierro al incidente de ayer: 'Simplemente, él quería seguir. Está en un gran estado de forma, pero yo tengo que tener una mirada más amplía. Jugó un partido espectacular ante el Arsenal a mitad de semana, se le salían las medias de la velocidad a la que corría. Hay que mantenerle fresco'.

No fue Ronaldo el único que dejó gestos desafiantes. También Tévez, autor del segundo tanto, quiso escuchar el reconocimiento que, según él, el club no le da. Tras marcar, se puso las manos en las orejas. El argentino, dijo el club, no se ha dirigido a él para renovarle, por lo que augura que no seguirá. Para Tévez también tuvo palabras Ferguson, aunque irónicas: 'Juega en el United, ¿no?'.

En el partido que cerró la jornada dominical, el Chelsea goleó (1-4) al Arsenal en el Emirates Stadium y se resarció del varapalo de 'Champions' del pasado miércoles, cuando perdió la clasificación a la final en el último suspiro.

Un gol de Anelka, que ya suma 17 tantos, con un gran disparo desde fuera del área y un buen cabezazo de Alex sentenciaron a los de Arséne Wenger que tuvieron la posesión de gol, pero sin 'chispa' en ataque con la ausencia de Adebayor.

Kolo Touré, en propia puerta, amplió distancias para los 'blues' y el delantero danés Bendtner recortó distancias aunque fue insuficente ya que Florent Malouda anotó el cuarto gol para los de Guus Hiddink, que se asegura la tercera plaza.