Este artículo se publicó hace 6 años.
FOX'Vis a Vis' arranca más salvaje (aún) y centrándose en los personajes
Zulema y Saray regresaron anoche a una Cruz del Norte regida por el peor alcaide posible, Sandoval, quien ha marcado su territorio enarbolando la bandera del sadismo. Solo falta el esperado despertar del coma de Maca para volver a equilibrar la balanza entre las presas y que 'Vis a Vis' vuelva a ser lo que era.
María José Arias
Madrid--Actualizado a
Todo el mundo tiene un punto de fractura, ese en el que cuerpo y mente colapsan y gritan "hasta aquí hemos llegado". En palabras de Iván Escobar, creador de Vis a Vis, de eso es lo que trata esta cuarta temporada de la serie de FOX y Mediapro, que este lunes estrenó su primer capítulo (cada lunes uno nuevo a partir de las 22.00 horas). Un episodio de ritmo acelerado, escenas brutales física y emocionalmente y teñido de sangre. El régimen de terror instaurado por Sandoval (Ramiro Blas) en Cruz del Norte promete que este regreso va a ser aún más salvaje que antes. Al menos, es lo que se ve en su arranque. Si después baja unos cuantos tonos no se sabrá hasta la próxima semana.
“Me gusta saber que Vis a Vis habla de algo, que no solo entretiene. En esta temporada hemos buscado el punto de fractura de los personajes. Incluso de imposibles como el de Zulema”, explicaba Escobar. Lo hacía en una emotiva presentación de la cuarta temporada en la que más de uno de los miembros del reparto de la serie dejó escapar alguna que otra lágrima tras la culminación de un proyecto que ha sido tan profundo y apasionado fuera como dentro de la pantalla.
“Hemos estado haciendo de actrices y especialistas al mismo tiempo. Es muy duro física y psicológicamente”, explicaba Najwa Nimri, el alma de una producción que ha vivido un continuo “resurgir”. De ahí la intensidad de los guiones y de las declaraciones de quienes están dentro. Desde su primera temporada han luchado, con la ayuda de unos fans entregados -esa marea amarilla-, por seguir adelante, porque hubiera un capítulo más, una temporada más. La que acaba de estrenar FOX es la segunda post-emisión en abierto y aterriza con el listón en alto de la anterior, que dejó números para la cadena de pago comparables a los de la joya de la corona, The Walking Dead.
Sin la confirmación de una quinta temporada en el horizonte, la cuarta promete ser brutal. Lo que se ha visto en el episodio emitido este lunes es un movimiento ajedrecístico en el que, tras el motín loco con pizzas incluidas y la frustrada fuga de Zulema (Najwa Nimri), Saray (Alba Flores) y Altagracia (Adriana Paz), toca organizar todo para que cada uno/a vuelva a su lugar, la cárcel. Los nuevos, los antiguos y los ‘resucitados’. Entre los primeros, Benjamin Vicuña, que se mete en la piel de Hierro, un nuevo agente que protagoniza una de las escenas más claustrofóbicas del primer episodio. Su tira y afloja en el avión con Zulema centra gran parte de la trama inicial y demuestra, una vez más, que el personaje de Nimri siempre es más peligroso cuando se ve acorralado.
De los resucitados, el esperado regreso de Maca (Maggie Civantos) no se ha producido aún, pero llegará. Por ahora lo que se ha hecho es volver a encerrar a quienes escaparon. Vuelven a Cruz del Norte una Zulema que sigue cargando con gran parte del peso de la serie sobre sus hombros y una Saray que vive el momento más duro de su vida cuando tiene que despedirse de su pequeña Estrella en el hospital. La prisión más famosa de la televisión se ha convertido en un infierno aún más ardiente. Sandoval demuestra lo que es capaz con solo unos perros y buenas dosis de terror psicológico. Una de las escenas más sangrientas y difíciles de ver de este regreso de Vis a Vis lleva su sello y su autoría.
"Con esta serie juegas a los extremos. El amor máximo y el odio máximo. En esta temporada los extremos se han tocado y ahí es donde surge la magia"
También una de las mejores, el reencuentro entre Saray y Sandoval es de alto voltaje. No es para menos. Quienes hayan visto ya el episodio sabrán por qué es tan divertido pese a la carga dramática que implica. Es algo que solo podía funcionar con un personaje como el de Alba Flores de por medio. Sin duda, uno de los más queridos por la marea amarilla y de los que mejor fondo tiene. Alejada de su hija y traicionada por Zulema, la actriz avisaba en la presentación de Vis a Vis que esta temporada “ha sido muy intensa a nivel emocional. Creo que nos hemos abierto todos en canal”. Sobre ‘su’ presa, aseguraba sin titubeos que ella no llega “ a la calidad humana del personaje que he querido hacer”. A qué ser refiere se verá a lo largo de los siete episodios restantes. Aunque ya se puede intuir por dónde irá su camino.
En cuanto a la esperada recuperación de Maca, resulta tan necesaria como positiva. Su evolución a lo largo de la serie ha sido una de las más notables y su ausencia en la tercera se hizo notar pese a la introducción de Mercedes (Ruth Díaz). El grupo la necesita. Vis a Vis la necesita. Su regreso a Cruz del Norte tras despertar del coma va a ser, sin duda, uno de los grandes momentos que va a dejar Vis a Vis en este final y comienzo de año.
Una serie de extremos que se han encontrado
“Con esta serie juegas a los extremos. El amor máximo y el odio máximo. En esta temporada los extremos se han tocado y ahí es donde surge la magia”, advierte Civantos sobre lo que esperar. Con el clima de terror instaurado, los sentimientos y las emociones estarán más a flor de piel que nunca. El odio se ha extendido por los corredores y las celdas y Altagracia es uno de los objetivos que más rabia concentra en su persona. La odian las presas por cómo se comportó con ellas cuando estaba al mando. Y la odian los funcionarios por matar a uno de ellos y haberse pasado al otro lado. Ambos bandos se lo dejan claro en una secuencia en los baños que no será ni la única ni la más dolorosa para la antigua ‘gobernanta’.
Vis a Vis apela de nuevo a sus raíces, a sus personajes, a sus historias personales… y para ello recupera a dos tan queridos por el público como Maca y Palacios (Alberto Velasco). Su tarjeta de presentación de la cuarta temporada sienta las bases de lo que vendrá después, que no será otra cosa que averiguar cuál es el límite de cada uno de ellos. Un sálvese quien pueda sádico, sangriento y con mucha violencia tanto física como mental. Porque que unos perros devoren a una presa es violencia física para la víctima, pero psicológica para quienes presencian el acto sin poder hacer nada para evitarlo. ¿Quién se romperá primero? ¿Hasta dónde llegará la amistad y enemistad entre las presas?
Sobre si la serie coproducida por FOX y Globomedia tendrá una continuación, ni se confirma ni se desmiente. De momento, lo que hay es una cuarta temporada que empieza muy arriba, que vuelve a lo que le funcionó en sus orígenes y que promete no defraudar a sus fans. Cada lunes, a partir de las 22:00 horas, un nuevo episodio, salvando el paro navideño de Nochebuena y Nochevieja.
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