Poco acostumbrado a la épica, el Barcelona sufre para seguirle el paso al Madrid. No le da tregua el equipo blanco, que suma victorias como churros y le obliga a sacar de donde casi no tiene. Escaso de recursos y justo de forma, falto de pegada y de la mejor versión de Leo Messi, que ha perdido la chispa, el conjunto de Pep Guardiola padece hasta en el Camp Nou, otrora su patio de recreo. Lo hicieron ayer ante la Real los azulgrana, aunque el argentino se reencontrara con el gol en la quinta intentona de la noche y el dominio del encuentro fuese casi siempre suyo. El tanto final de la Real le metió el miedo en el cuerpo al Barça, como si temiera no tener fuerzas para resistir. Lo hizo y se mantiene a siete puntos del Madrid.

Para ir equilibrando descansos y fuerzas, Guardiola sorprendió con su alineación, que no incluyó ni a Xavi ni a Busquets ni a Alexis, y sí a Dos Santos, ayer el mediocentro defensivo del Barça, y al joven Tello, toda una declaración de intenciones, pues, en la otra banda corría Cuenca. El técnico azulgrana encargó a los dos jóvenes abrir el juego por los extremos, cubierta como tenía la medular con Dos Santos, Thiago y Cesc. Fue un acierto. En el centro del campo, la superioridad azulgrana fue incontestable. Delante, la explosividad de Tello combinó a la perfección con Messi, su asistente en el primer gol del Barça, el primero también del joven como titular en Liga.

Fue una asistencia perfecta de la Pulga para el fulgurante desmarque del joven extremo, que burló a su par y, con la derecha, con delicadeza, cruzó ante Bravo. El Barça puso así un poco de pausa en un encuentro que arrancó loco, con una contra de la Real en la primera jugada, y dos paradones casi a continuación, uno de Bravo ante Messi, y otro de Valdés frente a Ifrán. Cara a cara, los metas le ganaron la mano a los delanteros. Cierto es que el chileno tuvo mucho más trabajo que Valdés: el dominio del Barça, tras el gol, fue absoluto. Y las ocasiones azulgrana se sucedieron. Pero también, sus errores en la finalización. Sólo el fallo pertinaz permitió a los de Montanier atrapar la pausa con vida.

Los donostiarras que se habían olvidado del área de Valdés regresaron con Griezmann en punta y más pegada. Valdés tuvo que estirarse ante el francés. La amenaza despabiló de nuevo al Barça, que fue ganando terreno y ocasiones, pero no puntería. Hasta tal punto, que la hinchada se arrancó a cantar ante cada ocasión fallada, en un intento de calentar el ánimo de los jugadores, el de Messi el que más. Hasta que se desquitó con el segundo tanto azulgrana, un golazo por su definición, el desacierto del argentino en los metros finales fue sorprendente.

A la quinta fue la vencida. Pero la alegría le duró bien poco. La Real no tardó ni un minuto en replicar a su tanto, con otro de Vela. El partido volvió a agitarse. Y, como pudo, sin mucho orden ni concierto, el Barça simplemente resistió.

Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Abidal, m. 75), Mascherano, Adriano; Cesc, Dos Santos (Busquets, m. 75, Pique,
m. 82), Thiago; Cuenca, Messi y Tello.

Real Sociedad: Bravo; C. Martínez, Mikel González, Iñigo Martínez, Cadamuro; Bergara, Aranburu; Xabi Prieto (Agirretxe, m. 83), Pardo (Llorente,
m. 77), Griezmann; e Ifrán (Vela,m. 57).

Goles: 1-0. M. 8. Messi se inventa una asistencia de libro para Tello que, en carrera por la banda izquierda, burla a su defensa y, suave, con la derecha, cruza ante Bravo. 2-0. M. 72. Alves asiste en largo a Messi, que atrapa el balón con la derecha y, sin dejarla caer, bate a Bravo. 2-1. M. 73. Griezmann asiste a Vela, que se va de Alves y supera a Valdés.

Árbitro: Clos. Amarilla a Llorente.

Camp Nou: 52.648 espectadores.