Este artículo se publicó hace 14 años.
De Galicia a Oporto, Siniestro Total mantiene el rock lejos de los tópicos
En febrero de este año nos fuimos a Houston a grabar el nuevo disco con el productor Joe Hardy en el estudio The Foam Box de Billy Gibbons de ZZ Top. Decidimos aunar Galicia y el género musical, así nace Country & Western, que verá la luz en septiembre. Mientras tanto, no paramos de tocar (si la crisis lo permite) el pasado día 6 estuvimos en el festival Brincadeira en Ordes (Galicia) y después nos fuimos hasta Oporto (menos mal que nos queda Portugal). Como nunca lo hemos hecho, no se nos ocurrió tirar televisores por la ventana del hotel, pero el escenario es un mundo y cada noche es distinta. El primer día compartimos escenario con Sex Museum y el segundo con Trabalhadores do Comercio: todo un honor y un placer. De ahí que nos resulte muy difícil escoger una noche especial porque todas lo son. La tropa que se convoca en www.siniestro.com aparece en los sitios más inesperados y ese fin de semana no fue distinto. Demos las gracias a todos por la fidelidad; y paz, amor y comprensión para la humanidad.
En Siniestro Total somos conscientes de la cantidad de tópicos que acumula el mundo del rock, en parte gracias a la literatura, en parte gracias a la imaginación de la gente y en parte gracias a la realidad. Nosotros decidimos, ya hace tiempo, hacer de nuestra capa un sayo y no entrar ni salir deliberadamente de los lugares comunes. Ya desde los primeros días de la banda nos dijimos: "¡Que sea lo que Dios quiera!", siempre y cuando, claro está, no quiera algo que nosotros no queramos, faltaría más. Dejando aparte el mundo de los tatuajes, Siniestro Total es, con toda probabilidad, el único grupo del mundo que lleva grabado su nombre sobre sus carnes.
"Siniestro Total es, con toda probabilidad, el único grupo del mundo que lleva grabado su nombre sobre sus carnes"
Un accidente de automóvil en 1981 nos bautizó a raíz de lo que dijo la compañía de seguros. Cabe incluso la posibilidad de que ese 20 de agosto nos matáramos en aquel R-12 familiar en el que viajábamos por los astilleros de Vigo, y que todo lo que ha ocurrido desde entonces no sea más que una ensoñación de escasos segundos dilatada en un tiempo supraterrenal, mientras agonizamos entre los restos del coche. Habrá que preguntarle a Iker Jiménez si se conoce un caso semejante de parapsicología roquera...
Inmunizados, pues, ante los tópicos del asfalto y el rock & roll, nos consideramos permanentemente inmersos en "el show que nunca termina". Vivimos en la Gira Permanente que, como la Revolución Permanente de Trotsky, es el motor de nuestro trabajo. Hemos agotado ya los medios de locomoción conocidos y dejamos parte de nuestras ganancias en fondos para financiar las investigaciones sobre teletransportación. A ver si hay suerte y la inventan antes de que nos retiremos. Esto no quiere decir que, mientras tanto, no aprovechemos los viajes para conocer la gastronomía del lugar, los monumentos de todo tipo y las costumbres de las gentes. Todo ello nos hace reflexionar profundamente cuando nos retiramos al hotel tras el concierto. Llegamos a conclusiones que algún día publicaremos para solaz y conocimiento de las gentes.
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