'La esencia de los video-juegos es tener una pantalla desmesuradamente grande en una casa increíblemente pequeña'. Con esta irónica frase, Kevin Butler, un personaje inventado por la compañía japonesa que se presenta como 'director de confirmación de rumores de Sony', resumió a los presentes en la feria de ocio electrónico E3 la estrategia de Sony para los próximos años, basada en la consola PlayStation 3 y los televisores Bravia 3D.

Jack Trentton, presidente y CEO de Sony Computer Entertainment of America (SCEA), aseguró que la PS3 'no es una simple consola, sino todo un ecosistema de entretenimiento', que combina hardware, software y contenido en línea. 'Una visión de diez años', según el responsable máximo de la PS3, que pronto cumplirá su cuarto aniversario inmersa en una larga batalla de exclusivas y rediseños y que, ahora, se propone combinar las dos tecnologías que marcan la dirección en la que se mueve el mercado: el 3D y los controles por movimiento.

Sony espera que PlayStation Move, su recién estrenado sistema de control, sirva para desbancar a la consola Nintendo Wii como reina de los jugadores casuales. El nuevo periférico reconoce el movimiento y lo traslada a la pantalla gracias a dos mandos y una cámara con tres sensores dinámicos. La compañía realiza esta apuesta cuatro años después de que Nintendo lograse cambiar la imagen de los videojuegos y captar nuevo público con la detección de movimiento de su Wii. Move llegará a las tiendas españolas el 15 de septiembre con precios que oscilarán entre los 50 y los 100 euros y un catálogo de cerca de 40 títulos como Tiger Woods PGA Tour 11 o Heroes on the Move.

Sony también ha aprovechado el E3 para anunciar el nacimiento de un nuevo servicio online de pago, el PlayStation Network Plus. Con un coste anual de 50 euros, incluirá demos y contenidos 3D. La compañía espera que los 2,5 millones de Bravia 3D que pretende distribuir antes de final de año sirvan para arrastrar a los jugadores al terreno de las tres dimensiones.