Este artículo se publicó hace 6 años.
CóndorMax Irons ('Cóndor'): "Ser patriota no es apoyar ciegamente a tu gobierno, sino cuestionarlo"
Calle 13 estrena esta noche este thriller de espías y falso culpable en el que su protagonista se enfrentará prácticamente solo a un sistema que no tiene claro cuáles son los límites que no debe sobrepasar.
María José Arias
Madrid--Actualizado a
Basada en la novela Seis Días del Cóndor de James Grady, de la que ya hubo una adaptación en los setenta de la mano de Sidney Pollack y Robert Redford, Cóndor trae de nuevo a la pantalla al analista de la CIA Joe Turner (Max Irons) en un thriller clásico bien engrasado en el que no hay una línea editorial marcada que indique al espectador qué pensar sobre según qué temas. Lo que hacen Jason Smilovic y Todd Katzberges, sus creadores, es poner las cartas sobre la mesa y que sea cada uno quien saque sus propias conclusiones y quien decida qué partido tomar. Eso lo consiguen, en palabras de su protagonista, “proporcionando distintos puntos de vista a través de los diferentes personajes y dándole a cada uno un tiempo apropiado”.
Profundizando en esa idea de ausencia de posicionamiento que destaca positivamente en Cóndor, Irons, que estuvo en Madrid para hablar de su trabajo, pone un ejemplo. “Uno de los personajes es un fundamentalista cristiano. Dependiendo de cuál sea tu punto de vista religioso o de dónde vengas culturalmente, te parecerá más o menos preocupante que se vea envuelto en operaciones de la CIA. Para mí, por ejemplo, es un ingrediente preocupante. Pero la serie no te dice qué pensar. Te lo muestra. Esta es la situación y dependiendo de quién tú seas así lo verás”, explica.
Ese fundamentalista cristiano al que hace referencia está interpretado por Brendan Fraser, que forma parte de un reparto de caras conocidas entre las que destacan el veterano William Hurt -con el que Irons repite- y Mira Sorvino. El primero es Bob Partridge, alto cargo de la CIA, tío y mentor de Turner. Sorvino, por su parte, da vida a Marty Frost, a quien la Agencia llama y coloca al cargo para poner un poco de orden en la que se ha armado después de que todo un equipo haya sido aniquilado salvo un analista que ha logrado huir pese a su escaso entrenamiento cinético y al que señalan como sospechoso de la matanza.
Ese es, claro, Joe Turner. Un personaje que, como ya se vio en la película de Pollack, tiene por delante una trepidante carrera para demostrar su inocencia al tiempo que intenta que no lo maten. En los dos primeros capítulos -facilitados por Calle 13 antes de su estreno- no para de correr y de huir. Nada hace pensar que esto vaya a cambiar con el paso de los episodios. “Al personaje sí que le gustaría que se relajase. Pero, siendo honestos, nunca va a ser relajado o bajar el ritmo para Joe. Él quiere que frene, pero no puede parar”, reconoce Irons, quien se alegra de que la parte más física de su interpretación se limite a eso, a correr, y que tenga que disparar poco. Cuenta que, aunque tuvo que aprender a hacerlo por exigencias del guion, lo odia.
Uno de los puntos más interesantes de Cóndor es la cantidad de temas que se abordan sin olvidarse de la parte más de acción que le da ritmo y agilidad. Algunas de las conversaciones que mantiene el personaje principal con su amigo, con su mentor o con sus compañeros de trabajo son jugosas por lo que se atreven a plantear. Se habla del racismo, de los prejuicios, de si el fin justifica los medios, de la mentira, la verdad, la eficacia del sistema, la presión de un trabajo como el de agente de la CIA y, también, de patriotismo. Es algo que sobrevuela la trama.
“¿Qué es exactamente ser patriota?”, ser pregunta Irons en el transcurso de la entrevista con varios medios. Desde su punto de vista en América se trata de un concepto un tanto “extraño” en comparación con el que se maneja en otros países. “Creo que ser un buen patriota es cuestionarte a ti mismo y al Gobierno de tu país. Creo que eso es lo que hace Joe”, sentencia el actor británico. Su personaje vive un viaje complicado en ese sentido. Pese a que no se muestra en los dos primeros episodios, sí se deja entrever que cuenta con un pasado bastante alejado del trabajo que hace para la CIA. Ahora es parte del sistema que quería destruir y, aunque no apriete el gatillo, quizá se le pueda considerar cómplice, como discuten él y su amigo en una charla al lado de la piscina. “Ser un verdadero patriota no es apoyar a tu gobierno ciegamente, sino cuestionarlo”, repite.
Uno de los principales problemas de Turner -además del hecho de que le persigan como sospechoso de una matanza múltiple y traidor a su país- es que piensa mucho, se lo cuestiona todo y, además, tiene un serio problema de confianza y sinceridad. No puede decirle a nadie a qué se dedica, como les ocurre a quienes trabajan para la CIA y el FBI. Eso le genera un problema a la hora de relacionarse con el mundo más allá de la agencia. “Hace mella en uno”, continúa Irons, quien avisa de la importancia que tendrá el personaje de Kathy Hale (Katherine Cunningham), a la que conoce en unas circunstancias extremas y sabrá de su ocupación casi desde el principio.
Con dos antecedentes como la novela Seis días del Cóndor y la película Los tres días del Cóndor, las comparaciones son inevitables. Se van a dar y eso Irons lo tiene más que asumido. Él dice que leyó el libro y vio un par de veces el trabajo de Redford, pero que luego se olvidó de ello porque, “¿por qué hacerse eso a uno mismo? Es Robert Redford”, bromea. El protagonista de The Host busca su propio modo de dar vida a Turner y le toma la medida rápido, desde el principio. Sobre si esta serie se parece más o menos al original, opina que “si la destripas al detalle en esencia es lo mismo: suspense, paranoia… Lo que cambia es la tecnología, que ser espía ahora no es como lo era en los 70. Quizá también han cambiado las amenazas, pero en la base es el mismo concepto. El enemigo ha cambiado pero el objetivo es el mismo”.
Cóndor no pretender ser más que un thriller de espías en el sentido más clásico del género y le funciona. Su forma de desmarcarse es “no proponer un viaje simple de chico bueno y chico malo, principio y final, pregunta y respuesta. Creo que en Cóndor es distinto porque todos los personajes son complejos. Te puedes identificar con cada uno de ellos. Sus ideologías se cuestionan y reflejan EEUU. Las preguntas que plantea la serie, al igual que la película original y el libro original, son complejas y no te da respuestas simples”. Es más, cada uno ha de buscar las suyas.
Con la primera estrenándose hoy, ya hay una segunda temporada confirmada que comenzará a rodarse en enero en la que, según su protagonista, habrá “mismos personajes, diferente historia y argumento”. Cóndor aterriza este jueves, a partir de las 22:00 horas, en Calle 13. Quien quiera adelantarse, el primer episodio está disponible en la web del canal desde hace unos días.
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