La Federación destituye a Vilda como seleccionador de fútbol femenino y nombra a Montse Tomé
El entrenador estaba cuestionado por su apoyo a Luis Rubiales. Será sustituido por Montse Tomé, primera mujer en ostentar este cargo en España.
Madrid--Actualizado a
La Real Federación Española de Fútbol ha cesado a Jorge Vilda de su cargo como seleccionador femenino, que será sustituido por Montse Tomé primera mujer en ostentar este cargo en España. Ha sido el presidente interino Pedro Rocha quien ha decidido prescindir de los servicios del entrenador que estaba muy cuestionado debido a su apoyo a Luis Rubiales.
La RFEF comunicó su destitución a Vilda tras una breve reunión en el despacho de Pedro Rocha en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
El cese de Vilda llega después de que el entrenador haya aplaudido a Luis Rubiales tras la famosa comparecencia en la que negó haber besado sin consentimiento a Jenni Hermoso y se aferró al cargo.
La victoria en el Mundial, que parecía su gran argumento para silenciar las voces críticas cuando 15 jugadoras pidieron tras la Eurocopa de 2022 cambios para volver a ir con el equipo, se ha vuelto totalmente en su contra. El técnico tuvo que incorporar entonces a jugadoras nuevas, muchas de las cuales ahora son campeonas del mundo como él, junto a otras que volvieron, como Jenni Hermoso, pero él ya no es seleccionador.
Su despido pone fin a una etapa iniciada en 2015 para sustituir a Ignacio Quereda, con la experiencia de haber dirigido a la selección sub-19 desde 2014, y, anteriormente, desde su llegada al RFEF en 2010, a la sub-17. Con ésta ganó dos Eurocopas, dos subcampeonatos europeos, un bronce mundial y un bronce europeo y logró un subcampeonato del mundo.
Madrileño de 42 años, Vilda creció entre fútbol y con su padre como gran espejo. Ángel Vilda fue preparador físico de Johan Cruyff durante su etapa en el Barcelona, y de Juup Heynckes en el Real Madrid de la séptima Copa de Europa, entre otros equipos.
Tomé, primera mujer seleccionadora absoluta
El nombramiento de la entrenadora asturiana Montse Tomé –hasta ahora segunda de Vilda– responde a las "medidas de regeneración" anunciadas por el nuevo presidente de la Federación, Pedro Rocha, a raíz de la suspensión de su antecesor.
Nacida en Oviedo en 1982, Tomé es la primera mujer seleccionadora del equipo nacional femenino, todo un hito en una vida dedicada al fútbol que comenzó en las calles, el parque y el colegio en Pola de Siero.
Apasionada del balón desde muy pequeña, la nueva seleccionadora tuvo que conformarse con jugar en las calle con otros chicos porque no había equipos oficiales. Pero nunca desistió ni prestó atención a los comentarios que la desalentaban, y acabó jugando en El Romanón, de Pola de Siero, en el que continuó su progresión y dio el salto al Oviedo Moderno.
De El Romanón al Barcelona
Su evolución fue constante y empezó a ser convocada por la selección asturiana, en 2006 fichó por el Levante, con el que ganó la Superliga 2007/08, y, tras tener que ser operada por una hernia discal en 2010 que le hizo estar parada varios meses, dio el salto al Barcelona, para volver al Oviedo Moderno en 2013, con el que consiguió el ascenso a la máxima categoría, pese a lo cual decidió retirarse ante la exigencia que conllevaba el fútbol.
Ha sido internacional en cuatro ocasiones en categoría absoluta, estudió magisterio y aprobó la licencia de entrenadora UEFA Pro junto a Lionel Scaloni, Fernando Redondo, Leo Franco, Javier Saviola, Andoni Iraola, Gica Craioveanu, Juan Carlos Valerón o Laura del Río, entre otros, y al poco recibió la llamada de Jorge Vilda, al que no conocía, para ser su segunda. Aceptó el reto sin dudarlo pese que tenía que dejar Oviedo y trasladarse a Madrid.
"Me saqué el título y empecé en la elite. No conocía a Jorge, pero me llamó por teléfono y me propuso ser su ayudante. A veces pensamos que el primer y el segundo entrenador tienen mucha confianza, pero yo pensé: ¿y si no congeniamos?", rememoró en una entrevista con EFE durante el Mundial de Francia, en la que valoró su ambición y carácter, al margen del trabajo.
Llegó en 2018 para ser la mano derecha de Vilda, en 2020 también se hizo cargo de la selección sub-17 tras la salida de Toña Is, y a su vez era la encargada del equipo sub-23, creado para que el salto entre el conjunto sub-19 y el absoluto fuera menor.
La asturiana siempre tuvo claro que le gustaba además de jugar y enseñar, entender el juego. "Cuando mis entrenadores me mandaban algún ejercicio, siempre preguntaba por qué lo hacíamos. Esa inquietud la he tenido siempre. Sí pensaba que podría ser entrenadora, pero no creía que el fútbol femenino pegaría un cambio tan grande como para poder vivir de eso", admitía.
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