Este artículo se publicó hace 2 años.
Receta de cebollas rellenas con bonito y pimientos del piquillo
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Plato típico de la gastronomía asturiana, las cebollas rellenas son un guiso exhuberante, una forma tradicional y curiosa de rizar el rizo, de convertir a la humilde cebolla en un cubículo de sensaciones. Normalmente su relleno se hace con carne picada o bonito en conserva y, aunque hay distintas recetas, el procedimiento siempre consiste en vaciar los vegetales para rellenarlos con la manduca y guisarlos a fuego lento en una salsa.
Es una receta laboriosa, artesanal, de las que merecen tiempo y mimo en la cocina. Con una cucharilla o vaciador hay que ir quitando el interior de la cebolla, conservando sus paredes exteriores para que hagan de contenedor del relleno.
La salsa se hace con la cebolla extraída del interior, y con tomate y pimientos del piquillo. Una vez rellena y cerrada (tienes que tapar la parte superior con trozos de la misma cebolla), se la estofa en la salsa hasta que sale tierna y sabrosa.
Receta de cebollas rellenas
Ingredientes 4 personas:
1 o 2 cebollas por persona (según tamaño).
1-2 latas de bonito en conserva.
6 pimientos del piquillo.
300 gr. de salsa de tomate casera.
Una cucharada de harina de trigo.
1 vaso de sidra.
1 huevo duro.
1 hoja de laurel.
2 dientes de ajo.
Caldo de verduras, ave, o agua.
Aceite de oliva.
Sal.
1. Vacía las cebollas:
Pela la piel de la cebolla y corta ligeramente su base en línea receta, que pueda mantenerse en pie sin volcarse. Corta la parte superior (guárdala a modo de tapa) y vacía el interior de la cebolla con una cucharita o vaciador. La idea es hacer un agujero amplio para quepa en el interior el relleno del bonito, y sin que se rompa la capa exterior al estofarse. Guarda la parte de la cebolla que vayas sacando para hacer la salsa.
2. Haz el relleno de bonito y pimientos del piquillo:
Desmenuza el bonito, bien colado. Cuece un huevo duro y pícalo (júntalo con el bonito en un bol). Añade dos pimientos del piquillo cortados en daditos y dos cucharadas de tomate frito o triturado. Mézclalo todo, que quede homogéneo, e introdúcelo en las cebollas (aprieta el relleno). Cierra las cebollas con la parte superior que habías reservado o con trozos grandes de la pulpa que has sacado del interior.
3. Prepara la salsa con tomate:
Fríe las cebollas en abundante aceite, que queden doraditas. Retíralas y reserva. En una sartén, pon los trozos de cebolla sobrantes, bien picados, con un poco de aceite oliva. Póchalos hasta que estén tiernos. Agrega una cucharada de harina y rehógala, que se tueste un poco. Pica dos pimientos del piquillo y échalos en el sofrito. Tenlo al fuego unos minutos, y añade luego cuatro cucharadas soperas de tomate frito y una hoja de laurel. Tras unos minutos al fuego, echa un vaso de sidra y varios de caldo o agua. Calcula de salsa para que cubra aproximadamente a las cebollas casi por la mitad.
4. Guisa las cebollas con la salsa:
Añade la salsa a las cebollas rellenas en una sartén u olla (mejor si están un poco apretadas), echa un poco de sal, y deja que se cocine a fuego muy suave hasta que estén muy tiernas (tapado, y entre una hora y dos horas). Deja que repose, y sírvelo caliente.
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