'Mi hermano Ali', la aventura vital de un refugiado somalí

La cineasta Paula Palacios y Ali Ahmed Warsame.  Syldavia

Madrid--Actualizado a

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Usted ha seguido a Ali por medio mundo y a lo largo de doce años, pero ¿cuándo nació la idea de convertir esta relación en una película?

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¿Esto fue en 2011?

Usted ha trabajado mucho el tema de la migración y Ali no era la única persona que contactaba con usted, ¿qué tenía de especial?

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¿El primer plan fue hacer una historia sobre refugiados somalíes?

Usted le dio una cámara para que se grabara y él se dedicó a grabarla a usted…

Es muy interesante ver cómo Ali se implica mucho más con la religión estando en EEUU, mientras busca un grupo al que pertenecer.

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¿La película refleja cómo se trata a estos seres humanos en Europa y en América?

Ali no es un hombre que caiga especialmente bien, ¿la película sirve para entender que se puede comprender a personas con ideas y convicciones muy diferentes a las de uno?

¿Quiere decir que no se permite a los refugiados tener los defectos del resto?

¿Qué le ha enseñado esta experiencia?

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¿Esa conexión que tiene con él le ha limitado de alguna manera en la película, se ha autocensurado en algo?

¿Esta película le ha cambiado un poco la manera de entender el cine documental?

Begoña Piña

Redactora-crítica de cine en Público. Hoy escribe en Librújula, Archiletras, Best Movie y La Gran Ilusión. Periodista, ha publicado en Diario 16, La Vanguardia, Fotogramas, Caimán. Cuadernos de cine... Premio Comunicación Alfonso Sánchez 2018 de la Academia de Cine y Mención a la Labor Periodística en el Zinemaldia 2024 del Festival de San Sebastián.

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