Meg Ryan: "Cuando llegas a los 60 años, te acabas dando cuenta de que fracasar es muy útil"
La actriz, a la que Hollywood dio la espalda tras aparecer desnuda en una película y divorciarse de Denis Quaid, vuelve como directora y guionista con 'Lo que sucede después', una película con la que da la vuelta a la comedia romántica.
Madrid--Actualizado a
Hollywood no perdonó nunca a Meg Ryan, la chica perfecta de las comedias románticas americanas, que apareciera desnuda en 2003 en una película, En carne viva, de Jane Campion, con la que daba un giro radical a su carrera justo, además, cuando se conocía su divorcio con Dennis Quaid, lo que terminó de cabrear del todo a su público.
Desde entonces, en veinte años solo ha hecho ocho películas, dos de ellas dirigidas por ella misma y algunas estrenadas directamente en el mercado del vídeo, sin pasar por cines.
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"Hay que ser consciente de tus propios fracasos para convertirlos en algo productivo", dice ahora Meg Ryan, que supo reinventarse y volvió del destierro al que la condenaron transformada en directora y guionista, dueña de las decisiones sobre su propia carrera. Después de Ithaca, su ópera prima tras las cámaras en 2015, ahora presenta Lo que sucede después, una película que juega con las herramientas que tan bien domina de la comedia romántica para dar la vuelta al género
Mirar hacia atrás
Guionista, directora y protagonista, junto a David Duchovny, Meg Ryan se inspiró en la obra de teatro Shooting Star, de Steven Dietz, para escribir esta historia de reencuentro. Una pareja que rompió hace 25 años coincide inesperadamente en un aeropuerto, en el que quedan atrapados por una tormenta.
"Muchos hombres de 50 o 60 años se han identificado con el personaje de David Duchovny"
"Normalmente, las comedias románticas miran hacia el futuro, pero esa película mira hacia atrás. No hay muchas películas que hablen de gente de más de 50 o 60 años. Uno de los aspectos que me parecen más interesantes de la película es que muchos hombres de esta edad, que probablemente de entrada no tenían muchas ganas de ver una película como esta, la han acabado apreciando y se han identificado con el personaje de David Duchovny, y con su ansiedad", dice la directora.
"Estoy muy orgullosa de no haber hecho una película cínica", afirma Meg Ryan, que permite que sus personajes conecten de nuevo, se escuchen, se comprendan y se perdonen. Todo lo que Hollywood no le consintió a ella.
Inolvidable como Sally Albright en Cuando Harry encontró a Sally o como Annie Reed en Algo para recordar, Meg Ryan dedica su película a Nora Ephron (guionista y directora, respectivamente de estos éxitos) y con ello defiende el trabajo de las mujeres cineastas con las que se ha tropezado a lo largo de su carrera.
"Nunca he pensado que dirigir fuera un trabajo que no pudiera hacer a causa de mi género. Supongo que en esto tiene mucho que ver con haber trabajado con estas directoras, en un momento en el que no había tantas mujeres contando sus historias", afirma Ryan.
"Cuando diriges una película debes abrazar el multitasking, debes simultanear muchas cosas. En Lo que sucede después también he sido guionista y actriz, y he podido hacerlo en un buen entorno. Con esta película he podido decir lo que quería decir, y estoy muy agradecida por eso", continúa la artista.
Cancelada en Hollywood
Ryan, en este discurso de reconocimiento y de agradecimiento a sus referentes, menciona, por supuesto, a Jane Campion y echa la vista atrás al día en que dejó de ser la preferida de América.
"Nunca pensé que se me cancelaría, y estuve muy agradecida de estar cerca de Jane Campion y formar parte de su visión artística y de su manera de contar historias. Todos los que hicimos En carne viva pensábamos en la industria como un restaurante que solo sirve un plato, y si no te gusta, no vengas. Pero creo que hicimos una película valiente y me encantó participar", sostiene Ryan.
"Luego me encontré con cosas como una entrevista en Inglaterra, que e hizo muy viral (con Michael Parkinson, en la BBC), y que en la Universidad de Columbia se pone de ejemplo de cómo no se debe realizar una entrevista. ¡Y yo soy la protagonista!".
"A veces, cuando eres actriz y eres rubia te subestiman, aunque seas una persona que dice lo que piensa"
El entrevistador de las estrellas, que poco antes de su reciente muerte pidió disculpas públicamente a Meg Ryan por aquel encuentro, estaba enojadísimo con la escena del desnudo que había protagonizado la actriz y le sugirió que "volviera a lo de antes". "Me trató como un padre que me desaprobaba", recuerda Ryan.
"Es absurdo tener que estar en situaciones como esta y tener que responder a preguntas tan decepcionantes. Pero yo no me asusto, no se me intimida fácilmente... En cualquier caso, trabajar con gente tan creativa, y que habla desde el corazón, como Nora (Ephron), Diane (Keaton) y Jane (Campion), son experiencias que solo me han aportado como artista. Prefiero hacer películas como las suyas, aunque después tuviera que sufrir entrevistas como las de aquel tipo".
"A veces, cuando eres actriz y eres rubia te subestiman, aunque seas una persona que dice lo que piensa", se lamenta Meg Ryan, que hoy, a pesar del lamentable e injusto desaire que la hizo Hollywood, sigue siendo para la inmensa mayoría del público aquel icono de las comedias románticas. "Es un poco raro, porque puedes encontrarte con desconocidos y siempre ves que mi fama me precede".
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