Un huevo fosilizado de dinosaurio, con un embrión de entre 72 y 66 millones de años "exquisitamente conservado", ha revelado una postura que refuerza las teorías sobre el vínculo entre la especie extinta y las aves modernas. Los investigadores han descubierto que la postura en la que se encontraba el embrión —con la cabeza debajo del cuerpo, los pies a ambos lados y la espalda enroscada a lo largo del extremo romo del huevo—, es similar a la de las aves de la actualidad. Era una posición desconocida en dinosaurios hasta ahora.

Los investigadores, un grupo de científicos chinos, canadienses y británicos, apuntan que la posición del embrión, que hasta ahora se consideraba única en las aves, puede haberse originado entre los terópodos no avianos. Es una postura controlada por el sistema nervioso central, previa a la eclosión en las aves y que asegura su éxito, por lo que la teoría principal es que el dinosaurio estaba a punto de nacer.

El estudio publicado en la revista iScience señala que el huevo fue descubierto en Ganzhou, en el sur de China, y pertenece a un dinosaurio terópodo desdentado u ovirraptorosaurio. El embrión apodado como 'Bebé Yingliang' mide 27 centímetros de la cabeza a la cola, dentro de un huevo de 17 centímetros. A pesar de los millones de años de antigüedad, no presenta grandes alteraciones debido a la fosilización.

Este descubrimiento llega tras más de diez años de investigación. A pesar de que el fósil llegó a manos de la compañía en el año 2000, estuvo clasificado y almacenado hasta 2010. Los investigadores esperan el hallazgo de otros fósiles de embriones de manera que su estudio pueda confirmar las teorías a raíz de esta nueva hipótesis.