Este artículo se publicó hace 7 años.

Entrevista al autor de 'Fariña'Nacho Carretero: "El periodista de a pie alzó la voz contra quienes pagan con visibilidad"

Nacho Carretero, autor de 'Fariña' y 'En el corredor de la muerte'. / FOTOS: CHRISTIAN GONZÁLEZ
Nacho Carretero, autor de 'Fariña' y 'En el corredor de la muerte'. / FOTOS: CHRISTIAN GONZÁLEZ

Madrid--Actualizado a

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¿Tiene la convicción de que Pablo Ibar es inocente?

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"No sólo hay inocentes en el corredor de la muerte, sino que ya han ejecutado a muchos, porque la justicia no es infalible"

Como advierte desde el inicio, usted es un "mero narrador" que “nunca osa meterse en la mente o sentimientos de unos personajes que, en este caso, son personas”.

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Cada vez que un condenado a muerte es absuelto, la pena capital es puesta en entredicho y provoca un temblor en el sistema estadounidense. Aunque quizás no debería ser necesario apelar a los fallos para defender su abolición.

"El riesgo de matar a un inocente invalida la aplicación de la pena de muerte"

No como el abogado de oficio Kayo Morgan, un desastre como letrado y como persona que, según su relato, arrastró a Pablo hasta el corredor de la muerte. Allí comienza a estudiar Derecho y, entonces, percibe el despropósito de su defensa.

Se le ha pasado por la cabeza que sea culpable, pero que no tendría que haber sido condenado por falta de pruebas.

¿Hubiese escrito el libro si creyese que es culpable?

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¡Qué vida la de los Urtain! ¡Y qué crónica de la muerte anunciada de Pablo Ibar!

Usted lleva el gran reportaje al formato libro, manteniendo un ancla en el periodismo, si bien son historias muy literarias o cinematográficas. 

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Rehúye el adorno vacuo. ¿Se siente más periodista o escritor?

¿No le ha asaltado nunca la tentación de escribir ficción?

Pablo Ibar sueña con salir de la cárcel e irse directamente a comer pollo crujiente a una cadena de comida basura, pese a que sus pesadillas a veces discurren entre rejas. ¿Con qué sueña usted? ¿Los recuerda al día siguiente?

¿Alguno que se haya hecho realidad?

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Su billete ha sido de ida y vuelta: empezó en redacciones, recorrió medio mundo como freelance y volvió a pisar la moqueta. ¿Recuerda esa etapa intermedia, de acá para allá, como la mejor?

De algún modo, el pasaporte hacia los grandes medios fueron sus trabajos sobre el terreno, aunque a veces esas arenas resultan movedizas y el freelance termina con el fango hasta el cuello. "Escribo sobre lo que quiero, pero no me da para vivir".

En su caso, siguió haciendo méritos hasta que volvió a subirse, digamos, al tren de la nómina. Sin embargo, ejercer como colaborador puede ser la trampa que uno se tiende a sí mismo. “Si este señor o esta señora escriben buenos temas y les pago poco, ¿para qué voy a contratarlos?”.

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"Los errores judiciales se pueden enmendar, excepto si el error ha consistido en aplicar la pena de muerte"

La casuística es amplia: la visibilidad como pago, gente que escribe gratis porque tiene otro sustento y demás mandangas. Un sistema que a largo plazo perjudica a toda la profesión, fijos y colaboradores, porque la oficina del paro —paradójicamente llamada de empleo— sigue estando a la vuelta de la esquina.

"No me veo capacitado para escribir ficción, aunque se me ha pasado por la cabeza, pero sólo como una fantasía erótica"

¿Cómo acabaría con la precarización de los colaboradores? Comencemos por subir el precio de las piezas. Luego....

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¿Y hay un público dispuesto a pagar por leerlas?

En Jot Down describió las atrocidades cometidas en Ruanda, pero también la grandeza del humilde y aguerrido Eibar. No hay historias pequeñas.

"En las redes sociales, la gente que matiza o reflexiona genera rechazo y se ve apartada de esa pelea de gallos. Aunque sean minoría, los radicales son más ruidosos"

El reportaje sobre María la Portuguesa, de David López Frías.

¿Algún personaje para su próximo libro?

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Todo estaba ahí, mas había que darle forma. Cuando llegó el éxito, rechazó retomar el tema del narco, porque habrá tanto que contar... Aunque a veces lo tenemos tan cerca que nos parece ¿anodino?

"No tengo muy claro qué preferiría: la pena de muerte o pasar el resto de mi vida en una celda"

¿Qué se le pasaba por la cabeza antes de ponerse a escribir Fariña y qué sensación tiene hoy?

¿Puntúe la serie de cero a diez?

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"En España hay historias fascinantes que hablan de cómo somos, pero no les hacemos caso por cotidianas o sabidas"

Qué sociedad más hipócrita: a un personaje de Fariña parece no importarle su currículo de narcotraficante, aunque amenaza con querellarse por unas escenas de sexo. Como si le resbalase que sus descendientes vean que ha sido un criminal, pero el juego de cama ni tocarlo.

Ahora que ya ha pasado todo, ¿qué conclusión saca del secuestro del libro? ¿Qué ha fallado?

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¿Se nos está yendo la censura de las manos o, si lo prefiere, la libertad de expresión?

Volviendo a su nuevo ensayo, Michael sufre los daños colaterales de la condena a muerte impuesta a su hermano. Por una parte, lo rechazan en las entrevistas de trabajo: basta fijarse en su apellido o googlear su nombre, lo que refleja que nadie está a salvo de una difamación falsa. Por otra, nadie lo cree, o sea, ignoran la versión que exculpa a Pablo, lo que nos lleva a esa turba digital que no se informa ni reflexiona lo suficiente. El tribunal de la inquisición de las redes sociales, donde apenas caben los grises entre tanto linchamiento: ¡a por éste¡, ¡a por el otro! Parece que importa más el prejuicio que la verdad.

"Los medios deben ganarse la fidelidad del lector ofreciéndole buenos temas, porque en España hay  público al que le interesan los reportajes largos"

No lo ve como un "estás conmigo o estás contra mí".

Un tema a debate: el Pazo de Meirás. ¿Lo ha visitado?

"Cuando la familia Franco dice que el Pazo de Meirás es suyo, me da la risa, porque pertenece al pueblo, que lo sufragó con su sueldo"

¿Y el Valle de los Caídos? ¿Qué hacer con la cruz, con los restos de Franco, con las goteras...?

"El Estado debe limitarse a aplicar la justicia, no a colmar los deseos de venganza de las víctimas, aunque sean perfectamente comprensibles"

Hablando de banderas y de simbolismo, en este caso blanquiazul, también ha escrito un libro sobre el Deportivo: Nos parece mejor. Dígame un motivo por el que valga la pena comprárselo.

Armada y su padre en las gradas de Balaídos. Jabois y el Madrid. El periquito Enric González ajustando cuentas en Barcelona. Ander y la Reala. ¿Qué club echa de menos en la colección Hooligans Ilustrados? O, mejor dicho, ¿qué autor ligado a qué equipo?

Segundo gol por la escuadra: Bambú, la productora de Fariña, ha comprado los derechos de En el corredor de la muerte.

Volviendo a Galicia, los narcos han pasado de las planeadoras a los contenedores. ¿Pero dónde están los submarinos?

¿Hay más narcotráfico que antes, pero salta menos a la vista?

Galicia, una esquina en el fin del mundo que pudo ser Sicilia. Buena comparación para explicarle las Rías Baixas a un neófito, mas quizás un pelín exagerada.

"La sociedad gallega, encabezada por las madres, se jugó la vida contra el narcotráfico. Esa reacción fue la que hizo moverse a los Garzones y la Justicia"

¿Fue más héroe Baltasar Garzón o más heroína Carmen Avendaño?

En el Reino Unido están vendiendo Fariña como Snow on the Atlantic: How Cocaine Came to Europe. La traducción sería Nieve en el Atlántico: así llegó la cocaína a Europa. Imagino que le parece acertado el título, aunque quizás resultaría más poético Nieva en el Atlántico.

"Si ETA ya no existe, no le veo sentido a la dispersión de los presos, porque los únicos perjudicados son los familiares"

¿Le interesa Roberto Saviano como autor?

¿Cree que se salvará Pablo Ibars?

¿El sistema es el demonio? Ante un crimen atroz, hay quienes claman justicia inmediata, aunque paguen justos por pecadores.

En el caso de Pablo Ibar, al final, una multiplicación: dos por tres, que son los metros cuadrados de su celda. ¿Resultado?

Pederastas, asesinos en serie, violadores que no han salido de su calabozo en años… Pablo Ibar se hizo valer en la prisión de Miami y, después, en la de Raiford, donde estuvo recluido en el corredor de la muerte. Tuvo que imponer, digamos, otra ley: la del más fuerte. Luego, de la jaula al hueco: una pelea con un recluso lo confina en la celda de castigo, sin libros ni televisión, apenas unos calzoncillos y un calendario de dos meses a la sombra.

Pablo decidió contratar al abogado Peter Raben —quien había logrado la libertad del madrileño Juan José Martínez tras pasar casi cuatro años en el corredor de la muerte acusado de un doble asesinato en Tampa— para que recurriese la sentencia y lograse un juicio justo. Cándido, su padre, reúne 300.000 euros, una minuta sensiblemente inferior a la que cobraba el letrado en estos casos. Sin embargo, acepta porque cree en la inocencia del condenado. Conclusión: sólo puede luchar por su libertad quien tiene dinero.

¿Hay muchos Pablos en las cárceles de Estados Unidos?

Hay un personaje, o persona, que bien merece otro libro: Tanya, la joven novia que cree en él, pues según ella la madrugada del crimen estaban juntos en la cama. Su testimonio no es tenido en cuenta en el juicio y, pese a la separación eterna, terminan casándose con un cristal mediante. Sin poder tocarse siquiera, apenas un sí quiero. Tardaron seis años en abrazarse y lo hicieron, sin dejar de llorar, durante otros tantos minutos.

"Tanya, la pareja de Pablo, es la verdadera protagonista del libro. Huye de la visión romántica, pero sabe que no es culpable, por lo que estar con él es la única elección que la hace feliz"

Pese a no estar permitido el vis a vis, de sus encuentros furtivos en la cárcel nacen dos hijos, una nueva ilusión para Pablo.

Su mujer conduce durante horas para un encuentro fugaz. ¿Qué opina de la dispersión de los terroristas encarcelados en España?

"Seamos realistas: en España es económicamente imposible ser reportero freelance para la prensa escrita"

No sólo presos vascos, sino también gallegos y de otras ideologías.

Como diría Pablo Ibar, “ya no sabes cómo se sienten los rayos del sol en la cara”.

Por cierto, la portada vuelve a ser del diseñador Artur Galocha. ¡Qué tío!

"Hay que despojar el Valle de los Caídos de su simbolismo fascista, porque un dictador como Franco no debería tener semejante honor"

Carnavales: varias personas pasan junto a usted disfrazadas con un mono naranja...

Después de la serie y el secuestro de Fariña, es más probable que se vean disfraces de Sito Miñanco y compañía.

Si mañana no pudiese volver a escribir, por el motivo que fuese, ¿qué le quedaría por contar?

¿Y de cuál se siente más satisfecho?

"Nos perdemos en el fuego de artificio. Las guerras tienen un aura atractiva, pero las historias pequeñas que pasan desapercibidas  me generan más satisfacción"

En fin, ¿por qué está en contra de la pena de muerte?

Cadena perpetua.

O sea, morirse poco a poco.

Henrique Mariño

Carballo, 1975. Periodista. Actualmente trabaja en el diario Público, donde escribe artículos, reportajes y entrevistas. Antes pasó por El Correo Gallego, Cadena COPE, Agencia EFE, La Voz de Galicia, El Mundo, Spain Gourmetour y ADN.es. También ha colaborado, entre otras publicaciones, con las revistas MAN, Números Rojos, DT, Táboa Redonda o Luzes.

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