¿Es similar la expectativa que ha creado la selección a la que se vivió hace 44 años?

Teníamos mucha tensión y responsabilidad porque jugábamos una final en nuestra casa. El público nos apoyó y luego esa tensión se transformó en emoción.

Un buen equipo, la afición ilusionada... El camino se empieza a parecer.

También es parecido que aquella vez llegábamos a la final después de jugar una prórroga ante Hungría. Pero cuando ganas y te clasificas, el cansancio se nota menos.

¿Estuvo entre los 16 millones que vieron cómo se terminaba el maleficio?

Sí, me alegro de que nos sacáramos el lastre de los cuartos. España ganó a Italia con justicia.

Y ahora vienen los rusos, ¿qué recuerda de los soviéticos de 1964?

No los conocíamos mucho porque no había tanta información de los rivales como ocurre actualmente. Tenían a un buen central, como Schesternev, y un buen 10. Pero del que más se hablaba era de Yashin, La Araña Negra, considerado el mejor portero del mundo.

Pero ahora el mejor portero del mundo es español, ¿no cree?

Sí, es justo que Iker haya tenido una gran actuación internacional. Le hacía falta un partido así para que se le reconozca que él y Buffon son los mejores porteros del mundo.

Volvamos a los recuerdos. ¿Cómo fue aquel duelo ante la URSS?

Ellos trabajaban más mecánicamente, su juego parecía diseñado con mucho estudio. No eran tan anárquicos como somos, los latinos. Nosotros jugamos más con las individualidades, con el talento de los jugadores. Ellos lo hacen más como equipo.

¿Se celebró tanto el título del 64 como la victoria ante Italia?

La celebración es muy distinta. Yo, que gané la Eurocopa con la selección y nueve Ligas con el Real Madrid, sentía que al final nos marchábamos de vacaciones con la satisfacción del deber cumplido. No había Cibeles... Bueno, la fuente sí estaba (risas).

¿Le gusta la selección española actual?

Contra Italia, me gustó que no existió la anarquía que nos suele atacar cuando no se nos está dando el resultado. Se jugó con mucha cabeza y por eso se consiguió el resultado, aunque fuera en la tanda de penaltis.

¿Son de temer los rusos de Hiddink?

Ahora saltó la novedad por el partido que hizo Rusia ante Holanda. Ningún partido se gana fácil, pero estoy convencido de que somos superiores a los rusos. Hay equipo para conseguir el objetivo.

Uno de los temores que se tiene es la condición física.

Quizá los rusos llegan en mejor condición física porque en España se jugaron casi 60 partidos antes de la Eurocopa. En cambio, ellos tienen descanso invernal.

¿Y el cansancio puede ser determinante?

No. Ellos tienen mejor ritmo, pero hay cuatro días de recuperación. Si tienes la pelota, lo pasa mal el contrario, porque se cansa más el que corre detrás del balón.

¿Con qué jugador se queda de la selección actual?

Me gusta cada uno en su puesto. Hay muy buena sintonía entre Villa y Torres. Iniesta y Xavi se entienden bien con el balón. Hasta los centrales estuvieron soberbios ante Italia.

Vamos, que de ‘gilitoque’, nada.

Tenemos que seguir en nuestra línea. Me parece muy bien el estilo de juego de la selección, y se ve la mano de Luis. Se tiene el balón y se busca aprovechar los desmarques de los delanteros.