UGT aún descarta la huelga general porque la prioridad es "resolver los problemas"

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha reconocido que la economía española está en un "escenario muy grave", pero aclaró que no desea convocar una huelga general porque lo más importante ahora es "resolver los problemas que afectan a la sociedad".

En una entrevista concedida a RNE, en la que también intervino el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, el líder ugetista señaló que los sindicatos "han puesto toda la carne en el asador" para salir de la crisis y agregó que en todo caso van hacer todo lo posible para que ésta "no recaiga más sobre los trabajadores".

La huelga general sólo se puede producir en un contexto de confrontación general que, Méndez, deseó que no se llegue a producir.

"La paz social es un bien a preservar por todos", ha afirmado Méndez, quien cree que esto también incumbe a la patronal y al Gobierno, que ha hecho anuncios que han creado una alarma social innecesaria porque ha puesto en cuestión la viabilidad del sistema de pensiones.

Toxo también se refirió a la posibilidad de convocar una huelga general y señaló que "es una cosa muy seria", y coincidió con Méndez en que lo más importante es intentar revolver los problemas de la economía española, "que están impidiendo que se genere empleo".

"Es muy novedoso que el Ejecutivo lleve una serie de medidas al dialogo social"

"Algunas de las medidas que se han anunciado en torno al plan de austeridad -prosiguió- pueden incidir todavía más en una evolución negativa de esta variable", dijo Toxo en referencia a la reducción de la inversión pública.

Sobre las medidas de reforma laboral que previsiblemente aprobará hoy el Gobierno, Toxo dijo que es un "hecho muy novedoso" que el Ejecutivo lleve una serie de medidas al dialogo social, justo cuando se está intentado ultimar un acuerdo con los empresarios.

Para el máximo responsable de CCOO esta vez "sí puede haber acuerdo", por lo que no le parece conveniente cambiar el campo en el que se está trabajando para que tengan que "mirar a otro sitio".

Ambos sindicalistas apostaron por que no se acentúe el deterioro de las relaciones con el Gobierno, pero insistieron en que impedirán que se tomen medidas que agraven la situación de los trabajadores.