Receta de macarrones gratinados con setas del bosque
El otoño es la temporada magna de las setas y, por suerte, estos increíbles frutos no aparecen solo en los bosques, sino también en las tiendas de alimentación y supermercados. Es, por tanto, la época perfecta para disfrutar de su sabor y textura, momento para preparar unas recetas que difícilmente puedes saborear el resto del año.
En estas fechas, por ejemplo, aparece el llamativo rebozuelo o chanterelle, que los catalanes, pueblo que lo aprecia mucho, llaman rossinyol. Es una seta de color amarillo, carnosa y sabrosa, idónea para arroces y pastas.
En esta ocasión, vamos a preparar unos macarrones gratinados con rebozuelos (puede hacerlos con otras setas de bosque, en su defecto). Se trata de una versión algo más saludable y ligera que los típicos macarrones con carne picada o chorizo (aunque la receta acepta igualmente estos manjares junto a los hongos).
Macarrones gratinados con rebozuelos
Ingredientes 4 personas:
300 g de macarrones
300 g de rebozuelos
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
100 g de queso rallado (puede ser mozzarella, emmental o grana padano)
50 g de queso parmesano rallado
1 cucharada de mantequilla
Aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Nuez moscada (opcional)
Perejil fresco picado
Prepara los macarrones y el sofrito de setas:
Precalienta el horno a 200°C.
Hierve los macarrones en una olla grande con agua con sal según las instrucciones del paquete. Cuece hasta que estén al dente, ya que luego se terminarán de cocinar en el horno. Escúrrelos y reserva.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva junto con la mantequilla a fuego medio. Añade la cebolla picada y los ajos picados finamente, y sofríe hasta que estén dorados (que no se queme).
Limpia y corta las setas en láminas gruesas. Añádelas a la sartén con la cebolla y el ajo, y cocina durante unos 7-10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que suelten el agua y estén doradas. Salpimienta al gusto. Puedes agregar un poco de perejil picado.
Prepara la salsa y gratina:
Una vez las setas estén listas, añade la nata a la sartén. Reduce el fuego y deja que la salsa espese durante unos 3-4 minutos.
Ajusta de sal, añade una pizca de nuez moscada, un poco de pimienta y un poco de queso rallado.
Introduce los macarrones cocidos a la sartén con la mezcla de setas y nata. Remueve y saltea para que todo quede bien mezclado. Puedes echar un pelín del caldo de los macarrones si está muy seco.
Vierte la mezcla de macarrones y setas en una fuente de horno.
Espolvorea el queso rallado junto con el parmesano por encima.
Lleva la fuente al horno precalentado y hornea durante 10-15 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Saca la fuente del horno y deja reposar unos minutos.
Sirve los macarrones gratinados con setas decorados con un poco de perejil fresco picado.
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