Este artículo se publicó hace 6 años.
Reconocimiento facialUna persona puede distinguir 5.000 caras, entre conocidos personales y famosos
La policía recurre crecientemente a los que “nunca olvidan una cara” para identificar a sospechosos.
Malen Ruiz de Elvira
Madrid-
¿Sabías que puedes recordar o reconocer por lo menos a 1.000 personas, entre las que conoces personalmente y las que conoces por los medios de comunicación? La capacidad de las personas de recordar caras es bastante variable, pero hay individuos que pueden distinguir hasta 10.000 personas diferentes. El primer estudio que cuantifica esta variable ha hallado que, de media, una persona es capaz de reconocer 5.000 caras. La mayoría son de su círculo familiar y social (que ahora incluye las redes sociales), pero muchas otras son de personajes famosos por alguna razón. Estos resultados, aunque limitados y aproximados por ahora, son interesantes para campos como los programas informáticos de reconocimiento facial y los testimonios en procesos criminales, entre otros. Y la policía de algunos países ya ha tomado nota de esta variabilidad, hasta ahora sin cuantificar, para utilizar a aquellos que “nunca olvidan una cara”, que los hay, en su trabajo contra el crimen.
Dado que durante la mayor parte de la historia los seres humanos han vivido en poblaciones pequeñas en las que no hacía falta recordar más que alrededor de un centenar de individuos, como mucho, resulta sorprendente que podamos reconocer a tantas personas en un mundo tan distinto como es el de la sociedad moderna, comentan los investigadores, liderados por Rob Jenkins, de la Universidad de York: "Nuestro estudio se centró en el número de caras que conoce de verdad cada persona, no hemos encontrado todavía un límite a cuántas caras distintas puede manejar el cerebro humano".
Para encarar el problema de saber cuántas personas es capaz de distinguir un individuo, los investigadores lo dividieron en varias partes, combinando estimaciones separadas de recuerdo y reconocimiento, según explican en la revista Proceedings of the Royal Society. Primero hicieron a los participantes escribir una lista de las personas de su vida social cuya cara eran capaces de recordar mentalmente o que serían capaces de reconocer aunque no supieran siquiera su nombre. Luego tuvieron que hacer lo mismo con personas famosas, como actores, políticos y demás. Después, a los participantes se les mostraron miles de caras de famosos y tuvieron que marcar las que reconocían, cada una en dos fotos diferentes para hacer el proceso más fiable. De esa forma los investigadores pudieron extrapolar la proporción entre las caras que creían recordar los participantes y las que conocían de verdad.
El resultado fue muy variable, pero está en el rango de 1.000 y 10.000 caras. Hay un aspecto muy interesante en este terma, que el investigador ha señalado: "La variabilidad puede explicarse porque algunas personas tienen una aptitud natural para recordar caras". Precisamente la policía de Londres es la que se ha tomado más en serio por ahora esa aptitud natural de ciertas personas, que se conocen como superreconocedores y ha creado un equipo especial para identificar a sospechosos cuya imagen es capturada por los miles de cámaras en las calles de la ciudad o que están fichados. Estos policías son capaces de recordar la cara de delincuentes (y también la de cualquier individuo) con los que se han encontrado una vez en la vida, muchos años antes. Cuando una persona conoce de verdad a alguien a través de su cara, no la identifica con una imagen concreta (con barba, sin barba, con el pelo largo o corto) sino que la reconoce aunque su imagen cambie cada vez que la ve.
La investigación sobre la capacidad cognitiva de percepción de las caras ha revelado importantes diferencias en cómo el cerebro procesa las caras que nos resultan familiares y las que nos resultan extrañas. Como resulta que la red social de cada persona está formada usualmente por entre 100 y 250 individuos pero los datos forenses indican que existen miles de millones de patrones faciales distintos, resulta útil estrechar esta diferencia y relacionar los resultados con los programas informáticos de reconocimiento facial que se están utilizando de manera creciente, en temas de seguridad entre otros.
El experimento se ha hecho con jóvenes, de 24 años de media, lo que señala una nueva vía de investigación. "Sería interesante ver si hay una edad pico para el número de caras que conocemos", comenta Jenkins. "Quizás acumulemos este conocimiento a lo largo de la vida, o quizás empecemos a olvidar algunas caras cuando llegamos a cierta edad".
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