Este artículo se publicó hace 3 años.
Receta de verano: ensalada de pasta italiana con pesto verde
Si la ensalada de pasta fuera un libro sería uno de Borges: son múltiples los caminos que se bifurcan en su mezcla y acepta casi cualquier paradoja. Clásico entre los clásicos, fuerza de la naturaleza gastroveraniega, es tan versátil como los ingredientes que puede cargar. Forma un lienzo de blanco cereal donde el cocinero puede pintar combinaciones infinitas, incluida la salsa de pesto genovés, como en la fórmula que os presentamos hoy.
Se puede jugar, por ejemplo, con el tipo de pasta empleada (espirales, macarrones, lacitos, hélices, fusilli, farfalle…). Con todo tipo de hortalizas (frescas o asadas), frutos y pepitas, legumbres cocidas, y también proteínas, como embutidos, encurtidos, ahumados, escabeches... Acepta con gusto al cicerone del queso, conductor de sabores, pastor de vinagretas. Bien hecha y aliñada, la ensalada de pasta refuerza cualquier ágape y es un primer plato o único estupendo.
La pasta se cuece y se sirve fría. Los comensales sentirán el alivio de una fuente de energía fresca, muy aromática y en general poco pesada. Días de playa, de monte, o de asfixia en el asfalto. ¡No importa! La ensalada de pasta no falla.
Dicen los gurús que la pasta debe salir siempre al dente, si queremos que conserve su firmeza y no convierta el plato en un potingue chicloso. Puede adaptarse a otras recetas (una ensalada de pasta a la caprese, por ejemplo, o echarle atún, huevos duros, pipas, fresas, menta...).
En esta ocasión, con el verano empezando a desplegar sus lomos de reptil sobre las rocas calientes, vamos a por un clásico italiano (ellos también disfrutan de lo que llaman la pasta fredda), una ensalada de pasta al pesto verde, o genovés, muy refrescante.
Es fácil de preparar. La suavidad del queso, junto a la potencia del pesto, generan un buen contraste. Puedes añadirle otros ingredientes, como salmón ahumado y rúcula (¡experimenta!).
Receta de ensalada de pasta al pesto verde
Ingredientes 4 personas:
400 gr. de pasta fusilli, macarrones, lazos...
Queso mozzarella o similar o, si te gusta más fuerte, tipo feta o parmesano. También puedes combinarlos.
Tomates cherry o tomates secos en aceite (hidratados en agua caliente unos 15 minutos antes).
Aceitunas negras.
250 gr. de pesto verde (aquí tienes la receta para prepararlo).
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
1. Cuece la pasta 'al dente':
Pon la pasta en abundante agua con sal. Cuécela alrededor de 15 minutos (o hasta que esté al dente). Sácala inmediatamente del agua, pásala a un colador y por agua fría para detener la cocción.
2. Monta la ensalada con la salsa pesto:
Vuelca la pasta en un bol amplio y riégala con un chorrito de aceite de oliva. Agrega la salsa de pesto en la cantidad que gustes, pero que la pasta quede bien impregnada y aromatizada por la mezcla. Echa un poco de sal. Introduce los tomates cherry (lavados y cortados por la mitad). Agrega las aceitunas negras, sin hueso, y cortadas también por la mitad. Añade varias porciones de queso (en bolitas, lascas o cuadrados pequeños). Remueve. Pon la ensalada en el frigorífico y espera, entre media y una hora, hasta que esté fresca. Puedes ponerle también unas hojas de albahaca como decoración.
➥ Seguimos con una receta francesa de ensalada nizarda.
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