Este artículo se publicó hace 3 años.
Stéphane Foenkinos: "La vida sexual de la sociedad occidental es la del patriarcado. Es machista y homófoba"
Los hermanos Stèphane y David Foenkinos indagan en las diferentes fantasías sexuales en su película 'Las fantasías', para reflexionar sobre el deseo, los tabúes o la importancia del sexo. Lo hacen en tono de comedia y con un reparto coral de grandes nombres.
Madrid--Actualizado a
Tener sexo en público o con una persona famosa o montar un trío son tres de las fantasías sexuales más recurrentes cuando se hace un sondeo sobre el tema. Sin embargo, tal vez sean éstas las que se confiesan porque otras no estarían tan bien vistas. Hace un par de años se destapó una corriente entre personas jóvenes que reconocían que soñaban con tener sexo con abejas.
Los hermanos Stéphane y David Foenkinos han indagado un poco más y en su nueva película, Las fantasías, hablan de ludofilia (excitarse representando un papel), dacrifilia (con las lágrimas), tanatofilia (con la muerte), incluso de hipofilia (excitarse con la abstinencia sexual).
Con un reparto de grandes nombres (Monica Bellucci, Carole Bouquet, Denis Podalydès, Nicolas Bedos, Karin Viard…) y una sucesión de historias cortas han fabricado una comedia que, en realidad, habla más de deseo que de sexo y en la que reivindican placeres hasta ahora tabú, se preguntan por el verdadero valor del sexo y apelan a la necesidad de reinventarse cuando va ganando la rutina en la pareja.
Stèphane Foenkinos habló con Público sobre todo esto.
Para hacer la película han hecho un estudio de las fantasías sexuales, ¿cuáles no se han atrevido a incluir?
Ha habido muchas que no hemos osado o no hemos podido incluir. Nos reunimos con los productores, que también son dos hermanos, e íbamos tachando de una lista larga que teníamos. Ellos tenían miedo por el tema escatológico, no querían que fuera nada extremo ni de género. Nada de sangre ni excrementos. Además, nosotros íbamos más por una psicología del deseo.
No le voy a preguntar cuáles son, pero ¿están sus propias fantasías sexuales en la película?
Se ven nuestros fantasmas, pero los tienes que descubrir. He de decir que las nuestras son bastante tristes y aburridas comparadas con algunas de los personajes. Lo importante, de todas formas, son las situaciones que crean estas fantasías, cómo se viven desde la cotidianidad.
¿Es, entonces, más una película sobre el deseo o la ausencia de éste que sobre la sexualidad?
Sí. Es una película sobre el deseo y la frustración más que sobre la sexualidad. Muchas parejas se convierten en amigos, hay que interrogarse y reinventarse. La pregunta que nos hacemos es ¿dónde está la satisfacción? Hay que mirarse y amarse en la mirada del otro.
Para usted, ¿cuál es el verdadero valor del sexo?
El sexo es una demostración, más que una performance, que es la manera errónea en que lo hemos visto durante mucho tiempo. Tenemos que aprender a aceptar el placer de uno mismo y el que nos dan otras personas, y no solo el placer por el otro.
Para eso ¿necesitamos otra educación sexual?
La educación sexual es hoy más necesaria que nunca. La juventud muchas veces tiene la pornografía como modelo y es muy importante cambiar eso en la sociedad. Hoy el clítoris, el ano… son tabúes y es obvio que tenemos que ir más lejos y no vivir el sexo como un teatro. Y, por supuesto, conseguir que se entienda que la mujer no solo consigue satisfacción por un hombre y por la penetración.
¿La vida sexual de la sociedad occidental está marcada por el machismo y la homofobia?
Sin duda, la vida sexual de la sociedad occidental es la del patriarcado. Y sí, es machista y homófoba. Para nosotros como cineastas era importante en estas historias introducir pequeños gestos…
¿Cómo pareja de la misma edad, cuando en el cine suele haber una mujer veinte años más joven que su pareja hombre?
Por ejemplo. Las parejas de la misma edad son un reflejo auténtico, eso y además que nosotros estamos interesados en la igualdad. Nos parece casi revolucionario mostrar a una pareja de mujeres y de la misma edad. En la película son Monica Bellucci y Carole Bouquet y ellas nos agradecieron el guion. Ambas han sido objeto de deseo en su juventud y ahora, nos confesaron, podían decir que las mujeres de 50 años son mujeres deseables y amadas que viven su propio deseo.
¿Por qué no hay escenas de sexo más explícitas en una película sobre fantasías sexuales?
Somos muy pudorosos y nuestra elección fue no incluir esa parte tan significativa, sino sondear las almas. Los actores no tenían miedo, pero nosotros queríamos huir de ese grafismo. Además, la sugestión es más edificante que ver cuerpos desnudos.
El tono de la película es de comedia, ¿es que no consideran suficientemente serio el sexo?
Exactamente, no es algo tan serio. Pensamos que lo más importante en la pareja es la comunicación y ahí es fundamental hacer entender al otro qué es lo que nos gusta sexualmente.
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