Sofia Alaoui revela en 'Animalia' lo que sucederá cuando lleguen los extraterrestres
La película de la cineasta franco-marroquí denuncia la codicia del capitalismo, la xenofobia y el clasismo.
Madrid--Actualizado a
Nuestro estilo de vida, las creencias religiosas, las reglas establecidas, las diferencias de clase… se irían al carajo, probablemente, si aterrizaran en el planeta los extraterrestres. La protección de Dios en la que confían millones de seres humanos se tambalearía hasta derrumbarse.
El poder del otro dios, el dinero, se desvanecería. Y nosotros, posiblemente, renaceríamos en una nueva esperanza, la de una convivencia pacífica asentada en el conocimiento del verdadero lugar que ocupamos en el universo, al lado de los animales y de la naturaleza.
La joven cineasta franco-marroquí Sofia Alaoui fantasea con esta situación en Animalia. Los extraterrestres llegan a la Tierra encarnándose en los animales, los bosques, los lagos… Mientras la inmensa mayoría de los marroquíes acuden a rezar ante la presencia de fenómenos inquietantes, una joven embarazada busca ayuda y en el viaje que hace hacia la ciudad aprende a cuestionarse todas las convicciones con las que ha vivido.
Premio Especial del Jurado en Sundance y en Palm Spring, la película es, en palabras de la cineasta, "una odisea humana", en la que lo sobrenatural existe para interrogarse e interrogarnos sobre la codicia, la religión, la xenofobia, el clasismo… y el desprecio que hacemos al planeta.
¿La forma de vida del ser humano va a provocar un supuesto fin del mundo?
Sí, exactamente, la codicia, la religión, el descuido de la naturaleza, de los animales… aunque hay más cosas en el mundo que podrían conducir a ello, pero estas están más resaltadas en la película.
¿Usted qué espera que suceda?
En realidad, yo no creo en el fin del mundo, lo que sí creo es que habrá algún fenómeno que vendrá a poner patas arriba precisamente esa dependencia del dinero y ese no hacer caso de nuestro entorno. Por eso no creo que ésta sea una película catastrofista, sino todo lo contrario. De verdad creo que ese fenómeno por venir al final abrirá una puerta a la esperanza.
No es una película apocalíptica. Creo que en todas las crisis hay algo de positivo, porque te sacuden un poco, te trastocan, y de ahí va a salir algo bueno. Es verdad que hay mucho de ego en el ser humano y es nocivo, y esa relación clasista y con el dinero… el dinero se convierte en una nueva religión y esa dependencia trastoca los valores en la relación de unos con otros y con el medio ambiente. Lo que quiero poner de manifiesto es que esas convicciones pueden ser sacudidas y se puede salir de ellas.
En 'Animalia' se apuesta por la esperanza y la protagonista es una mujer que va a ser madre, ¿el futuro está en las mujeres?
Sí, pero también espero que en este cambio estén implicados los hombres. Es verdad que los hombres siempre han tenido una posición más confortable en la sociedad, hay mucho de patriarcal todavía. Siempre han estado por encima de las mujeres y, claro, cuando estás en una posición más confortable, pues no tienes muchas ganas de dejar tu lugar a otros. Los cambios siempre vienen de la mano de los que tienen mucho que ganar.
Es una mujer embarazada…
Sí, es una maternidad simbólica. Hoy nos preguntamos qué vamos a dejar a nuestros hijos, qué pensamiento van a heredar. En la película están, más o menos, el fin de este mundo y el nacimiento de uno nuevo. Por eso los extraterrestres parece que la protegen, porque el embarazo es una esperanza.
¿El papel que juegan los extraterrestres en la historia es una forma de decir que no somos especiales, que somos uno más en el universo?
Sí. Para mí, los extraterrestres no son esos seres verdes que suponen una amenaza, como se ve en muchas películas de ciencia ficción. Son una presencia positiva, una presencia que viene de otro planeta, que tiene un vínculo muy vivo con el medio ambiente, con los animales, con los bosques…
Ahora hay libros que nos dicen cómo se comunican los árboles entre ellos para protegerse. Es una especie de posesión del extraterrestre en unos cuerpos vivos que son la naturaleza, los animales... Estamos muy unidos a ellos, hay un vínculo que nos une a ellos, no como amenaza, sino como algo bueno, para guiarnos un poco.
Mujer directora, película de ciencia ficción, protagonizada por una mujer sola, pobre… se sale de todo lo habitual, ¿ha sido fácil reunir financiación para hacer la película?
Realmente no ha sido una cosa fácil, pero tuve la gran suerte de hacer el cortometraje ¿Qué importa si los animales mueren?, que ganó en Sundance y en los Cesar del cine francés. Es una película que interesó mucho. Estoy segura de que sin ese corto no hubiese existido Animalia. No es fácil hacer una película que rompa con el clásico cine que se hace en Marruecos o con el clásico cine de ciencia ficción.
Usted no da respuestas a nada en la historia, ¿hay una pretensión de que el espectador reflexione y de denunciar un tipo de cine que explica demasiado?
Sí, es verdad. No quiero dar todas las respuestas porque además es muy difícil tener todas las respuestas. Me gustan las películas como 2001: odisea en el espacio, donde hay cantidad de preguntas que no se contestan. Es una experiencia entre el cine y nosotros mismos.
A mí me produce cierta insatisfacción cuando me lo explican todo. Eso crea una educación al espectador que se siente decepcionado cuando no le has explicado las cosas de la película. Yo lo entiendo como un viaje al interior de nosotros mismos, porque las respuestas están en nosotros mismos. Tenemos que trabajar ese espíritu crítico y esas respuestas. Incluso cuando estaba haciendo la película en el rodaje y explicaba las cosas al equipo, me sonaba como falso.
¿Hay que cuestionarlo todo?
Soy franco-marroquí, con lo cual tengo una doble cultura, una doble religión, y esa dicotomía la vivo interiormente, no tengo una sola vía. Tengo amigos de Ruanda, de Canadá, de China, con diferentes formas de vida, diferentes culturas...
Lo que me interesa es deconstruir esas certezas sobre dónde está la verdad, sobre qué es la verdad. Cuando uno está muy focalizado en lo que dice y piensa que es cierto por encima de todo, está atrapado. Hay que abrir un poco la mente para saber que hay una parte de verdad, pero que no hay una certeza absoluta.
La película aún no se ha estrenado en Marruecos, ¿cómo espera que se reciba?
Se ha estrenado en Francia y va a estrenarse en Marruecos. Se hizo una previa en un festival de Marrakech en noviembre y la película suscitó muchísimo interés. Fueron a verla allí 600 personas, cien se quedaron fuera. Había gente en las escaleras, en los pasillos… Ha suscitado muchísima curiosidad y se ha vendido bien.
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