Este artículo se publicó hace 4 años.
Receta de salmón marinado: ideal para ensaladas, tartares o ataques a la nevera
Advertimos: su pecado es la gula y es posible que no puedas parar de comerlo. Esta receta de salmón marinado casero convierte al pescado en un vicio, una llamada al picoteo, excelente aperitivo y cumbre de ocho mil metros para tus ensaladas veraniegas. Una vez marinado, tiene cierta reminiscencia con el salmón ahumado, pero la textura y gusto son distintos. Después puedes cortarlo en firmes lonchas como si fuera un jabugo del mar o hasta montar un tartar sobre una base de aguacate o tomates.
Receta de salmón marinado:
Ingredientes 6 personas:
1 kilo de salmón fresco (de la zona del cogote o lomo sin espinas).
700 gr. de azúcar blanco.
700 gr. de sal gruesa.
Una cucharada sopera de eneldo seco.
Elaboración:
El pescado debe quedar bien impregnado por el azúcar y la sal, rebozado (con la misma cantidad de ambos ingredientes). En la receta rápida se trata de enterrarlo en esa mezcla dentro de una fuente. No olvides el eneldo: le da su punto aromático. Debe estar 48 horas en la nevera marinándose (aunque puedes sacarlo antes si no lo quieres muy seco, unas 36 horas). Es recomendable ponerle algún peso encima. Una vez marinado tienes que quitarle bien la sal y el azúcar. Pásalo por agua fría sin frotarlo y después sécalo con papel absorbente. Pide en la pescadería que te preparen el pescado, no debe tener ninguna espina. No es necesario que le quiten la piel. Repásalo, por si acaso, antes de prepararlo (aprieta con los dedos su carne para comprobar que no quedan espinas ocultas). Algunos cocineros solo lo rebozan bien (sin enterrarlo) pero entonces lo dejan más días en la nevera (unos 4 o 5) y van quitándole el agua que deja el pescado. Recuerda que en esta receta el pescado tiene ser muy fresco y el pescadero confiable. Para mayor seguridad puedes congelar antes el salmón 48 horas en el frigorífico (y descongelarlo antes de marinarlo).
1. Cubre bien el salmón:
Mezcla bien la sal gruesa con el azúcar y el eneldo. Debe haber lo suficiente como para enterrar el salmón. Haz primero un lecho en la fuente y pon encima el pescado, con la parte de la piel hacia abajo. Entiérralo con la mezcla sobrante.
2. Tápalo con papel film y a la nevera:
Una vez bien cubierto, pon papel film por encima de la fuente. Llévalo a la nevera con algún peso encima que ayude a que se desprenda del agua. Tenlo así entre 36 y 48 horas.
3. Limpia el salmón marinado:
Una vez marinado, sácalo de la nevera y con cuidado líbralo de su entierro. Debes quitarle muy bien la sal y el azúcar, primero a mano y luego pasándolo por agua del grifo, sin frotarlo. Inmediatamente, cúbrelo con papel absorbente para que no quede húmedo. Ya tienes tu salmón marinado. Si lo sirves de aperitivo, úntalo con unas gotas de aceite de oliva virgen.
➥ Seguimos con una dorada a la sal.
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