Más de 30 organizaciones culturales apoyan un decreto sobre Inteligencia Artificial con el fin de "preservar la esencia humana" en el arte

Más de 30 organizaciones culturales, entre ellas entidades de gestión como AIE, AISGE, DAMA, SEDA, VEGAP y SGAE, han manifestado este lunes su apoyo al proyecto de Real Decreto sobre Inteligencia Artificial promovido por el Ministerio de Cultura. Esta iniciativa se considera como "un hito jurídico y estratégico para el futuro del ámbito creativo en el contexto digital" y como "una respuesta coherente a los desafíos que plantea la IA en el ámbito cultural".

"En un momento en que diversas potencias tecnológicas se han centrado en expandir su dominio digital sin considerar las implicaciones culturales y éticas, el Gobierno de España ha adoptado una postura ejemplar, subrayando la importancia de preservar la esencia humana y la diversidad cultural frente al avance imparable de las máquinas", señalan.

Autores, actores, artistas musicales, guionistas, directores, fotógrafos, pintores y escritores, hasta sumar un total de 180.000 profesionales, están representados por las entidades de gestión que respaldan el comunicado.

El progreso tecnológico y la pérdida de la creatividad

Entre los firmantes aparecen también organizaciones europeas de derechos de autor como GESAC, AEPO-ARTIS, EVA, SAA, y la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), que representan a más de 5 millones de creadores de todo el mundo.

Frente a las voces detractoras de este decreto, para quienes el decreto limitará la innovación, sostienen que "el respeto a los principios fundamentales, como los derechos de autor, la imagen, la protección de datos personales y los derechos de los consumidores, no solo son compatibles con el progreso, sino que son esenciales para un desarrollo ético y sostenible".

"¿Queremos una cultura sin alma? ¿El precio del desarrollo tecnológico debe ser la pérdida de la creatividad humana?", se preguntan en el comunicado, en el que subrayan además que con esta iniciativa España pasa a liderar el debate europeo sobre "el equilibrio entre progreso tecnológico y el respeto a los derechos humanos".