BARCELONA.- El conseller de Cultura de la Generalitat, Santi Vila, se ha posicionado a favor del proyecto de reforma de la fachada del Liceu, obra del artista Frederic Amat, que contempla la colocación de 170 semicírculos de cerámica de un rojo intenso en los muros exteriores del histórico edificio de la Rambla.

Este proyecto no ha sido bien recibido por el Departamento de Patrimonio Arquitectónico del Ayuntamiento de Barcelona, que elaboró un primer informe negativo a la reforma, al considerar que no se ajusta al plan de patrimonio del distrito de Ciutat Vella, aunque el consistorio está a la espera de nuevos estudios e informes para determinar su posición final.

Para ello, el Ayuntamiento quiere convocar el Consejo de Arte Público Municipal, un órgano asesor que está aún pendiente de constituirse.

La intervención en el Liceu "garantiza la catalogación del edificio como Bien Cultural de Interés Nacional"

En un comunicado, Santi Vila se ha mostrado a favor de la intervención en el Liceu al considerar que "garantiza la catalogación del edificio como Bien Cultural de Interés Nacional" y favorece la regeneración del entorno, por lo que ha pedido "un esfuerzo para encontrar el consenso y aprovechar la oportunidad".

El conseller se ha declarado partidario de la intervención propuesta por Frederic Amat y financiada por el mecenas Josep Sunyol, especialmente a causa del "carácter reversible" del proyecto, lo que a su juicio lo haría compatible con "la necesaria preservación de la catalogación del edificio del Liceu como Bien Cultural de Interés Nacional".

Santi Vila ha remarcado, en este sentido, "la predisposición muy positiva con que la Generalitat y el Departamento de Cultura se quieren aproximar a esta cuestión".

Vila ha añadido que el edificio del Liceu "necesita, de puertas afuera, esta puesta al día, que permita su renovación y una mejor integración en La Rambla y el Baix Raval", por lo que entiende que hace falta "buscar y hacer todos los esfuerzos para que haya consenso y para que esta oportunidad se aproveche".

En este sentido, ha agregado que el proyecto supone "muchas oportunidades a favor y, en cambio, permite muy pocos argumentos en contra, más allá de los propios entre conservadores e innovadores, que, por otra parte, son propios de la historia de la ópera".